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Dinero virtual y moneda común entre países: Por qué es poco viable en una “zona dólar” como Centroamérica

Varios bloques económicos están estudiando la posibilidad de crear monedas comunes, algo que en Centroamérica se ha venido discutiendo desde hace varias décadas, sin que ello se concrete.

Argentina y Brasil acordaron recientemente analizar la implementación de una moneda común, un tema que se reactiva entre varios países que se ha planteado en el bloque Centroamericano, pero que no se ha concretado a pesar de la globalización económica actual.

Fue el pasado 24 de enero, durante el desarrollo de la séptima cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), cuando Argentina y Brasil pusieron sobre la mesa la posibilidad de contar con una moneda de curso en Sudamérica para poder utilizarla en los flujos de comercio.

Ello, considerando que Brasil y México son las principales económicas en América Latina y tienen un peso significativo en la región, desde cualquier punto de vista. Por lo tanto, a futuro se plantearía invitar a otras naciones latinoamericanas a unirse, para así crear un segundo bloque monetario, luego de la Unión Europea.  

La operación de una unión monetaria en América Latina podría representar el 5% del producto interno bruto (PIB) mundial, tomando en cuenta que el euro tiene un peso de alrededor del 14% del PIB a escala global, cuando se mide en dólares.

Pero algo importante que es fundamental durante el estudio de posibilidades, es que gran parte de América Latina y el Caribe, pero principalmente Centroamérica, por su naturaleza económica es zona dólar: es decir que los flujos de intercambio comercial (exportaciones/importaciones) se realizan por medio de la moneda estadounidense, al igual que los préstamos internacionales, los flujos de inversión.

Es más, la conexión del sistema financiero regional utiliza el dólar estadounidense como moneda de referencia, por lo que podría decirse que ya es su moneda única.

¿De qué depende?

Parte del fundamento de la propuesta de una moneda única da inicio con un proceso de integración económica, tema en el que Centroamérica ya tiene experiencia como bloque, por lo que la idea de una moneda única ya ha sido analizada y es un tema que ya ha trabajado el Consejo Monetario  Centroamericano (CMCA) con sede en San José Costa, Rica.

Allá por septiembre del 2009 fue publicado el documento ¿Le conviene a Centroamérica tener una moneda común? publicado por el economista Jorge Barboza, quien lanza planteamientos como: ¿se justifica que los países centroamericanos tengan monedas propias?; ¿cuáles opciones monetarias tienen estos países?; ¿no sería más conveniente que tuvieran una moneda común, ya sea propia o una divisa como el dólar, el euro o el yen?; ¿cuáles son los pasos hacia una unión monetaria?

El autor parte del tamaño relativo de las economías centroamericanas y responde que “para valorar la justificación de la moneda propia, el enfoque más simple y revelador es el tamaño relativo de las economías, porque brinda un orden de magnitud del tamaño de los mercados de bienes y servicios en general, y del mercado cambiario en particular”.

Al respecto hace una comparación de la economía del 2008 cada uno de los países de Centroamérica, respecto a la de Estados Unidos, Brasil, México, Argentina y Colombia, y uno de los hallazgos es que “el tamaño relativo de las seis economías de la región individualmente es muy reducido, pero en su conjunto, alcanza una dimensión más razonable”.

Ejemplifica que cada país representa no más del 26.4% del PIB de Colombia; 9% del PIB de Argentina; 4.6% del de México; 4.2% del de Brasil; y 0.3% del de Estados Unidos. Pero ya como bloque regional, representa el 85% del PIB de Colombia; el 29% del argentino; 15% del PIB de Brasil y México; y 1% del estadounidense.

El autor indica que “la consecuencia lógica de la comparación anterior es que no se justifica que economías tan pequeñas como las centroamericanas, tengan sus propias monedas y más bien podrían obtener amplios beneficios si tuvieran una moneda común”. Por otro lado, desde el exterior visualizan a Centroamérica como un solo bloque económico.

 

Unificar intereses

Prensa Libre consultó a Álvaro González Ricci, presidente del Banco de Guatemala y de la Junta Monetaria, sobre ¿qué está motivando la creación de monedas únicas entre los países? Y desde su punto de vista como banca central respondió: “una unión monetaria surge cuando los países que integran una región son relativamente homogéneos en condiciones macroeconómicas y de comercio. Para lograr materializar ese esfuerzo es necesario que los intereses económicos, políticos y sociales de los países sean similares”.

Citó como ejemplo, que en el mundo están vigentes cuatro uniones monetarias: la Comunidad Económica y Monetaria de África Central; la Unión Monetaria del Caribe Oriental; la Unión Monetaria Europea; y la Unión Económica y Monetaria de África Occidental. En todas ellas se  delega la política monetaria y cambiaria en instituciones regionales de la respectiva unión.

Y añade que la motivación para la creación de monedas únicas entre dichos países son los beneficios que estas presentan, y de acuerdo con estudios realizados por el Fondo Monetario Internacional (FMI), las ventajas de pertenecer a una unión monetaria son varias, siempre y cuando, se cumplan varios requisitos.

Por ejemplo, las empresas tienen mayor facilidad para comerciar e invertir más allá de sus fronteras; los países obtienen acceso a mercados más amplios sin riesgo cambiario; y, dependiendo de los acuerdos constitutivos, las uniones monetarias pueden prestar apoyo a sus miembros cuando estos se ven afectados por situaciones adversas.

¿Es factible una moneda única virtual?

El presidente de la banca central también fijó postura sobre si es factible la creación de una moneda única regional virtual, y señaló que “actualmente, la creación de una moneda virtual a nivel de país por parte de un banco central, es un tema en estudio, que llevaría varios años de desarrollo”.

Declaró que solo Bahamas y Jamaica han emitido una moneda virtual de banco central, pero porque las condiciones de dichas islas dificultan la distribución de efectivo. “Ahora bien, emitir una moneda virtual a nivel regional, es un tema más complejo. Solo la Zona del Euro estaría en esa situación y el Banco Central Europeo aún lo tiene en estudio.

Para Centroamérica, estimo que primero tendría que darse la voluntad de tener una moneda única y luego pensar si sería física o virtual o ambas, “pero es algo que veo poco factible”.

Sobre los antecedentes de la creación de una moneda única en Centroamérica, el único es el peso centroamericano.

“El antecedente para el caso de Centroamérica es el peso centroamericano, el cual dejó de utilizarse como moneda hace más de cuatro décadas. En el Consejo Monetario de C.A. no se ha discutido el tema de manera específica, aunque sí se discuten temas relacionados con el proceso de integración financiera en la región”, apuntó Ricci.

En todo caso, el Interés del referido Consejo se ha enfocado en la armonización de las políticas económicas y de las estadísticas macroeconómicas, entre otros temas relevantes.

En cuanto a una moneda única digital para Centroamérica, en estos momentos es solo un concepto, precisó el presidente de la banca central, al preguntarle sobre qué tendencia se podría esperar al respecto.

Y considera que la digitalización es un proceso inevitable que “seguramente conllevará una mayor utilización de medios de pago electrónicos. Pero en cuanto a monedas digitales emitidas por los bancos centrales, considero que es algo que podría llevar un tiempo”.

Brasil: una megaeconomía

Prensa Libre consultó al analista financiero peruano Eduardo Recoba, sobre las posiciones de Brasil y Argentina de crear una moneda única, y brinda a profundidad una perspectiva de los motivos, resaltando la posición del gigante sudamericano.

Y parte de la idea de generar un espacio monetario, que a su juicio, desde el mercado de dinero común en América Latina es un disparate, que genera muchas dudas, no por razones académicas o técnicas, sino estructurales.

Y afirma que crear un espacio monetario común entre Argentina y Brasil, resultaría en una “resonancia monetaria extrema” porque Brasil es una megaeconomía, un megamercado, un megaexportador de mercancías y un megaproductor industrial.

“Brasil es una mega economía de demanda y consumo. Es un país que registra la mayor cantidad de Reservas Internacionales Netas, y resiste desde su moneda cualquier ataque sistémico global; tiene una posición de cambio que protege al Real y un mercado interno que sustenta la estabilidad monetaria”, declaró el experto.

“Esa estabilidad monetaria, también le brinda una estabilidad fiscal que le permite un nivel de gasto comparable en la región Latinoamericana solo con México, pues países como Perú, Chile o Colombia, no alcanzan esas escalas de gasto; mientras que Argentina o Venezuela,  con los problemas que tienen, jamás llegarán”.

Añade que para lograr una moneda única exitosa, hay que ver las reservas, tamaños de mercado, integración monetaria, el PIB, estructuras económicas, políticas monetarias y fiscales, trayectoria de las monedas, entre otros factores.

 

 

ESCRITO POR:

Urias Gamarro

Periodista especializado en macroeconomía, finanzas públicas e infraestructura, con 20 años de experiencia en medios radiales, impresos y digitales.