Competitividad

Detallan los 5 pilares actuales de la productividad y los que le faltan a Guatemala

El Instituto Global McKinsey (MGI) de la firma McKinsey & Company dio a conocer los resultados de un estudio sobre el estado de la productividad en el mundo y la región.

Santiago Carbonell, socio y Office Manager de la firma McKinsey & Company. (Foto Prensa Libre: Cortesía)

Con el rezago que ya se tenía y el impacto de la pandemia y pospandemia, muchos países necesitan más de 100 años alcanzar los niveles de productividad de las economías desarrolladas, pero es posible hacerlo.

Esa es una de las conclusiones del informe “Invertir en el crecimiento de la productividad” del Instituto Global McKinsey (MGI) de la firma McKinsey & Company,  el que analiza el desempeño de 125 economías en esa materia durante los últimos 25 años y, en particular, el estancamiento observado en América Latina, explica Santiago Carbonell, Socio y Office Manager de esa organización en Guatemala.

El ejecutivo expone los principales pilares para el crecimiento de la productividad y qué le hace falta a la región y a Guatemala.

¿En qué consiste el estudio y cuál es la situación de la región?

Es un entendimiento de la productividad y su incremento. Aparte de los países desarrollados, la productividad en el mundo se puede ver en tres partes o carriles:
los últimos 25 años, globalmente han sido muy exitosos en cuanto al aumento de la productividad, pero desafortunadamente eso tiene dos historias: una, de economías que han sido muy prósperas y productivas (las desarrolladas); las emergentes, que han estado en el carril rápido; y las lenta, entre las que está la mayor parte de Latinoamérica.

Antes pensábamos que así fuera de una forma lenta, los países en desarrollo íbamos a alcanzar los estándares de los desarrollados, pero lo que se muestra es una desaceleración y entonces estamos más lejos. La conclusión es que nos demoraremos 100 años o más en alcanzar a los países desarrollados.

Eso abre una un llamado muy importante a países como Guatemala y es que tenemos que incrementar la producción y para hacerlo hay que invertir en  infraestructura, educación y servicios, mecanizar los sectores productivos como la agricultura y la manufactura para que sean más competitivas y se pueda aprovechar la nueva globalización y el nearshoring.

¿Por qué Latinoamérica y Guatemala no logran avanzar a buen ritmo?

Hay varios factores, pues aparte de que necesitamos más inversión en infraestructura y nuevos negocios, también ha aumentado el desplazamiento de la agricultura a las ciudades. Eso es importante porque algunas economías de la región y Guatemala en particular, son economía con una alta población rural que se está trasladando a las áreas urbanas y su productividad no es suficiente.



La otra es que la economía de servicios no está creciendo a los niveles adecuados, lo que incluye la labor profesional, consultorías y otros. Y en el caso de la manufactura no estamos invirtiendo a la velocidad que lo están haciendo en países donde esta es más más sofisticada, avanzada y productiva.

"Desde hace muchos años se cree que la receta para el crecimiento se basa sobre todo en productividad, y sí es muy necesario, pero tiene que ir cambiando porque mientras se va perdiendo el bono demográfico, la producción debe ser más eficiente"

Santiago Carbonell, socio McKinsey & Company

¿Cuáles son las cifras de esos rezagos?

De 1997 a 2022, la productividad media de la economía se multiplicó aproximadamente por seis, pasando de unos US$7 mil a US$41 mil por empleado, lo cual, equivale a una tasa de crecimiento anual del 7.3%. La tasa media de crecimiento de la productividad mundial fue del 2.3% anual durante ese periodo, pero solo China e India contribuyeron con casi el 50% del total.



Sin embargo las tasas de crecimiento de Latinoamérica, el Caribe, Medio Oriente, el Norte de África y África Subsahariana fueron similares o inferiores a las economías avanzadas, quedando rezagadas. Y países latinoamericanos como Guatemala, Paraguay, Ecuador, Brasil, México y Argentina se encuentran en el denominado “carril lento”.

Según datos de The Conference Board, en los 5 años previos a la pandemia de Covid-19, ningún país latinoamericano alcanzó el nivel de productividad suficiente para entrar al carril acelerado y menos de un tercio de los países aceleró su crecimiento. En el caso de Guatemala, la tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) entre 1997 y 2022 fue a penas del 0.6%, sin presentar cambios, al comparar entre 2014 y 2019.

Mencionan que hay pilares de crecimiento, ¿cuáles son?

Desde hace muchos años se cree que la receta para el crecimiento se basa sobre todo en productividad, y sí es muy necesario, pero tiene que ir cambiando porque mientras se va perdiendo el bono demográfico, la producción debe ser más eficiente. También se requiere un crecimiento sostenible e inclusivo, que sea sostenible ambientalmente. Los cinco componentes importantes para las economías emergentes son:

  • Alta inversión en capital, de entre 20% y 40% del PIB invertido en proyectos.
  • Despliegue de esa inversión en el mantenimiento de buena infraestructura en las ciudades, con tiempos de movimiento (movilidad) favorables para la economía.  También, una agricultura mecanizada.
  • Expansión de los sectores de servicios, inversión de turismo y back office.
  • La manufactura debe ser más productiva y global (no más mecanizada, como en la actualidad).
  • Instituciones sólidas con mucha innovación y educación que nos permita aprovechar esa inversión.

De estos cinco componentes, ¿cuáles se deben priorizar en Guatemala y cómo hacerlo?

Priorizaría dos, la inversión en infraestructura y el desarrollo de la comunidad de servicios en la ciudad. Y a largo plazo, la inversión en educación para poder desarrollar el mejor talento de Guatemala. Creo que eso es lo que más retorno da sobre la inversión. 


¿Qué factores específicos encontraron en Guatemala y qué le hace falta al país para mejorar esa productividad?

Hace falta inversión en general, principalmente infraestructura pública y privada. O sea, carreteras, puertos y otros, que se traducen en productividad, pero también plantas, fábricas y otras edificaciones.

El estudio dice que vamos a salir adelante, si hay una decisión por parte de toda la sociedad, de trabajar juntos en pos de la inversión local y extranjera para poder dar el salto.

 ¿La necesidad de inversión también incluyen aspectos educativos y atender el tema de la población rural que se traslada a lo urbano?

Parte del plan necesario es ayudar con educación y empleo a toda esa gente  que está llegando a las ciudades, para hacer un buen encaje con la economía de servicios en la región.

Entonces, una parte importante es la educación, pues se debe crear talento para atraer esa inversión y hacer que los empresarios se asienten en estos países. De ahí, que los gobiernos, universidades sector productivo definan lo que necesitan y empiecen a capacitar la gente en lo que hace falta para que seamos más competitivos.


ESCRITO POR:

Rosa María Bolaños

Periodista de Prensa Libre especializada en medios escritos y radiales en temas de energía eléctrica, empleo, impuestos, empresas y negocios con más de 20 años de experiencia.