Después, la moneda única europea repuntó.
Los temores sobre un cese total de las entregas de gas ruso hacia Europa ganan fuerza y el gobierno francés evocó este fin semana un “probable” corte del suministro.
“¿Hasta dónde puede ir esta caída? Esto depende probablemente de la voluntad de Rusia de agravar la guerra económica contra Europa”, comentó Jane Foley, de la firma Rabobank, que destacó que “adivinar” las intenciones del presidente ruso Vladimir Putin no “es fácil”.
Ante un panorama inflacionario en Europa, el Banco Central Europeo (BCE) tiene poco margen, ya que una subida de las tasas puede amenazar el alicaído crecimiento en la zona.
Con una subida de los precios récord de 10% en España, de 5,8 en Francia y de 7,6% en Alemania, el euro se ha depreciado un 12% desde principios de este año.
Por su parte, el dólar está sostenido por dos factores: su estatuto de valor refugio en un contexto de desaceleración económica y las subidas consecutivas de las tasas de interés de la Fed.