Con el vencimiento de esta subvención se esperaría que, a partir del 1 de febrero, el Ministerio de Energía y Minas (MEM) establezca los nuevos precios de referencia, aunque los envasadores deberán agotar el inventario del producto adquirido a menor precio, para vender al público de acuerdo con esta tabla:
- GLP 10 libras: Q49
- GLP 20 libras: Q98
- GLP 25 libras: Q122
- GLP 35 libras: Q171
¿Se logró el objetivo?
De momento, no se sabe si en la Comisión de Finanzas del Congreso se discute la posibilidad de una nueva prórroga o si en los próximos días se estará analizando alguna medida similar, pero de momento, el viceministro del MEM encargado del área de Hidrocarburos, Luis Ayala, afirmó que se logró el objetivo de mantener estables los precios al consumidor, sobre todo en los meses de octubre a febrero, cuando tiende a subir de precio por la temporada invernal en Europa y EE. UU.
Luego indicó que el subsidio fue otorgado por medio de las compañías envasadoras y los desembolsos correspondientes están al día, a excepción de la última quincena, pues antes de cada pago se confirma que el beneficio haya llegado a todos los compradores.
Las estadísticas señalan que el cilindro de 25 libras es el de mayor consumo en Guatemala, y diariamente la demanda es de 42 mil cilindros.
Lo que viene
Al preguntarle sobre el futuro de los precios al consumidor, el viceministro remarcó que se está evaluando en la Dirección General de Hidrocarburos (DGH) cuáles serán los precios de referencia después de que concluya el apoyo estatal, pero todo apunta a que no exista un cambio brusco “porque al final, lo que se busca es que se mantenga un precio estable en los hogares y no haya un impacto en la economía familiar”.
En una entrevista con Prensa Libre el pasado 16 de enero, Miguel Ángel Moir, ex jefe de la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan), expresó que la implementación de los programas de subsidios estatales a los productos energéticos es un estabilizador social; pero, sobre todo, es un mecanismo para poder prevenir conflictos sociales.
Pero ahora, también por la campaña política, se considera una herramienta para quedar bien con la población votante.