La ley fue aprobada por todas las fuerzas políticas representadas en el Congreso el pasado 29 de marzo, luego de considerar que la extracción de metales es una industria destructiva para el medio ambiente y la salud pública.
Con ello, El Salvador se convirtió en un referente en la lucha contra esa industria y sus efectos en el medio ambiente, según ambientalistas.
“Más que novedosa, es una ley necesaria ante una industria que lejos de traer algún provecho a las comunidades, trae grave contaminación a las fuentes de agua, al medio ambiente. Es de celebrar esta ley” , dijo el presidente de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES) , Mauricio Sermeño.