Este monto conlleva a un incremento del 5% al plan de gasto aprobado en noviembre del 2021, que fue de Q106 mil 229 millones, y lo elevaría -con las ampliaciones- hasta Q112 mil 152 millones, que es el más alto en la historia del manejo de las finanzas públicas, en un contexto de año preelectoral.
La última ampliación al presupuesto vigente ocurrió en la sesión del pasado miércoles 18 de mayo, cuando se aprobaron Q1 mil 515 millones, asignados al Ministerio de Energía y Minas (MEM), el que administrará en total Q2 mil 260 millones para cubrir los subsidios a los precios del gas propano, las gasolinas superior, regular y diésel.
En marzo pasado, esa cartera ya tenía asignados Q775 millones para cubrir el subsidio al galón de gasolina regular y diésel, y otros Q150 millones para el cilindro de GLP, pero en esta ocasión los diputados nuevamente ampliaron el techo del presupuesto.
Las maniobras financieras
A mediados de marzo, el Congreso intensificó una primera maniobra presupuestaria al ampliar en Q4 mil 407 millones el presupuesto vigente. Según la información del Sicoin, el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) recibió Q3 mil 388 millones, y el MEM Q1 mil 8 millones de los cuales, Q745 millones cubrirían el subsidio vigente de Q2.50 para el galón de gasolina regular y Q5 para el galón de diésel con vencimiento el próximo 4 de junio.
La segunda táctica se materializó esta semana al ampliar a Q1 mil 515 millones el presupuesto para el MEM, pero ahora para cubrir el subsidio de Q5 para cada galón de gasolina super y regular, y Q7 para el galón de diésel, durante dos meses, que empezará a regir el próximo 31 de mayo.
En los programas de subsidios por parte del MEM se estarán manejando alrededor de Q2 mil 523 millones que cubrirán los meses de junio y julio.
Los recursos provendrán de saldos de caja, que al 31 de diciembre pasado eran Q12 mil 885 millones y ya se había comprometido y asignado en el presupuesto Q5 mil 948 millones.
El presupuesto vigente hasta hoy, según el Sistema de Contabilidad del Estado (Sicoin), es de Q110 mil 637 millones porque aún no están operados los últimos Q2 mil 260 millones para el MEM, ya que las cifras se oficializarán cuando sea publicado el decreto en el Diario de Centro América.
Controlar conflictos
Para Miguel Ángel Moir, extitular de la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplán), al subsidiar el combustible se está atendiendo a la clase media-media alta, y ahí ya se define a qué tipo de población se está cubriendo, dados los valores que se están observando en los precios de Q40 o más por galón.
Por otro lado, analizó que es una acción política, porque se debe quedar bien con la población electora y se actúa como una válvula que se debe tener bien controlada para evitar cualquier conflictividad social, pero además se está atendiendo el principal movimiento de mercancías y de pasajeros, que a su vez dinamiza la economía.
Con el subsidio, expresó Moir, el Gobierno queda bien con el sector empresarial y con la clase media, pero está pendiente, de nuevo, resolver el tema del transporte público. Sobre todo, el urbano, pues en la provincia, el pasaje se cobra de manera arbitraria, pero en las áreas urbanas las autoridades municipales ejercen el control para que las tarifas no suban de precio.
Comentó que ese dinero asignado para los subsidios, el Gobierno y el Congreso, pudo destinarse a otros gastos y que la población absorbiera el costo de los carburantes, pero se corría el riesgo de conflictividad social en torno al aumento de las gasolinas. “Por lo tanto, la medida responde a una prevención de cualquier movimiento de disturbios, así que lo más fácil en este escenario era la implementación de un subsidio”.
Presupuesto 2023, ya definido
La ligereza de estas ampliaciones presupuestarias por parte del Congreso también tiene un trasfondo, en el sentido de que, si no se aprueba el presupuesto para el 2023, que ya es electoral, quedará el vigente el actual. O sea, los Q112 mil 152 millones. Esto, si las ampliaciones no continúan durante el resto del año.
Desde el punto de vista fiscal, ya se anticipan efectos para la siguiente administración de Gobierno que asuma en enero del 2024 y que salga electa en 2023, pues con las medidas aprobadas, las nuevas autoridades recibirán vacía la caja fiscal, ya que el saldo positivo de recursos se agotó.
Moir es de la idea que también podrían aprobarse transferencias de fondos a otras áreas, como los ministerios de Desarrollo o de Agricultura, que tienen gasto social, para cubrir el agujero que se dejará, como consecuencia de los subsidios, lo que también van a comprometer a la futura administración pública.
Por otro lado, también se puede “echar mano” de préstamos que ya fueron aprobados, para efectos del gasto de funcionamiento, aprovechando los diferentes espacios de apoyo presupuestario. Y si la situación fiscal se agrava en torno a la recaudación, se debería analizar la implementación de una reforma tributaria, para poder financiar los subsidios que de alguna manera se tendrán que pagar. Pero la responsabilidad sería para la próxima administración.
En los próximos días se estará convocando a la Comisión Técnica de Finanzas, para iniciar el proceso de discusión del proyecto del presupuesto 2023 del que será el último año de la gestión del presidente Alejandro Giammattei, y que deberá presentarse en septiembre próximo al Congreso para ser aprobado, como fecha límite, el 2 de noviembre.
Recientemente, el analista de Acción Ciudadana (AC), Marvin Flores, opinó que la única explicación a estos movimientos es que estamos en año preelectoral, por lo que muchos diputados están trabajando con un enfoque de clientelismo político.
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En tal sentido, tampoco se descarta que existan obras sobrevaloradas, procesos opacos y falta de transparencia en general, con el objetivo de acumular recursos para sus procesos de campaña política, luego de que se lance la convocatoria eleccionaria el próximo 20 de enero.
“Las ampliaciones no responden a criterios técnicos ni de planificación, sino a un financiamiento de campañas electorales vía recursos públicos”, afirmó.
¿Qué se pudo hacer?
Al hacer una comparación de los Q2 mil 260 millones que recibirá el MEM para pagar los subsidios, con lo que se pudo invertir en otras áreas, se calcula lo siguiente:
- 702 mil 299 familias cubiertas con el costo de la Canasta Básica de Alimentos en un mes.
- Pagar 723 mil 779 salarios mínimos agrícolas de un mes.
- Pagar 60 mil 315 salarios mínimos agrícolas a trabajadores por un año.
- Cubrir 753 mil 333 hogares con un Bono Familia de Q1 mil durante tres meses.
- Construcción de 481 escuelas públicas de cuatro aulas.
- Cobertura de 322 kilómetros con asfalto a un costo de Q7 millones por kilómetro.
- Pagar los intereses de la deuda externa durante un año.