Economía

Empresarios sugieren varias medidas para reducir el impacto económico del colapso de la ruta al Pacífico

La interrupción del paso de vehículos comerciales y de personas en la ruta al Pacifico por el hundimiento registrado en el kilómetro 17 Villa Nueva, ya está generando impactos en la actividad productiva de muchas empresas.

villa nueva hundimiento

La interrupción del paso de vehículos comerciales y de personas en la ruta al Pacifico por el ya está generando impactos en la actividad productiva de muchas empresas. (Foto Prensa Libre: Carmina Montúfar)

La interrupción del tránsito a la altura del Km. 17.5 de la ruta al Pacífico dispuesta por las autoridades la noche del 2 de agosto pasado, afecta el intercambio de mercancías entre los puertos del Pacífico y el Atlántico para la exportación e importación de mercancías, aparte de que se trata de un área industrial y comercial donde están ubicadas cientos empresas que manufacturan bienes para el consumo, y es utilizada para la distribución a puntos de venta en todo el país.

De esa cuenta, a diario transitan por el lugar miles de vehículos del transporte pesado, por lo que aún es incuantificable el impacto económico de la interrupción de esa vía de comunicación, aunque ya comienzan a verse efectos colaterales en las demoras para el traslado de productos, que implica aumento de costos, según la apreciación de expertos en logística consultados por Prensa Libre y que cuentan con operaciones en el área de influencia.

Uno de los principales obstáculos es que no existen suficientes vías alternas que soporten la carga vehicular pesada, liviana y personal para poder liberar el tráfico, por lo que la dimensión del problema dependerá de la duración de los trabajos de reparación, así como de las medidas emergentes que adopten las empresas o fábricas instaladas en el sector sur del área metropolitana. Mientras ello ocurre, los consultados ofrecieron varias opciones:

Alternancia y horarios específicos

Leonel Leal, consultor en temas logísticos, explicó que lo primero es evitar que la ruta al Pacífico sea bloqueada completamente por parte de las autoridades, pues en lugar de ello, se puede disponer una alternancia; es decir, que exista paso de vehículos por una de las dos vías y que el horario de noche/madrugada sea exclusivo para el tránsito pesado. Lo que no recomienda es utilizar para el transporte pesado la RN14 porque no soportaría la intensidad de este tipo de automotores.

Otra opción es contar con un paso alternativo en la ruta al Pacífico y que el horario nocturno quede exclusivo para el paso de vehículos de mayor tonelaje, en lo que deben estar de acuerdo las empresas de transporte, en coordinación con las municipalidades.

Guillermo Alvarado García, gerente de logística de una empresa industrial ubicada en Amatitlán, coincide con Leal en que el transporte pesado debe usar el tramo de manera exclusiva en un horario determinado, para que la carga pueda movilizarse.

También indicó que este problema implica otras situaciones para las empresas, pues si por ejemplo, los empleados no pueden llegar a las empresas ubicadas en el sector, no se podrá producir, por lo que además, se debe pensar en el transporte de pasajeros.

Por lo tanto, el consultor visualiza que los primeros efectos de este problema están en la demora en el traslado de materias primas; la posible inasistencia de los trabajadores por la falta de transporte público; y pérdidas de productos perecederos desde y hacia los puertos. “Se deben revisar e implementar calendarios de entregas y despachos, habilitar más rutas alternas para el transporte de bienes y personas, así como horarios escalonados de tránsito”, resumió.

Alejandro Ceballos, representante del sector de Vestuario y Textiles, explicó que hay un daño “en el corazón” de la zona industrial textil, donde está la mayor parte de fábricas de confección. “Y las que no están ahí, de todas maneras, utilizan la ruta para el traslado de productos y materia prima hacia y desde los dos puertos principales del país porque no hay rutas alternas”.

Coincidió en que una de las opciones es poder trabajar en la noche, cuando no hay tráfico en la ciudad y coordinar los embarques para fines de semana. Sin embargo, luego calificó la situación como “desastrosa para el sector” y recordó que una de las promesas de esta administración era la conclusión de la carretera RN50, que conectaría desde Escuintla al Atlántico, por lo que será una decisión a cargo del nuevo gobierno.

Medios de transporte quedaron varados en la ruta al Pacífico y no pudieron hacer los despachos de sus mercancías por el hundimiento en Km. 17. (Foto Prensa Libre: Carmina Montúfar)

Lo que sugiere la CIG

Raúl Bouscayrol, presidente de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG), también enumeró una serie de posibles soluciones para evitar mayores problemas en la cadena de distribución de materias primas y productos terminados:

“Lo primero es tomar rutas alternas para comenzar a minimizar el impacto. Algunas son: El Amate, Bárcenas, carretera VAS, Hincapié a Villa Canales, Lago de Amatitlán, Calzada Roosevelt y Avenida Petapa, entre otras. Lo segundo es que, esta no es la primera vez que Guatemala enfrenta situaciones como esta, por lo que no es suficiente analizar el punto afectado, en este caso el kilómetro 17.5. Se debe hacer una revisión integral de la red vial para realizar las reparaciones preventivas y de esa forma, evitar nuevos inconvenientes”.

A su criterio, no se puede dejar de mencionar los siguientes puntos como acciones necesarias a implementar en el largo plazo:

  • Inversión en infraestructura: El plan integral “Guatemala No Se Detiene” posee un eje de infraestructura en el que el gobierno debe enfocarse en los próximos años, por el gran impacto que tendrá en el desarrollo y competitividad de Guatemala. De este eje ya se tienen identificados 64 proyectos prioritarios a nivel nacional, incluyendo proyectos viales y portuarios, entre otros.
  • Cambio del modelo actual de contrataciones: Si se sigue haciendo lo mismo, no se lograrán cambios de fondo. “Necesitamos un nuevo modelo que favorezca la eficiencia, competencia y agilidad en el uso de los recursos. Para ello, consideramos que es vital garantizar las condiciones adecuadas para que las alianzas público – privadas funcionen y así desarrollar los grandes proyectos de infraestructura estratégica que tanto necesitamos en carreteras, puertos y aeropuertos. Pero para esto, debemos trabajar con el Congreso para modificar la ley actual, y que se den las condiciones adecuadas para que las APPs funcionen”, indicó.

Bouscayrol añadió que situaciones como estas representan retrasos para el transporte terrestre; reducción de la productividad de unidades; e interrupción de la cadena logística del país, lo que puede causar desabastecimiento, costos adicionales e incluso pérdidas en productos perecederos que deben llegar a su destino en tiempos limitados.

“Las autoridades deberán trabajar las 24 horas del día para realizar los análisis pertinentes y así tomar las acciones necesarias de forma inmediata para evitar más retrasos en el transporte terrestre y para los guatemaltecos que diariamente transitan por dicha ruta. Como sector industrial del país, reiteramos que Guatemala debe realizar importantes esfuerzos de conservación e inversión en la red vial, ya que esto representa un impacto directo a la competitividad y desarrollo económico. La inmediatez en la que se resuelva el problema en el Km. 17.5 será clave para evitar mayores problemas”, enfatizó.

Daños desde el primer día

El consultor empresarial René Muñoz Barnoya manifestó que el efecto inicial de la interrupción se pudo observar inmediatamente, pues perjudicó a las personas que circulan a diario por Villa Nueva, Bárcenas, San Miguel Petapa, Villa Canales y Amatitlán, con un alto tráfico desde la madrugada de ayer, así como en los tiempos de llegada a sus hogares, trabajo, establecimientos educativos u otros destinos.

“En el caso del comercio e industria, estos problemas logísticos impactan en los costos de transporte de materias primas y productos terminados. Y siendo el sur de la ciudad un área de muchas fábricas, se incrementan los costos de producción y, en consecuencia, se elevan los precios al consumidor final, si el problema no se resuelve rápidamente”.

A esto se agrega que en los puertos hay tiempos para carga y descarga de barcos, por lo que también sugiere varias acciones:

  • Planificación de llegada de las materias primas con mayor antelación.
  • Coordinar con transportes propios y ajenos los traslados necesarios para mantener inventarios.
  • Ampliar horarios de recepción de materias primas y productos terminados.
  • Habilitar horarios más flexibles para los trabajadores, en áreas que lo permitan.
  • Mayor comunicación con los clientes para informar sobre tiempos de entrega y posibles retrasos.

También se están adoptando otras acciones en el corto plazo, lo que depende de cada empresa, como la activación de otras rutas para no afectar las entregas más allá de lo normal, aparte de la ampliación de horarios de trabajo.

ESCRITO POR:

Urias Gamarro

Periodista especializado en macroeconomía, finanzas públicas e infraestructura, con 20 años de experiencia en medios radiales, impresos y digitales.