Este subsidio reducirá el precio de esos combustibles cuando cobre vigencia, posiblemente el próximo 1 de abril, y durará dos meses, luego de que la ley indicada sea publicada en el diario oficial, así como el reglamento respectivo.
De esa cuenta, el precio de referencia del galón de diésel que este miércoles 16 de marzo era de Q35.49, pasaría a Q30.49; y el galón de gasolina regular, que costaba Q37.39, bajaría a Q34.89. En la discusión legislativa, algunos diputados presentaron una enmienda para que se incluyera la gasolina súper, pero fue rechazada.
En un sondeo realizado por Prensa Libre, se encontraron varias posturas encontradas al respecto.
Prevén más consumo de regular
Enrique Meléndez, director ejecutivo de la Asociación Guatemalteca de Expendedores de Gasolinas (Ageg), explicó que un efecto inmediato será el cambio de la demanda por parte de los consumidores de gasolina súper a regular, por el margen de precios, lo que podría detectarse en los primeros días de vigencia de la medida, por lo que están analizando ese comportamiento con las compañías importadoras.
“Habrá un cambio de patrón de consumo de gasolina súper a regular, de manera que los importadores deberán hacer los ajustes respectivos, tomando en cuenta la diferencia que superará los Q3 por galón”, afirmó el directivo.
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Esto, porque en promedio, el galón de regular es Q0.60 más bajo que la superior, pero al sumarle los Q2.50 del subsidio, el diferencial rondaría Q3.10 que es significativo y puede empujar a una mayor demanda.
De momento, no hay un escenario sobre cuánto podría aumentar el consumo de la regular, pero un factor que se acerca es la Semana Santa, cuando estacionalmente aumenta la demanda de los hidrocarburos por el masivo desplazamiento de personas.
“El consumidor tendrá que evaluar y prestar mayor atención al tipo de combustible que utilizará su vehículo, que puede ir más por la gasolina regular”, precisó al señalar que no hay antecedentes sobre un cambio de consumo en Guatemala.
Respecto al diésel, el directivo apuntó que el comportamiento es muy estacionario y marcha de acuerdo con el desenvolvimiento de las actividades productivas, por lo que podría mantenerse.
Congelan alzas
Augusto Toledo, presidente de la Asociación de Transportistas Internacionales (ATI), afirmó que la medida es un alivio al sector de transporte pesado y comercial, y para muchas compañías que no habían ajustado precios, esta reducción daría un compás de espera para no hacerlo en este momento.
“Pensamos que este subsidio es una solución más factible que quitar el impuesto sobre la distribución de petróleo que es mucho menor que los Q5 y eso nos beneficia mucho”, manifestó. El galón de diésel paga un IDP de Q1.30; la gasolina súper Q4.70 -que no tendrá subsidio- y la regular, Q4.60, según la ley respectiva.
Discutir tarifas a fondo
Carlos Vides, gerente de la Gremial de Transporte Extraurbano de Pasajeros (Gretexpa), consideró que esta medida es un paliativo por dos meses, pero el sector busca un encuentro con las autoridades del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV), para tratar algo de fondo en cuanto a los pliegos tarifarios vigentes en el acuerdo gubernativo 225-2012, que rige las tarifas del transporte extraurbano de pasajeros.
“Esperamos que los Q5 para el galón de diésel no vayan a provocar inflación más adelante o más deuda, pues no es esa la idea, ni lo que nosotros perseguimos”, añadió, y las propuestas van en el sentido de liberar el aforo en las unidades de transporte, como ocurre en el Transurbano y otros servicios.
La semana pasada, el sector transporte había anunciado medidas ante el encarecimiento del diésel que llegó a cotizarse arriba de los Q40 por galón.
Posición crítica
Jorge Briz, presidente de la Cámara de Comercio de Guatemala (CCG), consideró que el tema de los subsidios es inadecuado, pues se traduce en endeudamiento público, se genera más pobreza, no se invierten los recursos adecuadamente y se genera inflación y déficit fiscal.
En vez de estar otorgando subsidios, lo mejor sería que “efectivamente, en el tema de combustibles y transporte, con los miles de millones de quetzales que se han gastado, ya se tuvieran buenas carreteras y mejor infraestructura”.
Mencionó que para un trayecto que puede tener una duración de 30 minutos, se dedican dos horas por las malas condiciones de las vías, por lo que sería mucho mejor y económico solucionar ese problema, en lugar de autorizar subsidios.
“No solamente es el tiempo que se dedica por una infraestructura que es una calamidad, en la que se han gastado miles de millones de quetzales, sin resultados claros, sino que los vehículos sufren desperfectos”, remarcó el presidente de la CCG.