De acuerdo con el Acuerdo Gubernativo 353-2022, del Ministerio de Trabajo y Previsión Social (Mintrab), publicado este 23 de diciembre en el Diario de Centro América, se establecen salarios mínimos para las actividades productivas agrícolas, no agrícolas y de maquila y exportación por circunscripción económica.
Tras la publicación en el diario oficial, el ministro de Trabajo Rafael Rodríguez explicó que para la Circunscripción Económica 1 (CE 1), que comprende el departamento de Guatemala, el salario mínimo para 2023 se incrementó 7%, mientras que para la Circunscripción 2 (CE 2) que abarca el resto de los departamentos del país, el aumento será de 4%.
De esa cuenta, según Rodríguez, en la CE1 para las Actividades Agrícolas, el salario mínimo se fijó en Q101.05 diarios, equivalentes a Q3 mil 73.60 mensuales más Q250 de bonificación incentivo. Para las Actividades No Agrícolas, Q104.10 diarios, igual a Q3 mil 166.38 mensuales más Q250 de bonificación; y para la Actividad Exportadora y de Maquila, Q95.13 diarios, equivalentes a Q2 mil 893.54 mensuales más los Q250 de bonificación.
En la CE 2, el salario mínimo para Actividades Agrícolas será de Q98.22 diarios, equivalentes a Q2 mil 987.53 mensuales más Q250. Para las Actividades No Agrícolas, Q107.18 diarios, igual a Q3 mil 77.56 mensuales más Q250; y para la Actividad Exportadora y de Maquila, en Q92.47 diarios, equivalentes a Q2 mil 812 mensuales más los Q250 indicados.
Los que están a favor
“Muy acertada la decisión del gobierno de hacer tres puntos porcentuales de diferencia entre la ciudad capital y el interior”, dijo Alejandro Ceballos, vicepresidente del sector Vestuario y Textiles (Vestex), de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport).
“El incremento era lo correcto según nuestro entender, porque si no, los empleados se quedan sin capacidad de compra, y ellos son principalmente los consumidores en el mundo. La inflación ha sido fuerte y la diferenciación (de salarios por circunscripción) nos da una oportunidad para mover nuestras plantas al interior del país y acercar a la gente a las fuentes de empleo”, agregó.
A su juicio, se vuelve un gana-gana, pues al tener un atractivo para mover las plantas en el interior del país, los trabajadores tendrán cerca sus centros de trabajos y con eso ganan al ahorrarse el transporte público que se ha vuelto tan caro e ineficiente en la ciudad. Al mismo tiempo, elempresario gana porque tiene costos más bajos, más que en el salario porque regularmente se paga más que eso en las prestaciones.
Fernando Estrada, director de la Comisión de Estadísticas de la Cámara Guatemalteca de la Construcción (CGC), opinó que un 7% es un incremento elevado, pues “si bien es cierto la inflación está proyectada que cierre en 9%, es algo que nos ha afectado a todos los empresarios, entonces el aumento debió ir más en la medida del crecimiento económico, entre un 3% y 4%. Lo único positivo es el hecho de que se haya separado por regiones (la variación del salario mínimo). Creemos que es importante desde el punto de la descentralización económica”, señaló.
Opiniones desfavorables
“El consenso de un incremento en la Comisión Nacional del Salario (CNS) se dio. El asunto de cómo quedaron los porcentajes, para los trabajadores puede representar un monto que no llena las expectativas dado el encarecimiento de costo de vida, porque ni trabajando la pareja de un hogar se logra cubrir el valor de la canasta ampliada, que incluye el pago de transporte, gas propano, electricidad, agua potable, telefonía e internet, educación, salud y vestuario”, dijo Franky Pozuelos, representante sindical y del sector laboral ante esa comisión.
A su criterio, el incremento igual se va a trasladar a los costos de los productos y servicios, por lo que habrá un aumento en los precios, lo que no contribuye al postulado de brindar a los hogares los medios suficientes para cubrir sus necesidades y tener una vida decorosa. Con la diferenciación de los salarios existe un deterioro significativo de la calidad de vida de la mayoría de los guatemaltecos, en especial, los más desfavorecidos”, refutó Pozuelos.
Edgar Balsells, economista investigador del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos (Ipnusac), estimó que, con el incremento decretado por el gobierno, “al menos el salario real se ajusta a la inflación, que se esperaría sea menor en 2023”.
Lo que él considera necesario es afinar los datos que sustenten el salario fuera del área metropolitana, a fin de que la remuneración base se designe para cada departamento o región.
“Estoy de acuerdo con una diferenciación que parta de una línea base de salario mínimo general. Pero deben afinarse muchas variables, por ejemplo, la actual canasta del Instituto Nacional de Estadística (INE), no contempla costos como el de alquiler, precios de la tierra colegiaturas, entre otros rubros. Cada municipio debe tener un índice de condiciones de vida en diferentes regiones, como se hace en Estados Unidos y Europa”, indicó.
Pros y contras
Por su parte, Luis Linares, analista de la Asociación para la Investigación y Estudios Sociales (ASIES), el porcentaje al salario mínimo incrementado “está en un nivel razonable”, ya que la mayor proporción de afiliados al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), se concentran en el departamento de Guatemala.
“También creo que es necesario ese incremento desde el punto de vista de cómo la inflación ha golpeado la capacidad adquisitiva de la población. Y siendo una inflación no excesiva, es posible la indexación; es decir, compensar el incremento que provoca la inflación a través del aumento de salarios”, explicó.
Pero no ve justificada la diferencia en el incremento salarial del departamento Guatemala y el resto del país “porque el argumento que se usa es que la vida es más barata en la provincia que en la capital, lo que no es cierto, pues al ver el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INE por región, el costo de vida es más bajo en el departamento de Guatemala que corresponde al CE 1, y el costo más alto, incluso superior al promedio nacional, corresponde a la región más pobre del país, que abarca Alta Verapaz”, justificó.
Además, criticó el enunciado de que un salario un poco más bajo va a permitir más atracción de inversiones “porque hay otros factores que siguen favoreciendo la concentración de las actividades económicas en el departamento de Guatemala, como la seguridad, la movilidad, los costos y tiempos de transporte, el costo de la energía eléctrica o la disponibilidad de mano de obra calificada”.
Linares también destacó la heterogeneidad de las condiciones productivas y de vida en los diferentes departamentos de la circunscripción 2. “Por ejemplo, departamentos como Sacatepéquez tienen un desarrollo similar de la capital en cuanto a actividades productiva, a nivel salarial y en desarrollo empresarial frente a departamentos como Quiché o Huehuetenango que están en una situación sumamente precaria”, reiteró.