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En el país ya hay más de 9,500 autoproductores de energía, principalmente solar
Empresas, entidades y hogares ya aportan alrededor de 80 MW de potencia al sistema por lo que solicitan la creación de un mercado minorista, así como la actualización de normativas y revisión de cobros.
Los autoproductores deben generar energía con recursos renovables como biomasa, eólica, geotérmica, hidráulica, solar y otras que posteriormente determine el Ministerio de Energía y Minas.. (Foto, Prensa Libre: shutterstock).
Cualquier persona o empresa que cuente con el equipo necesario se puede registrar como autoproductor de electricidad con diferentes recursos de generación, por lo que a diciembre de 2023 -último dato- ya había 9 mil 554 generadores particulares en el país, principalmente de energía solar, para un crecimiento de 38% respecto del 2022.
Así lo informó Ottoniel Alfaro, presidente de la Asociación de Autoproductores con Energías Renovables de Guatemala (AAERG), explicando que estos representan casi 80 megavatios (MW) de potencia y se ubican tanto en áreas cubiertas por la Empresa Eléctrica de Guatemala, S. A. (EEGSA), Energuate (Deocsa y Deorsa) y las empresas eléctricas municipales de Quetzaltenango y de Jalapa.
Ante el crecimiento que ha tenido el sector e inquietudes que surgen con la implementación de normativas y cobros, este ve la necesidad de actualizar normativas o reglamentos, en lo que coincide la Comisión Nacional de Energía Eléctrica (CNEE), aunque no en los mismos términos.
Acciones propuestas
En la asociación se escuchan los problemas que se afrontan y se gestionan acercamientos con la empresa distribuidora que corresponda y se trabaja en proyectos de diferente índole, pero necesitan que la potencia que generan sea reconocida como autoproducción, aparte de habilitar el mercado minorista, explica el directivo.
Esto, para que se puedan negociar los excedentes de energía que los autoproductores generan e inyectan al sistema porque el 40% de la energía que generan los autoproductores se queda como excedente.
“Es decir que hay un bolsón de energía que se debe liquidar entre lo que se consume y lo que se autoproduce y se aporta al sistema, pero no existe un mecanismo para hacerlo ya que en la actualidad solo hay un bolsón acumulativo por cliente”, añade.
Otra medida que se busca es que, así como se les cobra el cargo de potencia a los autoproductores con mayores consumos, también les sea reconocida la potencia que ellos inyectan al sistema de electricidad.
“En la Asociación vemos que los autoproductores fueron los héroes ocultos en esta última sequía porque ellos suplieron muchos megavatios y se evitó un mayor efecto de la crisis”, sin embargo, se les cobra la demanda de potencia, tanto en el horario normal de consumo como en la hora “pico”, pero no se les reconoce la potencia que ellos están inyectando al sistema con su generación, insiste el presidente de la organización.
Alfaro explicó que la energía es el consumo durante un período de tiempo, o en el caso de los autoproductores es la electricidad producida en un período de tiempo. Por ejemplo, en el caso de una licuadora requiere de 1 kilovatio (kW)para operar, y si se pusiera a funcionar durante una hora el consumo es de un kilovatio/hora (kWh).
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En tanto, la potencia es el máximo que demanda en un momento dado un aparato o un usuario (hogar o industria). Por ejemplo, cuando solo se usa la licuadora, la potencia demandada es menor, pero si al mismo tiempo se usan otros aparatos como refrigerador, microondas o lavadora, la potencia aumenta.
Alfaro explicó que el mercado mayorista les ordena a las distribuidoras contratar potencia para atender la demanda firme; pero cuando estas usan la potencia que proviene de los autoproductores, estas ya no requieren el total contratado con las generadoras.
Ampliar límite máximo
Adicionalmente se explicó que desde hace algún tiempo, cuando se llevó a cabo el cambio de los medidores para ser autoproductor, se registra la demanda de potencia.
Según la normativa vigente, un usuario puede llegar a consumir hasta menos de 11 kW sin que se le cobre ese cargo en la factura, límite fijado hace más de 20 años; pero en la actualidad, ese límite se queda bajo por la modernización que existe ya que se han ido incorporando más aparatos o tecnología que requieren consumo de energía, por lo que una propuesta sería subir ese límite máximo a 15 kW, se indicó.
En la actualidad, hacer ese cobro implica que si un consumidor, como autoproductor, excede la demanda de los 11 kW, le cambian a tarifa,pero aparte de esto, el precio del cargo ha subido: En EEGSA el cobro pasó de Q41 a Q52 al mes, mientras que en Energuate hay cobros de potencia de hasta Q70, agrega Alfaro y comenta que “las tarifas son trimestrales y son calculadas por la CNEE con los datos de la distribuidora, pero con las alzas (a esos cargos) que se ha tenido, el impacto es muy grande y esto hace que un proyecto sea menos atractivo y tenga un tiempo de recuperación más extenso”.
CNEE: se requieren análisis técnicos
Consultado sobre estos temas, el presidente de CNEE, Luis Ortiz, explicó que independientemente de lo mencionado por la organización de autoproductores, se analiza la normativa indicada y según el cronograma de la Comisión prevén tenerla en diciembre de 2024.
“Lo que se busca con esta normativa es que las personas que tengan excedentes, los puedan utilizar a su conveniencia. En la actualidad lo que ocurre es que esta energía se mete a la red y luego se toma de esa misma red, lo que tiene efectos técnicos que aparecen después”, expuso Ortiz.
Amplió que está en revisión la normativa relacionada con los Generadores Distribuidos Renovables (GDR) y los autoproductores porque hay aspectos comerciales, pero también factores técnicos a considerar, por lo que la manera correcta de hacerlo es analizando los efectos de manera integral.
Según el funcionario, entre ambas figuras, hay alrededor de 50 mil consumidores que autoproducen energía. Los mecanismos establecidos son que la red queda como un gran almacenamiento. “Cuando el número era pequeño no había dificultades, pero cuando es una cantidad muy grande, incluso hay efectos sobre la red”.
Respecto a la propuesta de crear un mercado minorista y reconocer la potencia que los autoproductores aportan al sistema para que se les pueda ampliar el límite de demanda sin aplicarles cobro por potencia, Ortiz dijo no tener conocimiento del asunto.
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Y en cuanto a aumentar el límite máximo de potencia que en la actualidad está en 11 kW, explicó que las redes están diseñadas para ese volumen, por lo que hablar de elevarlo exigirá un análisis mucho más profundo, aparte de que los consumidores que usan más de 15 kW (de potencia) es una minoría.
“Una revisión de ese tipo se tiene que incluir en los estudios de Valor Agregado de Distribución (VAD) de las compañías distribuidoras, que entre otros aspectos define el monto máximo por el servicio de distribución que estas pueden cobrar y esa actualización se realiza cada 5 años.
Dudas por cobros
Por aparte, surgió otra inquietud por un cobro de potencia que se empezó a reflejar este año en la factura mensual de algunos autoproductores.
Alfaro explicó que ese cobro ya se hacía con anterioridad, pero antes de marzo de 2024 no venía desglosado en las facturas, sino que aparecía solo como un cargo unitario que incluía el costo de la energía consumida y el de la potencia. Ahora aparece dividido en dos conceptos o cargos diferentes, lo que serviría para que las personas tengan un detalle de lo que deben pagar.
“Si se suma el monto que se coloca en ambos conceptos, el resultado es el monto unitario que ya se hacía, pero de una manera oculta. Ahora que los usuarios autoproductores notan esa variación y surgen esas dudas”.
Lo que sí se ha detectado, según el directivo, es que el monto aumentó, pues en la EEGSA, el cobro por potencia pasó de Q41 a Q52 al mes, mientras que en Energuate hay cobros de potencia de hasta Q70.
A criterio de Alfaro, el concepto que se coloca en las facturas es erróneo, pues el cargo por la energía se cobra en unidad, representada como kWh, pero en el caso del cobro de potencia que aparece en la factura de los usuarios menores a 11 kilovatios por ejemplo también les aparece como un referencial en kWh, que no es la dimensión adecuada porque se les está cobrando como energía. Por lo tanto, la asociación pide que se aclaren esos conceptos y medidas de cobro.
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Consultado el presidente de la CNEE, respondió en los mismos términos, recalcando que no es un cobro nuevo porque viene desde el año 2014, según la resolución 227; pero ahora las compañías decidieron reflejarlo en las facturas de forma más explícita.
También se les peguntó a las distribuidoras de electricidad y la EEGSA respondió que de acuerdo con el pliego tarifario autorizado por la CNEE, el cobro de potencia es para todos los clientes que registren una demanda mayor a 11 kW, sean autoproductores o no.
Agregó que estos cargos no son nuevos y se aplican en cada pliego tarifario aprobado cada 5 años por la CNEE y se ajustan trimestralmente. Respecto a los montos se les cobra en actualidad, la compañía refirió que estos son variables dependiendo de la tarifa del usuario, lo que se puede consultar en la página de la CNEE en en este enlace: https://www.cnee.gob.gt/wordpress/?page_id=10710
Respecto a las alzas mencionadas por la asociación de autoproductores, EEGSA indicó la variación fue distinta según la tarifa y para conocer el detalle se recomienda revisar el pliego tarifario correspondiente. “EEGSA solo aplica tarifas autorizadas por el ente regulador”.
En tanto acerca de la necesidad que expone el directivo de AAEGR de ampliar el límite máximo de potencia que pueden usar llevándolo de 11 a 15 11 kilovatios, EEGSA expuso que cumple con la regulación existente y si en algún momento la CNEE lo modifica, acatarían los cambios sin inconveniente, y considera que no es la distribuidora la que debe hacer ese análisis, sino la entidad mencionada.
Energuate no respondió a la solicitud de información.