Con ello, es el cuarto peor calificado, solo por arriba de Venezuela, Bolivia y Nicaragua, según se refiere en ese estudio y la entidad lo ubica en el grupo de países con varios de los retrasos competitivos más marcados, tales como inseguridad, aspectos institucionales e infraestructura, junto a Honduras, Nicaragua y Bolivia.
Los 10 aspectos
El estudio considera 10 elementos y en los primeros seis se puede tener una ponderación de hasta 12 puntos cada uno. Los restantes cuatro pueden obtener hasta 7 puntos. Estas son las calificaciones:
Sobre 12 puntos:
- Cobertura de necesidades básicas, 6.4
- Aspectos institucionales, 7.4
- Infraestructura, 5.6
- Estabilidad macroeconómica, 6.2
- Salud, 6.6
- Educación, 8
Sobre 7 puntos:
- Expectativas de la población, 4
- Competencia en los mercados, 4.5
- Eficiencia en las relaciones laborales, 5.2
- Acceso a la tecnología, 2.5
El promedio Latinoamericano es 63.57 y se presenta entre los países más competitivos a Chile, Costa Rica, Panamá y Uruguay, entre otros, con puntajes de 70 hacia arriba.
Se mantienen los desafíos
Respecto al tema de la macroeconomía, José Andrés Ardón, director ejecutivo del Instituto de Competitividad Económica (ICE), considera que fue muy baja, pues el país registra un buen comportamiento importantes indicadores como crecimiento económico, inflación y tipo de cambio.
Al ser consultado acerca de las razones por las cuales Guatemala sigue saliendo mal calificado en otros desafíos, expuso que en cuanto a la infraestructura, “según datos que obtuvimos del INFORM (índice que valora el nivel de riesgo de desastres y crisis humanitarias), Guatemala tiene alrededor de 19 kilómetros (km) de carreteras por cada 100 km cuadrados de territorio. Esto pone al país en el puesto número ocho de Latinoamérica, mientras que países como El Salvador, tienen más de 50 km, lo cual ejemplifica la gran brecha existente”.
En otro dato, el consumo de electricidad también se encuentra entre los más bajos de la región, pues hay un consumo de 601 kilovatios (kw) per cápita, que colocaría al país solamente arriba de Nicaragua a nivel de Latinoamérica, añade Ardón.
“Si bien la cobertura de energía se encuentra bastante elevada, el bajo consumo refleja que la producción intensiva (comúnmente la industrial) es sumamente baja”, comentó.
Por aparte el tránsito aéreo y el tráfico de contenedores está por debajo de la media regional, pues Guatemala es el país con peor tránsito aéreo de la región, lo que evidencia la necesidad de modernizar y ampliar la infraestructura aeroportuaria. Además, es el décimo país con menor tráfico de contenedores.
“Si el país quiere desarrollarse a través de un aumento en las importaciones y exportaciones, es necesario que invierta sustancialmente en la infraestructura portuaria para poder competir con otros países”, expresó Ardón.
Respecto a la tramitología, expuso que “la Ley de Simplificación de Trámites Administrativos le da la facultad al Ministerio de Economía para aplicar lo estipulado dentro de la ley, lo cual se ha visto reflejado en la creación de herramientas como la Ventanilla Única de Comercio Exterior y la Ventanilla Única para las Inversiones que podría impactar positivamente en las cifras de Inversión Extranjera Directa (IED) para este y el próximo año”.
Sin embargo, sobre las demás instituciones del gobierno, considera que el avance ha sido más lento. “Si bien los comités de simplificación de trámites administrativos ya deberían estar en funciones, es necesario que se haga una priorización efectiva de los trámites”.
También sugiere tener en cuenta que muchos de estos trámites suelen involucrar a más de una institución del Estado, por lo que la coordinación interinstitucional un elemento decisivo para la simplificación.
En tanto, Juan Carlos Zapata, director ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa) coincidió en que infraestructura, certeza jurídica y capital humano, son los tres temas que en la mayoría de los índices de competitividad Guatemala sigue saliendo más afectado.
“Mejorar esos indicadores es la estrategia que se debe seguir impulsando, para lo que es indispensable reformar la infraestructura vial, portuaria y aeroportuaria. También el tema de la educación, que con la pandemia del covid-19 se vio muy afectada y va a ser un retroceso muy importante en estos dos años, ya que muchas escuelas estuvieron cerradas y no fue posible la educación virtual o a distancia”, afirmó.
Al referirse al otro indicador, recomendó reconocer que se tiene que mejorar la certeza jurídica para atraer inversión. “La claridad de lo que necesita el país existe; el gran desafío ha sido ponernos de acuerdo para generar políticas públicas desde el Congreso, que ayuden a generar institucionalidad pública; ese es el gran desafío en Guatemala”, finalizó Zapata.
En el Índice de Competitividad Global 2022, del Foro Económico Mundial también se evalúa al país. Se explica que debido a la situación derivada de la pandemia por el covid-19 y a una restructuración del Informe y del Índice, la evaluación más reciente corresponde al Informe 2019, en el que Guatemala ocupó la posición 98 de 141 países evaluados, bajando dos posiciones respecto a la versión previa.
¿Qué más hacer?
Ardón también considera que es necesaria la participación de organizaciones de sociedad civil y del sector privado para brindar retroalimentación a ese proceso de simplificación y mejorar la calidad del gasto público en educación, salud e infraestructura.
Por ejemplo, indicó que la recaudación en los últimos meses ha superado las expectativas que se tenían a principios de año, lo que debería ser aprovechado para cerrar las brechas de necesidad básicas que tiene la población guatemalteca.
“Por otro lado, la infraestructura se continúa deteriorando y no existe una priorización efectiva de los proyectos de mantenimiento y construcción de la red vial, como tampoco hay una gestión de riesgos adecuada para mitigar el impacto de los fenómenos naturales en las carreteras”, expresó.