Además, para julio de este año la canasta básica alimentaria se encuentra en Q4 mil 351 y la vital en Q7 mil 940 al mes, para cubrir a una familia de cinco integrantes, refieren datos del INE.
La FAO recopila mensualmente, desde el 2007, datos del salario comunitario, y en 10 años la tendencia mencionada no ha cambiado.
Gustavo García, Técnico de esa organización, explicó que el dato “se obtiene al momento que el equipo técnico de la FAO realiza la encuesta de monitoreo de precios” en 224 municipios de 22 departamentos. Para ello se consulta a la familia sobre el precio del jornal pagado en esa comunidad.
Luis Linares, analista de Asíes
Las comunidades monitoreadas por la FAO son de pequeños productores y muchos de ellos apenas pasan del umbral de la producción excedentaria. Muchos no tienen posibilidad de pagar más.
Se necesita apoyarlos para que mejoren rendimiento y tengan acceso al mercado.
Luego se obtiene un promedio por municipio y el promedio nacional (promedio del total de municipios encuestados) en las cuatro regiones del país.
En el 2007 y el 2008 el promedio en mención estuvo en Q1 mil 110, a 2012 ya había subido a Q1 mil 620 pero luego empezó a bajar y quedó en Q1 mil 590, según datos recabados en el 2015 y 2016, agrega el reporte de la FAO. Mientras que en el presente año se ubica en Q1 mil 612.
Según García, cuando se consulta acerca de ese estancamiento en los últimos años se les comenta que se debe a que en las comunidades las familias que utilizan mano de obra son pocas y entre ellas acuerdan no aumentar el salario que pagan.
Sin embargo, agregó el técnico, “siempre hay más mano de obra que oportunidades de trabajo en las comunidades, por lo que la persona que trabaja acepta ese salario”. De no aceptarlo tendrá que migrar a otra parte del país a buscar empleo, aspecto que, agregó, le implica más gastos para vivir y alejarse de la familias y de otros quehaceres diarios.
David Casasola, analista del Centro de Investigaciones Económinas Nacionales (Cien), opina que es complicado llamarle salario al ingreso que tienen este segmento de trabajadores, ya que un salario deviene de un contrato entre el patrono y el trabajador.
Opina que los montos, divulgados por la FAO, reflejan la falta de empleo formal en Guatemala y que, aunque haya política salarial que siga fijando salarios mínimos, actualmente hay un componente de fondo qué resolver como productividad y competitividad para elevar su nivel de ingreso.
A su criterio, este monitoreo refleja que para mejorar los ingresos de los guatemaltecos y considerarlos salarios hay que hacer otro tipo de estrategias porque se debe tomar en cuenta que según la Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos actualizada al 2016, el empleo informal casi llega a 70% en el país.
La falta de oportunidad de generar ingresos en el país ha impulsado la migración, expuso.
Entre los municipios con menores ingresos diarios se encuentran los de Alta Verapaz con Q30 o Q40, con alimentación, y Q45 o Q50 sin esta. Aunque pocos superan ese monto, también hay otros que reportan Q25 diarios.