En 25 años, luego de la creación de la Ley General de Electricidad (LGE) en 1996, la cobertura eléctrica pasó de 60.30 por ciento de hogares a una cobertura del 89.26 por ciento en el 2021.
Para hacerse una idea del crecimiento, en 1996 la población guatemalteca era de 10.9 millones, de los cuales seis millones contaban con servicio de energía eléctrica —60.3 por ciento—, según el informe Istmo centroamericano: estadísticas del subsectoreléctrico elaborado ese año por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Mientras que los cifras del 2021 —25 años después— dan cuenta de que la población guatemalteca sumaba 17.9 millones, y casi 16 millones contaban con servicio de energía eléctrica —89.26 por ciento—.
Por lo tanto, con el aumento de la población también creció la cobertura del servicio a una proporción mayor —28.96 por ciento de personas más que en 1996 estaban conectadas al servicio—. Estos datos indican que para el año pasado solo el 10.74 por ciento de guatemaltecos carecía del servicio de energía eléctrica.
Sin embargo, según datos del índice de cobertura eléctrica 2021, emitido por el Ministerio de Energía Eléctrica (MEM), aunque tres millones 327 mil hogares ya cuentan con servicio, faltan casi 400 mil hogares, cifra que comparada con la conformación de una familia promedio de 4.7 integrantes establecida por el Instituto Nacional de Estadística (INE), representa más de 1 millón 906 mil personas que no tienen acceso al servicio.
Cobertura por departamentos
- Sacatepéquez: 99.62%
- Guatemala: 99.45%
- Chimaltenango: 97.48%
- Escuintla: 97.44%
- Quetzaltenango: 96.51%
- Sololá: 96.01%
- Totonicapán: 95.50%
- Suchitepéquez: 94.06%
- Retalhuleu: 93.89%
- El Progreso: 93.04%
- Jutiapa: 92.18%
- Santa Rosa: 91.79%
- San Marcos: 90.57%
- Zacapa: 89.20%
- Jalapa: 87.54%
- Huehuetenango: 82.69%
- Chiquimula: 81.73%
- Quiché: 81.47%
- Izabal: 80.46%
- Baja Verapaz: 78.34%
- Petén: 74.70%
- Alta Verapaz: 50.89%
Incluso con los avances reflejados en electricidad según el sector, los desafíos persisten.
Carlos Colom, expresidente de la CNEE, expuso que el país ha tenido dificultad de lograr cobertura del servicio de electricidad al restante 10 por ciento de hogares debido a varios factores. Uno de ellos es que la mayoría son poblados retirados o dispersos y ampliar la red para conectarlos es muy costoso. Por ejemplo, construir 15 km de red para llegar a tres o cuatro viviendas se vuelve caro, mencionó. Otro inconveniente es la topografía con dificultades de acceso.
El Plan de Electrificación Rural, establecido hace más de 20 años, refería que el costo previsto de llevar electricidad a una vivienda era de US$690, pero el monto ha aumentado con los años hasta 10 veces, porque cuando muchas zonas no estaban electrificadas se lograba construir una línea y conectar a 50 casas, comentó Colom, pero las comunidades pendientes cada vez están más alejadas y dispersas y la inversión se diluye entre menos usuarios. Otro aspecto es que desde 1999 se ha privilegiado subsidiar el consumo —tarifa social— y no el financiamiento para acceder al servicio.