¿Cómo surgió la idea de crear el Irtra?
Por los años de 1960 el sector empresarial pensó que se debía dar a los trabajadores un plus en sus salarios y un empresario me dijo: “Yo he sido obrero y veo que en Guatemala no hay dónde recrearse y no hay muchos lugares ir. Si pueden, las familias van a Amatitlán o al puerto y nada más”. Se hizo un análisis al respecto y se pensó en una institución financiada y administrada por los patronos. Así se creó el decreto 1528 y se empezó a trabajar el 1 de julio de 1962. Se hizo una entidad realmente autónoma en la que el gobierno no tiene injerencia política ni administrativa y no da un solo centavo. Los recursos provienen de las empresas privadas.
El primer parque fue Amatitlán; el segundo, Aguacaliente (El Progreso), donde se consiguió un terreno donde había nacimientos de agua volcánica y sulfurosa para bañarse. Tras el éxito alcanzado a través de los años, se pensó en algo más grande en la ciudad de Guatemala y así nació el Parque de la Avenida Petapa.
¿Cómo se decidieron por los parques temáticos y cómo aprendieron a hacerlos?
En cierto momento nos dimos cuenta de que no había nadie en Guatemala que supiera de recreación o diseñar parques recreativos, así que había que aprender. El Parque Mundo Petapa nos enseñó a hacer recreación, aunque sea con errores por la falta de conocimiento, pero se ha remodelado tres veces y es el parque más exitoso que tenemos.
Posteriormente, pensamos en sacar la recreación y las vacaciones del núcleo central del país. Se analizó en cuál área la empresa privada tenía más trabajadores aparte del área metropolitana y se encontró que era el suroccidente. Entonces, compramos una caballería y media de terreno en Retalhuleu porque también se pensó en construir hoteles y empezamos a diseñar un parque de recreación.
Logramos ingresar a la Asociación Mundial de Parques con sede en Estados Unidos, y fuimos a conocer a los productores de juegos, diseñadores, operadores de servicios, etc. Poco después, me nombraron representante de América Latina y los presidentes de grandes corporaciones como Disney, Universal Studios, Europa Park y otros, fueron muy abiertos con nosotros, así que aprendimos cómo diseñar un parque de diversiones desde su parqueo, entrada, servicios, juegos, lecciones que hemos puesto en práctica y nos ha dado muy buen resultado.
¿Cuántos parques tiene el Irtra?
Actualmente tenemos seis parques funcionando: Amatitlán, Aguacaliente, Mundo Petapa, Xocomil, Xetulul y Xejuyup. Hemos tenido muy buena respuesta, pues el 2019 fue el mejor año, antes de la pandemia, y recibimos 4 millones de personas.
En la historia del Irtra, hemos recibido 87 millones 100 mil personas, cuyo 80% son trabajadores con carné y sus familias, por lo que el propósito se ha cumplido, el 20% restante son personas ajenas a la actividad de la empresa privada y llegan pagando su ingreso.
También incorporamos hospedaje, y ahora somos el hotel más grande de Guatemala con 800 habitaciones, donde ofrecemos todos los servicios de un resort: piscinas, canchas de tenis, de squash, de ráquetbol, boliche, gimnasios, así como spa, tratamientos de belleza y relajación, aparte de restaurantes donde puede estar seguro de la comida que está recibiendo, está bien seleccionado el proveedor y bien hecha en las cocinas bajo las normas.
¿En los 60 años del Irtra, cuánto se ha invertido para los parques y hoteles y cuáles son los nuevos proyectos?
En general son unos Q3 mil 500 millones. Pero si hoy se quisiera repetir la construcción de lo que tiene el Irtra en parques y hoteles, tendría que destinarse un mínimo Q5 mil 500 millones.
El negocio de parques de recreación tiene una característica y es que no se pueden quedar estáticos. Ahora, una de las primeras ampliaciones que haremos es en el parque de agua Xocomil, pues adquirimos terrenos a la par y lo ampliaremos, pero vamos a hacer un nuevo parque de agua, con otros tipos de juegos, restaurantes y otros servicios. Calculamos que la inversión estará entre los Q300 millones y Q350 millones.
Otro parque en el que estamos trabajando es un poquito más agreste, tipo finca, donde se pueda llegar a ver la lechería, las vacas, además tener ovejas, cabritas, venados, montar a caballo y pasear entre la montaña. También estamos pensando en un parque con más mezclas de espectáculos y en otro de tipo deportivo. Hay un programa de inversiones para 25 años.
¿En qué consiste ese plan de inversiones?
Hay presupuestos programados, que pueden cambiar, pero tenemos unos Q1 mil 500 millones para ir invirtiendo en 5 años más o menos. El Irtra ha recabado unos Q6 mil millones de los patronos en sus 60 años de existencia y eso se ha usado en inversión. El funcionamiento lo paga la operación de los parques.
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¿Cuántos empleos están generando?
Tenemos actualmente 4 mil 627 personas trabajando en empleos fijos hasta el fin de semana pasado, y calculamos que hay unos 15 mil puestos de trabajo indirectos en las áreas de influencia de los parques.
En Retalhuleu se ha generado un polo de desarrollo alrededor del Irtra. ¿Qué nos dice al respecto?
Sí. La Asociación Mundial de Parques otorga el premio Aplauso cada dos años al mejor parque del mundo, y para obtenerlo, como lo hicimos nosotros, se debe cumplir una serie de condiciones: que el parque funcione, que genere impacto en la comunidad, que ofrezca servicios en calidad, comportamiento social aceptable, el desarrollo de las zonas, etc.
Cuando nosotros llegamos a Retalhuleu había cuatro o cinco hoteles cercanos y hoy hay 46, con empleo para 1 mil 500 personas. También hay empresas de transporte para llevar a los trabajadores, tiendas, restaurantes, etc.
En general, el Irtra paga alrededor de Q11 millones mensuales en salarios, lo que impacta en las áreas comercial, vivienda y otras.
Por otro lado, hoy tenemos un proyecto con el que queremos unir a 3 municipalidades en cuanto a servicios y desarrollo, pues todas quieren hospital, escuela, campo deportivo y hay que coordinarse. Entonces, se busca firmar un convenio con los alcaldes de Santa Cruz Mulua, San Martín Zapotitlán y San Felipe Retalhuleu. Con caminitos vecinales no se desarrolla nadie. Se necesitan carreteras para que se pueda llevar salud, educación y productos a sus lugares.