Con la publicación del acuerdo gubernativo 1-2024 del Ministerio de Finanzas (Minfin) este miércoles 3 de enero, con la que se abrió el Presupuesto de Ingresos y Egresos para el ejercicio fiscal 2024 por Q116 mil 130.6 millones, -que corresponde al decreto 54-2022 más las ampliaciones aprobadas en 2023-, representantes del gobierno electo fijaron su postura reiterando que hubo muchos vicios y errores técnicos que iban a dificultar su ejecución.
Esto, luego de que la Corte de Constitucionalidad (CC) suspendiera temporalmente la ley del presupuesto 2024 que sancionó el presidente Alejandro Giammattei, por lo que el presupuesto vigente es el mismo del año pasado. En los primeros 12 meses de la nueva administración de gobierno, la ejecución podría cerrar por encima del 90%.
Primeras acciones
Jonathan Menkos Zeissig, diputado electo por el Movimiento Semilla, enumeró algunos cambios o ajustes que realizarán una vez asuman el control del Gobierno Central, y confirmó que hay un proceso de readecuaciones del gasto de 2023 al 2024, las que están divididas en dos procesos: la primera en la readecuación de la infraestructura pública, que le corresponde al Minfin y que ya comienza a ejecutarse y lo otro es la serie de readecuaciones que se puedan realizar a lo interno de los ministerios y entre ellos, a fin de ajustar los recursos a las principales metas y acciones que se han planteado para el primer año de gobierno.
Estas últimas acciones presupuestarias, aclaró, se pueden realizar sin acudir al Congreso de la República.
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Menkos explicó que las readecuaciones que se presentarán en la parte de infraestructura van mucho más allá de lo que ejecuta el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) y está relacionado con todo el contenido de inversión en general, ya que existen otras carteras que realizan inversión.
Por otro lado, está la instrucción de alinear el presupuesto vigente (el publicado este miércoles) a las metas y acciones estratégicas que se impulsarán en su programa del primer año de gobernanza.
Este parámetro, apuntó, pasaría por el esfuerzo de gestionar mejor el gasto, cerrar rubros destinados a asignaciones presupuestarias que no están vinculadas a metas -mediciones- o que son “notoriamente espacios de ineficiencia”. “Hay un esfuerzo de aterrizar el presupuesto a los resultados que esperamos en el primer año de gobierno”, precisó.
Reorientación y ampliaciones
En el presupuesto que arranca en este año fiscal, habrá un espacio de ampliaciones presupuestarias por Q686 millones, y el diputado electo reiteró la posición que se expuso en la Comisión de Finanzas en 2023, cuando destacaron la necesidad de contar con mayores recursos para las áreas de educación y salud, de manera que se amplíe la cobertura y calidad de sus servicios. Estado, aparte de contar con más recursos para Gobernación y tratar el ámbito de seguridad publica en particular. “Estos serían los tres grandes rubros en que se estaría enfocando las readecuaciones”, advirtió.
Otra parte sería para el Ministerio de Relaciones Exteriores, sobre todo para mejoras en los servicios de los consulados y atención al migrante en EE. UU.; y un cuarto elemento, que se refiere a impulsar el acceso y capacitación del trabajo para las personas en edad de trabajar y jóvenes. Este es el desglose preliminar de las ampliaciones a solicitar:
- Ministerio de Educación: entre Q600 y Q700 millones
- Ministerio de Salud: Q700 millones
- Ministerio de Gobernación: Q500 millones
- Los otros rubros: Entre Q100 a Q120 millones cada uno
A la pregunta de si la apertura del presupuesto por Q116 mil 130.6 millones es maniobrable, Menkos Zeissig, aseguró que “como presupuesto de arranque sí lo es, a pesar de que ese monto no tiene los niveles -de gasto- de inversión que nosotros desearíamos. Pero para iniciar es un buen presupuesto”.
Agregó que “en los próximos meses, seguramente el gobierno electo estudiará si envía una ampliación del presupuesto al Congreso, utilizando algunos recursos de caja que permitan impulsar las estrategias de financiamiento de inversión que están en el plan de gobierno, como electrificación, agua y saneamiento, caminos rurales; y eso se evaluará una vez se esté trabajando en las instituciones y se haya readecuado el presupuesto a las metas”, enfatizó.
De momento, dijo que primero se hará una revisión de las finanzas públicas y saldos de caja, y a partir de ahí, calcular lo que se destinará a inversión estratégica.
Curva de aprendizaje y baja ejecución
El diputado Carlos Barreda opinó que la suspensión de la vigencia del presupuesto aprobado para el 2024 tiene algunas ventajas y la primera es que no hay ningún candado, por lo que las nuevas autoridades pueden orientar los recursos según sus prioridades, por medio de readecuaciones internas que no modifiquen el techo global.
No obstante, resaltó que un incremento el monto total del presupuesto tendrá que esperar, “ya que se trata de un gobierno entrante con nuevos ministros y secretarios de Estado; y pareciera que los que llegan no cuentan con experiencia en la administración pública ni en la ejecución del presupuesto. Lo más prudente es esperar a ver cómo avanza la ejecución en el primer semestre y luego evaluar si es necesario solicitar una ampliación”.
Reiteró que en el primer año de un nuevo gobierno, la ejecución es baja, como resultado de lo anterior y es lo que se vislumbra. Sobre todo, en carteras como el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) que es un ejecutor de obra pública.
“La ley les faculta”
Érick Coyoy, analista de la Asociación de Investigación de Estudios Sociales (Asíes) y ex viceministro de Finanzas, apuntó que estas reorientaciones presupuestarias se pueden hacer solo con un acuerdo gubernativo.
Es más, “las nuevas autoridades de Finanzas pueden ampliar los techos de gasto. Y en lo relacionado con los ingresos, estos quedarán bajos -la misma meta del 2023-, pero habrá mayor recaudación, por lo que tendrán más recursos y pueden incrementar los techos de disponibilidad de acuerdo con esos montos, lo que no requiere una aprobación del Congreso”.
Recomendó que cuando ya estén en sus cargos, los nuevos funcionarios pueden explicar hacia dónde van las readecuaciones y canalizar los recursos extraordinarios. “Eso es viable y la ley les faculta, ya que la recaudación estará por encima de la meta vigente. En función de la política general de gobierno, ya será decisión de ellos dónde colocar esos recursos. Y si ya mencionaron que la prioridad está en educación, salud y seguridad, es importante que indiquen metas y resultados esperados”.
Sobre la posibilidad de que a futuro se presente una solicitud de ampliación presupuestaria, el analista aseguró que eso dependerá mucho de las alianzas que se puedan hacer en el Congreso y que una primera prueba será la integración de la nueva junta directiva.