El año pasado, cuando el Super Bowl convocó a 111 millones de televidentes (quinta transmisión más vista de la historia), el número subió a 117 millones cuando tocó Lady Gaga, las cifras de este año podrían acercarse o superar esta cifra.
Las compañías que se interesaron por aparecer en la tanda publicitaria debieron desembolsar un promedio de casi US$6 millones por medio minuto de espacio.
Parece una inversión escandalosa; sin embargo, las empresas dispuestas a hacerlo saben que se llevan una ganancia que justifica cada centavo gastado.
Para la consultora Gallup, casi un tercio de los televidentes están tan o más interesados en las producciones audiovisuales de las marcas que en el partido mismo. En términos comerciales, la publicidad del Super Bowl moverá más de us$400 millones.
Como sucede en cualquier parte del mundo, un partido visto por televisión no termina de ser tal si no se lo acompaña con alguna bebida o comida. Se prevé que en Estados Unidos se consuman casi 1 mil 500 millones de alitas de pollo, más de 50 millones de cajones de cerveza y casi 15 mil millones de papas fritas, además de las tres toneladas y media de palta para el guacamole con que se acompañen los nachos y el incremento de 350% en ventas de las pizzerías.
La transmisión televisiva de este megaevento es todo un acontecimiento en sí mismo. Por eso, la cadena NBC, que compró los derechos por unos US$950 millones por temporada, empleó a aproximadamente 500 trabajadores, más de 100 cámaras y unos 800 kilómetros de cableado para transmitir el duelo del domingo pasado entre los Patriots y los Eagles.
Esta final, al cabo, es el evento de mayor impacto en términos de marketing deportivo: el año pasado, representó un valor de marca de US$1 mil 500 millones.
Los asistentes al estadio dejarán apróximadamente 40 toneladas de basura. Anticipando la jugada, las empresas que proveerán los alimentos se encargaron de preparar recipientes orgánicos, que puedan convertirse en abono. Esperan darle ese destino al 90% de los desechos, mientras que el 10% restante será incinerado y generará electricidad.
El desafío es sostener el espíritu ecológico en el recinto luego del Super Bowl, algo que ha costado mucho conseguir.
La tecnología también juega su partido en un deporte que la aprovecha cada vez más.
Los entrenadores se nutren de datos durante el mismo partido. La empresa Zebra Technologies, por ejemplo, es la encargada de forma oficial del “Rastreo de Jugadores en Campo” desde 2014, cuando los jugadores comenzaron a llevar sensores en las hombreras, que emiten radiofrecuencias de 25 señales. Hasta la pelota lleva chips que permiten analizar cómo viaja a través del campo.
Las apuestas también mueven millones
Mientras el Tribunal Supremo de Estados Unidos se prepara para lanzar un fallo que legalizaría las apuestas deportivas afuera de Nevada, se espera que los estadounidenses apuesten alrededor de $4 mil 76 millones en el Super Bowl LII entre los New England Patriots y los Philadelphia Eagles, según estimaciones publicadas por la American Gaming Association.
Solo el 3% de la cifra apostada en el Super Bowl tendrá como punto de referencia Nevada, según AGA, que representa a la industria de los casinos en la nación norteamericana.
Mientras tanto, los estadounidenses no tienen problemas para encontrar formas de apostar en el Super Bowl. La cifra de $4 mil 76 mil millones es la misma que la ganancia de Facebook en el tercer trimestre de 2017.
Se jugó un récord de $138.4 millones en el Super Bowl del año pasado en las casas de apuestas deportivas de Nevada. Los corredores dicen que están en camino a superar esa cantidad en el juego de este año.
¿Cuánto gana un jugador campeón del Super Bowl?
En cuanto a las ganancias de los jugadores campeones, la NFL les otorga a cada uno US$112 mil, mientras que los del equipo perdedor obtienen US$56 mil.
Adicional, se destaca el trofeo de plata de 60 centímetros de alto, el cual está valorizado en US$50 mil, y es fabricado desde 1967 por la famosa joyería Tiffany & Co.
*Con información de AFP, El Clarín deportes, ESPN Deportes, El Gráfico.