Su reapertura, prevista inicialmente en diciembre de 2015, se retrasó a causa de una demora en las obras y, a continuación, por el siniestro.
El hotel, que contará a partir de ahora con 142 habitaciones y suites frente a las 159 con las que contaba, abrirá parcialmente. Mientras se ultiman los acabados, el Ritz pondrá al servicio de sus clientes 86 habitaciones y suites.
A pesar de un contexto complicado para el sector de la hotelería en París, que padece una bajada de reservas desde los atentados yihadistas de 2015, la agenda en la página web del hotel tiene colgado el cartel de completo hasta el 19 de junio.
Los trabajos han permitido crear un restaurante de verano, agrandar la sala de baile e integrar la tecnología más puntera en las habitaciones.
“Deseamos conservar el espíritu tan apreciado por nuestros clientes. El Ritz de ayer es el de hoy”, indica sin embargo el establecimiento, que subraya la conservación del “80% del mobiliario, de las consolas, de los sillones o incluso de las mesitas de noche”.
Respecto al personal, el Ritz contará con 600 empleados, entre ellos un centenar en la cocina. Casi el “55% de nuestros empleados de 2012 regresaron”, agregó el establecimiento.
La cocina estará dirigida por el chef Nicolas Sale, de 43 años. El hotel contará con dos restaurantes gastronómicos, Le Jardin de l'Espadon, abierto a mediodía, y La Table de l'Espadon, para el servicio de cenas.
Sale, de origen parisino, nombrado al frente de los fogones del Ritz en 2015, dirigió con anterioridad los restaurantes de los hoteles Kilimandjaro y K2 en Courchevel, una estación de esquí de los Alpes franceses, donde obtuvo dos estrellas Michelín respectivamente en cada establecimiento.