Lo más crítico, sostienen, es que las autoridades no han medido el impacto que podría generar una eventual desaceleración —ritmo de crecimiento menor— económica mundial y la posibilidad de llevar a cabo un proceso de reforma fiscal para el 2017.
IMPACTO
El Gabinete Económico parece estar depreocupado por el posible impacto que podría presentarse en Guatemala de una desaceleración económica global que se acentuará en el año próximo, afirmó Maynor Cabrera, investigador de Fedes.
Asimimismo, en el sistema financiero nacional podrían haber contingencias; la tendencia del tipo de cambio, el contrabando aduanero y la evasión fiscal son otros riesgos que se mantienen latentes.
En términos de indicadores, hay algunos que han respondido de manera positiva, como el cobro de impuestos, mientras que otros se mantienen con una tendencia a la baja como la desacelaración de la economía y la baja ejecución de gasto.
La tasa de inflación interanual —alza generalizada de precios en la economía— se mantiene en 4.74%, es decir que en un un año los precios de los bienes y servicios se han encarecido en promedio en valor.
Bueno y malo
Los expertos consultados coinciden en que uno de los lineamientos positivos es la mejora de la recaudación fiscal, y la restructuración y recuperación de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) dirigida por el exfiscal Francisco Solórzano Foppa.
Las finanzas públicas se encuentran con suficiente saldo.
Entre los desaciertos, los especialistas afirman que no existen acciones para enfrentar el impacto de la desacelaración económica, la improvisación de la reforma tributaria presentada en agosto pasado que debilitó el tema, así como la leve ejecución del gasto público que no impulsa la economía.
Finanzas
El gobierno contará con un saldo en la caja fiscal de Q800 millones para 2017, como producto de mejor recaduación tributaria. El dinero se empleará para atender las necesidades, sobre todo la red hospitalaria, afirmó Víctor Martínez, vicemistro de Finanzas.
El economista independiente Guido Rodas aseguró que existe una serie de variables económicas que marcan una tendencia estable; sin embargo, los últimos acontecimientos del presidente Morales y del vicepresidente, Jafeth Cabrera, podrían provocar un ambiente de nerviosismo a los agentes que toman decisiones.
Ante este ambiente turbulento, el mayor impacto será para la población, sobre todo aquella que se encuentra en la línea de la pobreza y pobreza extrema que no cambiará su realidad, afirmó el politólogo Caril Alonso Jiménez.