“Brasil y Argentina han aplicado una devaluación masiva de sus monedas lo cual no es bueno para nuestros agricultores”, indicó el presidente en mensajes en Twitter. “Por lo tanto, efectivo inmediatamente, restauraré los aranceles sobre todas las importaciones de acero y aluminio enviadas a Estados Unidos desde estos países”, añadió.
Según el presidente “la Reserva federal debería actuar de manera que esos países, de los cuales hay muchos, no sigan sacando ventaja de nuestro dólar fuerte devaluando aún más sus monedas”.
Las manipulaciones monetarias, según Trump, “hacen muy difícil que nuestros fabricantes y granjeros puedan exportar sus bienes”.
“¡Reserva Federal: bajen los intereses y aflojen (la política monetaria)!, añadió el presidente.
“Los mercados (financieros) de EE.UU. han subido hasta el 21 por ciento desde el anuncio de aranceles el 1 de marzo de 2018”, afirmó el presidente. “Y EE.UU. está colectando cantidades enormes de dinero (y está dándoselo a nuestros agricultores contra quienes China apuntó (sus aranceles)”.
Las monedas de Chile, Colombia y Brasil tocaron mínimos históricos frente al dólar la semana pasada debido a la inestabilidad política, las reformas pendientes, los reclamos populares para alcanzar la equidad social y la creciente incertidumbre por cuenta de la guerra comercial que no da tregua.
Brazil and Argentina have been presiding over a massive devaluation of their currencies. which is not good for our farmers. Therefore, effective immediately, I will restore the Tariffs on all Steel & Aluminum that is shipped into the U.S. from those countries. The Federal….
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) December 2, 2019
Efecto en Brasil
La industria siderúrgica brasileña recibió “con perplejidad” la decisión de Trump. “Tasar el acero brasileño como forma de compensar el agricultor americano es una represalia a Brasil, que no refleja las relaciones de sociedad entre los dos países”, expresó el Instituto Acero Brasil en un comunicado.
La entidad rechazó las afirmaciones de Trump y recalcó que el mercado cambiario de Brasil es “libre”, por lo que no existe “cualquier iniciativa en el sentido de desvalorizar artificialmente el real” brasileño por parte del Gobierno.
Agregó además que la decisión del mandatario estadounidense “perjudica a la propia industria productora de acero americana”, pues esta necesita los productos “semiacabados exportados por Brasil” para operar sus plantas.
Brasil, la economía más grande de Sudamérica, vio su divisa tocar sus mínimos históricos frente al dólar en las últimas semanas, que llegó a ser vendido a 4.25 reales en el tipo de cambio comercial. Según los analistas, la depreciación del real brasileño obedece a una serie de factores externos, como la incertidumbre sobre la economía mundial y las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos, y otros internos, como la reducción de la tasa básica de interés.
La moneda estadounidense acumula un alza de alrededor del 5% en el mes y del 8% en lo que va de año frente al real brasileño.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó que hará uso del “canal abierto” que mantiene con Trump para discutir la decisión de retomar los aranceles cobrados sobre la importación de acero y aluminio brasileños.
Brasil es el mayor fabricante latinoamericano de aceros y el noveno a nivel mundial. La producción de acero bruto en el país deberá llegar a las 35,5 millones de toneladas este año, según las estimativas de la patronal.
Golpe a Argentina
La Cámara Argentina del Acero advirtió sobre el impacto adverso que tendrá en el sector la decisión anunciada por el Gobierno de Estados Unidos.
Ante esta situación, la cámara dijo que solicitó al Estado argentino que “arbitre los medios necesarios para revertir la medida anunciada, la cual perjudicaría la producción siderúrgica argentina y al empleo local”.
La entidad sostuvo que las exportaciones siderúrgicas argentinas ya se encuentran afectadas por la eliminación de los reintegros de exportación dispuesta en agosto de 2018 por el Gobierno de Mauricio Macri y por la imposición de retenciones (impuestos a la exportación) a los bienes industriales desde septiembre de 2018.
A ello se suma una menor demanda doméstica de productos siderúrgicos como consecuencia de la recesión que vive Argentina desde 2018 y, en particular, por el freno de los proyectos de hidrocarburos no convencionales en la formación Vaca Muerta, en el suroeste del país.
El Gobierno de Macri, quien el próximo día 10 traspasará la Presidencia argentina al peronista Alberto Fernández, dijo que trabaja para iniciar un diálogo con el Ejecutivo de Estados Unidos y también que buscará acordar una posición conjunta con Brasil.
En 2018 Argentina exportó a Estados Unidos productos siderúrgicos por 700 millones de dólares, mientras que en lo que va de este año las colocaciones suman unos 520 millones de dólares, según datos oficiales.
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