Guatemala mantiene este mineral en monedas y en lingotes como activos celosamente custodiados, que valen unos US$390 millones, por más de 220 mil onzas troy —determina el peso del oro metálico—.
El resplandor de las monedas ilumina íntimamente la bóveda que las resguarda, en un lugar de acceso limitado, con intensivos y numerosos sistemas de seguridad en las raíces del edificio de la banca central, en donde se permiten auditorías solo a funcionarios autorizados.
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A tres mil 304 kilómetros lineales del país, se encuentra otro lote de oro que pertenece a Guatemala y que está custodiado en la Reserva Federal de Nueva York.
Ahí están las barras del oro de “buena entrega”, que se define en lingotes que deben cumplir con estándares de medidas y pesos internacionales.
Literalmente, se tuvo la “época de oro” hace casi unos cien años, describe el economista e historiador José Molina Calderón, en su conferencia Acumulación de oro metálico en la época del presidente Jorge Ubico, cuando en 1924 se adoptó el patrón oro, por el cual un quetzal era igual a un dólar, y ambos iguales a una cantidad de oro establecido por la Ley Monetaria del 26 de noviembre de ese año.
Un año antes se habían establecido impuestos al café y otros productos de exportación para establecer un fondo de apoyo a la moneda, relata el historiador, quien cuenta que para 1944 se alcanzó casi el millón de onzas.
Tanto las monedas como los lingotes forman parte del activo oro monetario que posee Guatemala, uno de los países de Latinoamérica que conserva ese metal precioso.
¿Cuánto oro tenemos?
Al 31 de mayo pasado Guatemala reportó Q3 mil 251 millones como oro monetario en el estado de balance general del Banguat, activo que se contabiliza mensualmente.
Sergio Recinos, presidente de la banca central, indicó que Guatemala tiene oro de buena entrega valorado en US$177.7 millones, y que pesa cien mil 780.63 onzas troy, custodiado en Nueva York, donde el país no eroga ningún gasto, ni se paga por el resguardo de los lingotes, aunque está sujeto a las fluctuaciones del mercado.
Las monedas de oro en quetzales datan de 1926, hasta 1940, cuando se emitieron las últimas, y las monedas en dólares que vienen de la historia de Estados Unidos corresponden a 1800. El equivalente de estas monedas es de 120 mil 835.97 onzas troy, con un valor de US$213 millones.
El total del oro monetario del país asciende a US$390.7 millones, con 221 mil 616.6 onzas, según el reporte oficial.
Recinos confirmó que el oro monedado se encuentra en el edificio del Banguat, en el Centro Cívico, en donde se ubica una bóveda de reserva, muy custodiada, de difícil acceso.
Para que el público conozca estos activos, en el Museo Numismático se encuentran algunas monedas de exhibición, así como un lingote.
Sergio Recinos, presidente del Banguat
Sergio Recinos, presidente del Banguat
Guatemala no está pensando en vender —oro—, porque creemos que ese 2.1% del oro que representa en las reservas monetarias internacionales sigue siendo adecuado y el país tiene una posición externa muy sólida con reservas arriba de US$19 mil millones a hoy. Hay suficiente fortaleza, y aquí es bueno contar con cierta diversificación.
Mercancía fluctuante
En el balance del oro monetario de los últimos 10 años hay fluctuaciones, que responden al precio del metal precioso y el tipo de cambio.
Por ejemplo, la cotización internacional de la onza troy de oro en 2019 subió 18.3%, debido a las reducciones en la tasa de interés de referencia de la Reserva Federal, tensiones comerciales entre EE. UU. y China, y la incertidumbre por la resolución del bréxit; en 2020 el precio aumentó 25.1%, por la depreciación del dólar estadounidense, la incertidumbre de la pandemia en la economía mundial y las tasas de interés excepcionalmente bajas.
Pero contrario a lo que ocurrió en los dos últimos años, en el 2021 el precio promedio del oro cayó -5%, asociado a las expectativas de mayor crecimiento económico mundial, aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro y la fortaleza del dólar.
Desde el 2011 no ha variado la cantidad de oro monetario que posee el Banguat —oro monedado y el de Buena Entrega—, lo que varía es el precio de acuerdo con las cotizaciones de la onza troy y del tipo de cambio de referencia.
Recinos recordó que desde hace 10 años Guatemala ya no tiene depósitos en oro, solo custodiados, ya que los rendimientos eran negativos, y era secuela de los efectos de la crisis económica global del 2008 y 2009.
Si Guatemala decidiera vender su oro monetario -como activo- recibiría el precio del día de la onza troy en dólares y se mantendrían en dólares en las reservas monetarias al precio que se esté cotice el día de la venta.
De momento, no está clara la expectativa de la cotización del oro en el corto plazo, en el sentido de que el precio podría fluctuar si aparecen nuevas variantes del covid-19 o por la vacunación. Por el contrario, si se controla la pandemia, aunado a un crecimiento económico mundial, es probable que el precio disminuya. “Los bancos centrales no especulamos con oro”, expresó.
Pagó deuda externa
Molina Calderón señala que el 30 de junio de 1944, un día antes a la renuncia del presidente Jorge Ubico, el Banco Central de Guatemala (BCG) -que era el custodio del oro- reportaba 994 mil 669 onzas; cerca de un millón de onzas, una cifra notable para Guatemala.
Recuerda que al 30 de junio de 1927, el oro en el BCG ascendía a 66 mil 903 onzas; en 1933, año en que se prohibió el comercio de oro, subieron a 94 mil 237 onzas, y para 1934 había unas 121 mil 576 onzas.
Hacia 1939, el metal era de 232 mil 295 onzas; en 1941, 327 mil 592; en 1942, 558 mil 951, y en 1943, 704 mil 579 onzas.
El peso máximo de oro que acumuló el gobierno de Ubico estaba distribuido en 125 mil 62 onzas de monedas de oro y 869 mil 606 onzas de oro en barras.
“El 27 de junio de 1944 por instrucciones del presidente, el secretario de Hacienda y Crédito Público, José González Campo, se presentó ante el gerente de BCG, José F. Linares, y le manifestó que, por instrucciones del presidente, se procediera a cancelar, con los fondos disponibles a favor del gobierno, el monto de la deuda externa del 4% estimados en 6,150,000 quetzales, incluyendo el valor de los bonos y los intereses”, expone el historiador en su obra.
En 1824 el país se endeudó para financiar la creación de la Federación de Centroamérica, compromiso al que se le denominó Deuda Inglesa, que fue objeto de varias renegociaciones.
Molina Calderón comentó en su libro que de 1944 a 1946 los dos gobiernos siguientes al Ubico —el de Federico Ponce Vaides y la Junta Revolucionaria de Gobierno hasta el 15 de marzo de 1945— hicieron pagos parciales de la deuda externa sin que se lograra cancelar en su totalidad, debido a que por el fin de la II Guerra Mundial, no aparecieron de inmediato todas las personas tenedoras ni los títulos de deuda.
Para el 15 de enero de 1945, fecha en que expiraba el canje correspondiente, el pago fue prorrogado por seis meses, en el gobierno de Juan José Arévalo, y el monto total pagado alcanzó el 75% de la deuda, equivalente a Q4 millones 650 mil.
Del 1 de julio de 1944 al 1 de julio de 1946, se vendieron 177 mil 280 onzas de oro para disponer de libras esterlinas con las que se pagó aquella deuda y otras obligaciones, en esa última fecha inició operaciones el Banguat.
El historiador señala que la Deuda Inglesa en libras esterlinas se canceló totalmente en 1968, luego de 144 años, mediante un refinanciamiento en 1966 con bonos del Estado en quetzales.
Reserva: En títulos
- Edwin Matul, exgerente del Banguat, aseguró que, si bien el patrón oro ya no es utilizado por los bancos centrales, el mineral precioso tiene su valor intrínseco, un valor numismático y uno monetario.
- Lo que posee la banca central son reservas que quedaron y que se conservan.
- “Esto ya es un activo en oro, pero que en su momento fue reserva, y se emitía dinero respaldado por el oro que se contaba; pero todo eso se rompió con el patrón oro, y lo que queda es contar con un activo más, como tener bienes inmuebles o la emisión de acciones”, remarcó.
- Al preguntarle ¿en dónde puede estar el futuro de este metal? Matul respondió que las reservas están invertidas en títulos de valores, en títulos de bancos centrales de operaciones de primer orden, algo que no va a cambiar.
- “La criptomoneda, ¿qué tiene de respaldo? Y lo que usted me va a decir es que tiene un algoritmo que nadie sabe o que solo algunos pueden saberlo; simplemente, no veo que pueda ser un activo confiable para invertir, aun cuando ganó precio en los últimos ocho años. Pero también es cierto que del 2020 para acá perdió la mitad de su valor, y ese tipo de volatilidad no deja que sea un activo para una inversión a diferencia de invertir en papeles en países centrales de bancos fuertes”, destacó Matul.
- Puede sonar tradicional, pero ese principio conservador debe mantenerse en la banca central, concluyó el exgerente.
Al 30 de mayo del 2021 las inversiones en valores en el exterior de Guatemala alcanzaban Q139 mil 983 millones, según el balance general oficial.