Analistas esperaban un crecimiento de 3.7%.
Los nuevos datos confirmaron el rebote de la economía estadounidense luego del bajo crecimiento en el trimestre anterior.
Las cifras del viernes le dan fuerza a los planes de la Reserva Federal de aumentar la tasa de interés pese a las turbulencias en los mercados mundiales y la incertidumbre sobre el vigor de la economía mundial.
El crecimiento del segundo trimestre refleja un sostenido gasto de los hogares, un aumento de las exportaciones, mayores inversiones empresariales y un incremento de los gastos de los estados y gobiernos locales.
Los consumidores, tradicional motor de la economía estadounidense, aumentaron sus gastos en 3.6%, el mayor porcentaje desde el último trimestre de 2014.
Otro factor positivo es que las inversiones de las empresas crecieron 4.1% contra 3.2% de la segunda estimación, y apenas 1.6% en el primer trimestre.
“La distribución del crecimiento es también mejor, con menos acumulación en los inventarios (que aún son altos) y un buen aumento de las ventas finales”, advirtió el economista Chris Low de FTN Financial.