Por otro lado, la SIB informó a Prensa Libre que al 31 de julio de 2023, se han acercado de forma voluntaria al Hub de Innovación, creado en 2019, unos 79 modelos de negocio que incorporan tecnologías financieras innovadoras.
El Hub de Innovación, tiene como objetivo ser un punto de encuentro voluntario entre la institución y las personas que desarrollan o utilizan modelos de negocio que apliquen tecnologías financieras innovadoras. Además, analiza el entorno de las tecnologías financieras innovadoras, el desarrollo de tendencias y la identificación de riesgos asociados, que puedan afectar al sistema financiero, explicó la entidad.
El crecimiento es evidente y el sector trabaja por mantener la tendencia del doble o triple dígito en los próximos cinco años para alcanzar un nivel medio de desarrollo en comparación con otros países más avanzados. Por ejemplo, entre 2017 y 2021 la industria experimentó un crecimiento del 416.7%, por lo tanto, la tasa promedio de crecimiento interanual fue de 54.4%, indicó mencionada asociación.
Luis Gómez Portillo, CEO y cofundador de Paggo, dedicada a facilitar los pagos de las micro, pequeñas y medianas empresas o bien de pequeños contribuyentes, considera que el mercado es muy amplio, especialmente en el comercio informal, que mueve aproximadamente entre US$60 mil millones y US$70 mil millones anuales en efectivo, lo que representa el 75% de las transacciones en el país, según estudios y análisis que han elaborado las mismas empresas tecnológicas.
Gómez indicó que únicamente el 25% de transacciones se hacen a través de tarjeta de crédito o digital, por lo tanto, “todavía hay un mercado informal por explorar”.
En el caso de Paggo lanzamos el producto hace ocho meses y estamos preparándonos para salir a Honduras y Ecuador, donde existe un problema similar al de Guatemala, esto indica que aún tenemos espacio para crecer porque las poblaciones tienen diferentes necesidades financieras que se deben cubrir, refirió Gómez.
En ese sentido, Jorge Rubia Antúnez, CEO y fundador de Coderland, empresa dedicada al desarrollo de software para compañías pequeñas, medianas y grandes, analizó que el sector Fintech en Guatemala está avanzando, y hay necesidades puntuales que están requiriendo las empresas tecnológicas y es donde ellos pueden brindarles asesorías basadas en la experiencia que han tenido en otros mercados más avanzados.
“Observamos que hay mucha oportunidad de negocio en el ecosistema, pero sobre todo de mejora en la calidad de vida de las personas, especialmente en Guatemala, dado que aún existe un buen porcentaje de la población que aún no está bancarizada y lo que viene a traer el sector es un acceso más fácil y masivo de servicios financieros que son más asequibles, pero también sencillos de utilizar”, aseguró Rubia.
Un marco regulatorio beneficioso en “doble vía”
La Superintendencia de Bancos (SIB) informó, sin entrar en detalles, que se encuentra en el desarrollo de los anteproyectos de ley de entidades de tecnología financiera y de operadoras de dinero electrónico. En ese sentido, Gómez refirió que existen muchas incógnitas en el mundo regulatorio y tributario de la industria Fintech, y seguramente en unos tres o cinco años se observarán más avances.
“Debemos de ver países con mercados más maduros como México y Brasil, replicar los modelos que han funcionado en esos países e implementarlos en Guatemala. El ente regulatorio ha tenido un papel muy importante en los países mencionados, incentivando a las empresas Fintech a servir pymes desatendidas”, afirmó el profesional.
En ese sentido, Piero Coen, cofundador de Osmo, billetera digital que permite aceptar Bitcoin y recibir quetzales o dólares directamente en una cuenta bancaria, coincide en que el ecosistema está creciendo, pero en su opinión, aún falta mucho por hacer para llegar a un nivel medio de desarrollo, dado que se necesita armonizar a las instituciones financieras privadas y entidades públicas, especialmente en temas de regulación.
Sin embargo, para Coen el tema de la regulación es necesario y lo ideal es poder trabajar ese marco juntos, entre las Fintech y los entes reguladores, y elaborar leyes que hagan sentido a diferencia de lo que pasó en México, dado que al no tomar en cuenta a las Fintechs se convirtió en un embudo legal y en lugar de ayudar la ley ahora tiene una serie de candados que los tienen estancados, por lo tanto, crear nuevas empresas se volvió sumamente difícil.
Jorge López de la Peña, CEO de PAQ Wallet, billetera móvil guatemalteca consideró que, la mayoría de Fintechs se están enfocando en el crédito tradicional, porque no hay un marco regulatorio para otorgar créditos alternativos. También, en el caso de medios de pago electrónicos, se evidencia un tema impositivo que hace inviable llevar esos servicios a la base de la pirámide.
Para López de la Peña es importante que se sumen esfuerzos tanto del regulador, en este caso la SIB, como de otros actores como la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), el Ministerio de Economía y otros interesados, para lograr verdaderamente democratizar los servicios financieros en el país.
La SIB aclaró que, dentro de sus funciones y atribuciones establecidas en la Constitución Política de la República de Guatemala, la Ley de Supervisión Financiera y la Ley de Bancos y Grupos Financieros, no se encuentra la de llevar registros u otorgar licencias o permisos a este tipo de entidades llamadas Fintechs.
El apalancamiento es clave
Coen de Osmo, consideró que el apalancamiento entre las empresas Fintech es clave, porque es la única forma de seguir creciendo, pero aclaró que no pasa únicamente por ofrecer más opciones, sino que mejores productos con mayor calidad.
Este apalancamiento al que se refiere Coen va más allá de las instituciones financieras tradicionales, dado que ha observado alianzas entre empresas financieras tecnológicas y franquicias. “Por ejemplo, ahora en los Super24 a través de Pronet y Génesis Empresarial se pueden recargar o retirar saldos en las billeteras digitales, es decir, son empresas que cuentan con una amplia red de puntos de venta importantes, más de seis mil, y naturalmente se han podido apalancar perfectamente con algunas Fintech”, expresó.
Osmo es parte de La Asociación Fintech de Guatemala y Coen considera que el pertenecer a un grupo abre otras oportunidades, tanto de contactos como el de plantear ideas y apalancamientos como el mencionado anteriormente.
En ese tema la SIB comparte que las entidades financieras supervisadas pueden realizar las alianzas con terceros que consideren necesarias para realizar sus operaciones; en ese sentido, se recibe de estas diversos tipos de información, esto congruente con las normas específicas que le atañen a cada tipo de institución, en el entendido que la gestión que realicen las entidades será siempre por cuenta y riesgo de la propia entidad, de sus administradores y de sus accionistas de conformidad con el artículo 2 de la Ley de Supervisión Financiera.
Expansión, retos y oportunidades
De acuerdo con el estudio realizado por Deloitte “La industria Fintech en America Latina” de 2017 a 2021 la región pasó de contar con 703 emprendimientos Fintech a tener 2 mil 482, representando a 22.6% de todas las empresas del sector a nivel mundial. Los países de mayor relevancia en la región actualmente son Brasil, México, seguidos por Colombia, Argentina y Chile, lo cuales concentran 81% de las Fintech de la región. En el área centroamericana Costa Rica, República Dominicana y Guatemala han mostrado una expansión en la industria, sin embargo, aún tienen muchas oportunidades de crecimiento.
Los socios de Deloitte de Asesoría en Riesgos consideraron que un aspecto importante para el desarrollo de las Fintech es el mercado de este sector y las características de los consumidores las cuales varían entre los distintos subsectores del mercado. Por ejemplo, la demografía consumidora de criptomonedas está compuesta tanto por jóvenes de clase media con acceso a tecnologías de la información y personas en países económicamente inestables, quienes utilizan criptomonedas para preservar el valor de sus ahorros o remesas.
¿Cómo se vislumbra la industria en la región?
Latinoamérica sufre de diversos obstáculos que impiden la entrada, expansión y facilitación de servicios financieros tanto tradicionales como innovadores. La disparidad geográfica en acceso a inversión, capital e infraestructuras dificulta el crecimiento del sector. Asimismo, muchos consumidores de la región se rehúsan a utilizar servicios digitales, puesto que no confían en sus protocolos y sistemas de seguridad. Sin embargo, a pesar de estas dificultades si un negocio presenta una propuesta de valor accesible y atractiva a clientes potenciales, puede alcanzar el crecimiento esperado, ya que hay potencial.
Por lo tanto, los socios consideraron que los emprendimientos Fintech para su crecimiento y expansión deben:
- Contar con protocolos de ciberseguridad y prevención de fraude, así como obtener certificaciones relevantes en este ámbito como por ejemplo la nomra ISO 27001 -Sistema de Gestión de Seguridad de la Información-, SOCs, entre otras.
- La obtención de capital de riesgo es importante para garantizar el éxito de las startups en el sector. Para ello, los emprendimientos deben contar con un plan estratégico y una propuesta de valor que atraigan a los inversionistas.
- Los negocios Fintech -sean startups o ya desarrollados- requieren entender, de manera exhaustiva, la legislación vigente que regula al sector en su país sede. En caso de ser multinacionales, necesitan adecuar sus operaciones a las leyes de cada país.
Oportunidades
Las oportunidades del sector Fintech en Latinoamérica se encuentran por diversos frentes, desde la población no bancarizada hasta la industria de las remesas. Algunas de estas oportunidades son:
- Nuevos modelos como el Open Banking (es un sistema en línea en el que los clientes de las instituciones financieras desde bancos hasta empresas Fintech, pasando por casas de bolsa, sociedades financieras populares y sociedades de ahorro y préstamo autorizan compartir su información con otras entidades) abren la puerta para que los bancos digitales puedan prestar servicios que no estén disponibles en instituciones tradicionales.
- El mercado de las criptomonedas tiene potencial en Latinoamérica el cual puede implementarse en el sector de remesas y en el despliegue de políticas monetarias.
- Medios de pago y transferencias: el uso de los medios de pago alternativos en e-commerce ha crecido en años recientes, medios como la e-wallett y los códigos QR podrían adquirir un rol prominente a futuro.
- En 2021 se registraron en Latinoamérica 447 emprendimientos Fintech especializados en préstamos. Este sector ha sido uno de los más prósperos en términos de nuevas startups. Aunque el perfil crediticio de la región continúa desarrollándose -puesto que sus habitantes viven relativamente despegados del sistema financiero- la oportunidad de facilitar el acceso a préstamos mediante tecnologías digitales se encuentre presente y se puede aprovechar.
- La región Latinoamérica tiene muchas diferencias respecto a las leyes Fintech, países como México, Brasil y Colombia cuentan con legislación robusta que regula meticulosamente a la industria mientras que otros países tienen recursos menos exhaustivos, por lo cual con la creciente presencia de empresas Fintech es necesario que los países adopten leyes para el crecimiento de la industria.