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Aún sin cuantificar, el impacto de la epidemia global se da por descontado en el subcontinente.
Brasil, la puerta de entrada
Brasil, donde se confirmó un primer caso, fue la puerta de entrada de la enfermedad a la región, y su gigantesca economía es una de las más expuestas.
“Brasil es un país exportador y su principal cliente es China” por lo que “la cadena (productiva brasileña) se ve afectada directamente”, opinó Henrique Esteter, de la consultora Guide.
En octubre pasado, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, visitó China en busca de expandir el comercio bilateral.
En 2018, las exportaciones brasileñas a China totalizaron US$66 mil 600 millones, un 27.8% del total.
Un 57% de las empresas del sector electrónico brasileño enfrentan problemas para recibir materiales provenientes de China, según una encuesta publicada la semana pasada.
Varios bancos rebajaron sus previsiones para el PIB brasileño debido al coronavirus y a un consumo menguado.
Guto Ferreira, del centro de análisis Solomon’s Brain, lo ubica en 2.1%.
El drama argentino
Argentina, un gran productor de granos, busca renegociar su abultada deuda externa, y el coronavirus podría complicar al gobierno de Alberto Fernández.
“El sector más afectado en Argentina será el agroexportador alimenticio, y en particular la soja, porque los destinos más importantes de estas exportaciones son China y los países de la periferia del sudeste asiático”, remarcó el economista Pablo Tigani, titular de la consultora Hacer.
“Esto ocurre en un momento delicado, justo cuando el gobierno intenta renegociar la deuda pública y con lo único que cuenta para amortizar acreencias es con el superávit comercial”, advirtió.
“Debido a la desaceleración mundial de la tasa de crecimiento, también va a haber problemas para que llegue dinero en inversiones a Vaca Muerta, el enorme yacimiento de gas y petróleo shale (ndlr: de esquisto) que el gobierno de Fernández desea impulsar”, añadió.
China es el principal comprador de soja y carne argentinas. El año pasado se quedó con el 70% de la carne vacuna producida en el país, 50% más que en 2018.
Otro golpe para Piñera
El Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó desde 3% a 0.9% su previsión de crecimiento 2020 para Chile, que atraviesa una crisis social sin precedentes desde que terminó la dictadura.
El coronavirus podría ser un nuevo dolor de cabeza para el gobierno de Sebastián Piñera, que enfrenta un desempleo en alza ubicado en 7.4%.
El gobierno sigue de cerca la epidemia, que golpeó al peso e impactará las ventas de cobre, del que Chile es el principal productor mundial.
“Lo estamos monitoreando muy de cerca. Nuestro país es el más abierto del mundo, tenemos 29 tratados de libre comercio, y por lo tanto todo lo que ocurre en el aspecto internacional nos afecta, afecta al precio del cobre y del dólar”, dijo el jueves el ministro de Economía, Lucas Palacios.
“China es nuestro mayor socio comercial y compra más o menos el 50% del cobre que producimos. Eso bajará notablemente debido a las medidas restrictivas que ha tomado el gobierno chino debido al coronavirus”, lo cual “podría afectar nuestro crecimiento, incluso medio punto en el PIB del año”, resumió Gonzalo Martner, economista de la Universidad de Santiago.
México y su cercanía con EE. UU.
En México, analistas de BBVA y Citibanamex, coinciden en que el impacto del coronavirus será “acotado” y su principal canal de transmisión sería a través del comercio con Estados Unidos, destino del 80% de las exportaciones mexicanas.
En declaraciones a la AFP, el economista de BBVA Carlos Serrano consideró incluso que el daño podría neutralizarse, pues aquellos productos que Estados Unidos no logre importar de China, pueden ser sustituidos por similares mexicanos.
“Hay una gama de productos muy amplia en los que México y China son competidores en el mercado de Estados Unidos, sobre todo manufacturados”, remarcó.
Adrián de la Garza, de Citibanamex, añadió que México importa principalmente componentes electrónicos chinos, y aunque no descarta algún efecto en las cadenas de valor, insiste en que la relación comercial con China “es muy chiquita” para México, mucho más volcado a su vecino del norte.