El Ministerio de Energía y Minas (MEM) confirmó un último “ajuste” de Q2.70 para las gasolinas y de Q0.77 para el diésel, como promedio, por lo que, en el área metropolitana, el galón de súper llegó a Q41.93; el de regular, a Q38.83 -que tiene un subsidio de Q2.50- y el de diésel, a Q38.50 -subsidiado con Q5- en la modalidad de autoservicio. Mientras, en muchos municipios del resto del país, se observaba una diferencia de hasta Q3, en comparación con los precios que se registraron en la capital.
El martes 3 de mayo, también hubo variación alcista de Q2.24, y según el MEM, esta es la séptima semana consecutiva de incrementos, lo que preocupa a personas individuales y sectores productivos, ya que estos costos tienen una incidencia directa sobre la movilidad y el transporte de pasajeros y mercadería.
De 39% a 57%
Del 1 de enero al 10 de mayo, los precios de los combustibles han mostrado movimientos alcistas constantes. Por ejemplo, en enero el precio del galón de súper costaba Q28.69 y con la referencia de ayer (Q41.93) subió Q13.24 (46%); la regular pasó de Q27.91 a Q38.83, para un incremento de Q10.92 (39%), mientras que el diésel subió de Q24.51 a Q38.50, para un aumento de Q14 (57%).
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) presentado este lunes, reveló que, en términos interanuales, los gastos básicos que registraron la mayor alza porcentual en abril fueron el diésel con 52.38%; la gasolina súper con 38.34%; y regular, con 32.18%.
Mantienen tarifas, por el momento
Ante esta situación, representantes de las gremiales que integran la Coordinadora Nacional de Transporte (CNT) analizaron el tema este martes, especialmente el encarecimiento del diésel, para tomar decisiones sobre lo que ocurrirá después del 5 de junio, cuando concluya el subsidio aprobado por el Congreso.
“Vemos con preocupación que cuando termine el apoyo en junio, el galón de diésel subirá otros Q5”, detalló Augusto Toledo, presidente de la Asociación de Transportistas Internacionales (ATI).
Por lo tanto, entre las conclusiones de la reunión está que cundo eso suceda, “tendremos que hacer cambios en los precios que se están cobrando en este momento por el traslado de personas y mercaderías”. Dejó claro que en este momento no se está analizando ajustar las tarifas, pero cuando el subsidio ya no esté vigente, es lo que ocurrirá.
En la estructura de costos del transporte, el combustible representa entre 45% y 50% del valor del flete y por cada Q5 que el galón de diésel sube, el ajuste automático es de hasta 8% del costo del flete. Toledo aseguró que aún no hay acercamientos con las autoridades del MEM para abordar el tema, pero es otro asunto por decidir.
Incidencia en el aparato productivo
A Luis Alfonso Bosch, presidente de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG), se le preguntó sobre los efectos del alza de los derivados del petróleo y resaltó que el impacto se da de diversas formas y en distintas fases o etapas de los procesos industriales.
“Es importante tomar en cuenta el tipo de producto del que se esté hablando, pues hay bienes que requieren un mayor consumo de insumos provenientes del petróleo que otros, o necesitan un mayor consumo de energía obtenida del petróleo. Independientemente de lo anterior, todos los productos se ven impactados en la cadena logística, ya sea para importarlos como componentes para elaborar otros productos o bien para la venta de bienes al consumidor”.
Remarcó que, por lo señalado, no es posible brindar un porcentaje representativo de la participación del combustible en la producción, “aunque los costos están subiendo para cualquier productor, distribuidor o detallista. O sea, en toda la cadena”.
Sobre la posibilidad de que aumenten los precios de productos terminados en general, Bosch respondió que Guatemala es una economía pequeña y abierta, que tiene Tratados de Libre Comercio con los principales socios comerciales y hay competencia en el mercado, lo que obliga a los empresarios a ser más eficientes y eventualmente, a revisar los precios, con el riesgo de perder mercado, ya por competencia directa o por sustitución de los productos, por parte del consumidor.
“Las decisiones de precios son del empresario y las de compra son del consumidor. Estamos en una situación compleja, pero de la que seguramente vamos a salir adelante, como en ocasiones anteriores. No es fácil y se va a necesitar de la toma de decisiones sabias de todos”, puntualizó.
Riesgo político
Y David Casasola, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien), aseguró que es muy difícil determinar el impacto la presión del alza de petróleo en la estructura productiva de las empresas porque eso depende del giro de negocio de cada una.
“Hay compañías que se dedican al transporte o a la distribución, por lo que las alzas en los combustibles impactan severamente sus costos; pero en general, depende de la orientación productiva del negocio”.
E indicó que es muy difícil establecer un perfil del beneficio del subsidio a los carburantes para la población, en cuanto a mejorar su situación económica, pero seguramente, continuará la presión para que se prorroguen estas subvenciones, lo que al final, no es sostenible para las finanzas públicas, aparte de que por tratarse de un año preelectoral, las autoridades electas de forma popular no pensarán tanto en apoyar a las personas, sino en quedar bien en la memoria colectiva en función de las elecciones del 2023.
La misma justificación
Luis Ayala Vargas, viceministro del MEM encargado del área de Hidrocarburos, confirmó que esta es la séptima semana consecutiva de aumento en el precio internacional del petróleo y sus derivados, lo que en gran medida se debe al conflicto entre Rusia y Ucrania, “lo que se ha reflejado en el mercado local”.
En la modalidad actual de apoyo social temporal, todos los martes el MEM brinda precios de referencia, que se basan en los de la Costa del Golfo de Estados Unidos durante la semana anterior y según el funcionario, el precio del diésel se estabilizó, luego de varios incrementos en las semanas anteriores, pero ahora va en alza la gasolina.
“El principal problema es que hay una escasez de crudo porque el 20% del petróleo mundial salía de Rusia y se quedaba en Europa; pero ahora, se está moviendo crudo de otros lugares (inclusive de EE. UU.), y eso ha incrementado los precios”, justificó.
Enrique Meléndez, director ejecutivo de la Asociación Guatemalteca de Expendedores de Gasolinas (AGEG), subrayó que los precios de la Costa del Golfo subieron en la semana anterior y es lo que se está reflejando.
“Sobre los factores que están incidiendo a escala internacional está la oferta de petróleo a escala global; la situación geopolítica en Rusia y Ucrania; y la capacidad de refinación, que no está al máximo”.
El diputado de oposición guatemalteco Samuel Pérez Álvarez denunció este martes que su país cuenta con la gasolina más cara de Centroamérica, pese a que se encuentra en marcha un subsidio aprobado por el Gobierno del presidente local, Alejandro Giammattei.
Pérez Álvarez, de la bancada de oposición Semilla, aseguró que la principal razón por la cual el combustible es más caro en Guatemala que en el resto de la región es que existe una “economía capturada” y un “Gobierno servil”.
Con información de EFE
