Sus citas trimestrales con inversionistas y analistas parecen peleas de boxeo, en las cuales juega el papel de un retador determinado a lanzar el primer golpe.
“Las preguntas aburridas e imbéciles no son bienvenidas” respondió a un analista financiero que lo interrogaba sobre los márgenes de ganancia de Tesla luego de un desempeño nuevamente decepcionante del constructor de autos eléctricos de alta gama.
Tesla ha ganado dinero solamente en dos trimestres en 15 años. Aún así, el grupo tiene una valoración en bolsa mayor que General Motors con sus decenas de millones de vehículos producidos y sus miles de millones de dólares en ganancias.
Intimidación
“Esas preguntas son estériles. Me fastidian”, seguía el empresario en aquel intercambio; un desplante que no se pueden permitir otros grandes directivos de empresas, pues las recomendaciones de analistas financieros tienen pesadas consecuencias sobre una acción en bolsa.
Elon Musk, que marcó la hoja de ruta del transporte del futuro -carros eléctricos y vehículos autónomos-, se ve como un visionario incomprendido y no duda en recurrir a la intimidación y las amenazas de cara a sus “enemigos”.
Un colaborador del sitio estadounidense de información financiera seekingalpha.com salió de esa publicación luego de que Musk llamó personalmente al empleador del autor para amenazarlo con una demanda en la justicia por varios escritos negativos sobre Tesla, informó el sitio a finales de julio.
Otro extraño momento ocurrió en julio cuando Musk tachó de “pedófilo” a un espeleólogo británico que desechó la idea del jefe de Tesla de usar un submarino miniatura que él diseño para rescatar a 12 niños tailandeses de una cueva. Luego pidió disculpas.
Raras entrevistas
Su conducta ha generado comparaciones con el presidente estadounidense, Donald Trump, otra importante figura que usa las herramientas sin filtro de las redes sociales, no soporta las críticas y mantiene relaciones difíciles con la prensa.
Sus entrevistas son raras, elude los grandes medios financieros estadounidenses como el Wall Street Journal, contra el que arremete regularmente, prefiriendo en cambio semanarios más modernos como RollingStone.
Decidió crear un sitio web que permitiría a los usuarios “calificar la veracidad de los artículos” de prensa sobre Tesla y dar una “nota de credibilidad sobre cada periodista, editor o publicación”. El sitio debe llamarse inicialmente “pravda” (verdad, en ruso).
Empresario de muchas facetas, se ve a sí mismo más como una marca aparte y se exhibe así gustosamente junto a celebridades en lujosos eventos como la gala anual del Museo Metropolitano de Nueva York.
Wall Street le puso la alfombra roja, pero la acumulación de polémicas ha provocado cansancio y algunos empiezan a preguntarse sobre su equilibrio mental y su capacidad para dirigir su empresa.
“Locos”
Tras salir de su país natal, Musk, que posee la nacionalidad estadounidense y canadiense, estudió en Ontario, Canadá, y luego en Estados Unidos.
Con menos de 25 años crea Zip2, una empresa de softwares online, y se convierte en millonario antes de los 30 años tras vendérsela al fabricante de computadores Compaq en 1999.
El joven empresario funda a continuación X.como, que será fusionada con Paypal, a su vez fue comprada por eBay en 2002 por 1.500 millones de dólares. Su fortuna está actualmente valorada por la revista Forbes en 22.100 millones de dólares.
También gerencia una fundación consagrada a la educación, las energías renovables y la salud infantil.
Padre de seis niños, tres veces divorciado, Musk acumula éxitos industriales como el sistema de pagos en línea de Paypal, los automóviles Tesla, la empresa de paneles solares SolarCity así como SpaceX que fabrica cohetes espaciales
SpaceX anunció recientemente su intención de enviar a fines de 2018 dos turistas a la Luna.
“La gente tiene la tendencia a pensar que los visionarios con locos pero están entre los mejores emprendedores que jamás hayamos tenido: (Walt) Disney, (Steve) Jobs y Musk”, afirma Quint Tatro, del fondo Financial, y accionista individual de Tesla.
