El funcionario habló con Prensa Libre sobre la situación actual del sistema financiero, los movimientos de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal y los nuevos reglamentos de riesgos.
¿Cuál es el balance del sistema financiero?
Según el último informe del Capítulo IV del Fondo Monetario Internacional, una de las fortalezas de Guatemala es su sistema de banca central y la supervisión bancaria que se ejerce a través de la SIB, lo que ha incidido en la confianza de la población en el sistema. Además, que las principales agencias calificadoras de riesgo-país mejoraron la nota.
¿Qué perspectivas tienen para el cierre 2022, en el contexto internacional?
El sistema financiero guatemalteco es resiliente; lo demostró cuando entró la pandemia, pues aunque no estábamos preparados para eso, con el apoyo de la Junta Monetaria (JM) se tomaron las medidas oportunas para preservar la estabilidad financiera y la confianza del público. Y se logró que ninguna de las instituciones supervisadas resultara afectada.
Ahora estamos en una nueva situación: la pandemia sigue y nos afecta una inflación provocada por el conflicto entre Rusia y Ucrania, por lo que estamos participando en la mesa de crisis, para tomar medidas adecuadas y evitar que se afecte directamente a la población más necesitada.
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¿Cuáles riesgos se han percibido estrictamente para el sistema?
Nosotros estamos monitoreando constantemente el sistema financiero; sus índices de solvencia, liquidez y estabilidad. Si esta situación se prolongara y llegan momentos muy difíciles que puedan perjudicar al sistema financiero, como, por ejemplo, el pago de las obligaciones de los usuarios, nosotros entraríamos con unas medidas similares a las que se tomaron al inicio de la pandemia, para brindar algún alivio o respiro a las instituciones que pudieran tener dificultades.
El principal problema que hemos observado es que la Reserva Federal de EE. UU., está incrementando las tasas de interés, y eso quiere decir que los bancos corresponsales le van a subir la tasa a los bancos de Guatemala. Y estos, obviamente tendrán que trasladar ese incremento a las personas y empresas a las que les han prestado dinero, pues tal vez estas no tengan los fondos suficientes para hacerle frente a sus obligaciones.
Las medidas ya están ahí, de manera que cuando la SIB lo considere necesario, se pedirá el apoyo a la JM, para que se implementen y ayudar a las personas que puedan tener problemas para pagar sus créditos.
¿Cómo cuáles?
En el inicio de la pandemia, se recomendó a las instituciones bancarias que no subieran las tasas de interés y que concedieran una prórroga de tres meses, así como otras medidas para apoyar a los bancos.
¿Qué otros efectos tendrán las alzas de tasas de interés por parte de la FED?
Para poder contrarrestar la inflación que se está dando en niveles nunca vistos en EE. UU., ese aumento de las tasas puede provocar una recesión, situación que nos puede impactar en las exportaciones, por ejemplo, pues esa situación provocaría que ya no nos compren. O bien, que los connacionales perdieran su empleo y no puedan enviar dinero a sus familias, lo que indudablemente afectaría la economía.
Si en un país tan grande como Estados Unidos hay recesión, como no esperar que Guatemala salga afectada por eso.
¿Ya se está reflejando el ajuste de tasas en Guatemala?
Ya se está aplicando. Por ejemplo, los bancos del sistema ya subieron sus tasas activas y también hay efecto en las pasivas. Si usted quiere ahorrar, las tasas están muy bajas y si quiere prestar, el dinero le cuesta más. Y esa situación, quiera que no, afecta la economía.
En septiembre se prevé el relevo en la jefatura de la SIB, ¿en términos generales como dejará la institución?
Satisfecho. Se han conseguido logros importantes de mencionar: se actualizo el Reglamento de Riesgo Tecnológico, para poderlo adaptar a todas las situaciones que se están presentando ahora (las entidades deben protegerse), porque si bien es cierto que, por la intermediación financiera, uno de los riesgos más importantes se relaciona con los créditos, ahora los ataques cibernéticos los están alcanzado.
El objeto de la modificación del Reglamento de Riesgo Tecnológico es tener una protección más fuerte en las instituciones para evitar esos ataques cibernéticos, y ya se recomendó que las entidades cuenten con un oficial de seguridad cibernética, al que se le llama CISO.
El mismo Consejo Centroamericano de Superintendentes de Bancos, ya creo un comité de riesgo cibernético, para tomar medidas si alguna institución fuera atacada, porque ahora hay bancos que tienen presencia en varios países y todos se verían afectados. También el Reglamento de Crédito que tenía 17 años de antigüedad, por lo que ya era necesaria una actualización.
¿Qué deja pendiente?
En el Congreso se hizo lobby para que se aprobaran las reformas a la Ley de Bancos y Grupos Financieros y a la Ley de Lavado de Dinero. Si no se actualizan, habrá problemas.
Al respecto ¿qué advertencias hay para el país?
De acuerdo con los organismos financieros internacionales, el peligro que enfrenta Guatemala es que, en la próxima evaluación, podrían observar que no se han logrado tener la ley -reformas- de Lavado de Dinero y Financiamiento al Terrorismo y que eso nos pueda poner en una lista gris.
Por el momento, estamos obteniendo buenos resultados con los organismos internacionales y las calificadoras en el sistema financiero, por podemos perder lo que hemos ganado. Esa es la lucha constante.
Controles en campaña
El superintendente informó que la Intendencia de Verificación Especial (IVE) ha sostenido reuniones con los magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE) para ejercer controles sobre las donaciones a los partidos.
Por aparte, la IVE informó que al 17 de junio se detectaron dos mil 359 Reportes de Transacciones Sospechosas; 112 denuncias y ampliaciones; y un monto denunciado por Q993 millones, que involucra a unas 959 personas.