Los países latinoamericanos tienen una alta dependencia económica con EE. UU., por ser la economía más grande del mundo, y de estos, México y Centroamérica son los que mayor depende de ese país, lo que no sucede con algunos de América del Sur, que ya tienen relación más intensa con Asia.
La economía de los Estados Unidos creció a un ritmo moderado, apoyada por un mercado laboral más sólido en 2016.
No obstante, la actividad económica se debilitó durante el primer trimestre de 2016, debido a las manufacturas y a la baja en inversión en algunos sectores industriales, mientras que los servicios se mantuvieron fuertes.
Para el 2016 se proyectaba crecimiento de la economía en 2%, y el mismo porcentaje se prevé para 2017.
Aunque difícilmente puedan competir con EE. UU., los países latinoamericanos pueden lograr alguna incidencia si se llegaran a concretar algunas acciones como la unificación , subrayó Enrique Lacs Palomo, viceministro de Economía.
David M. Spooner, exnegociador por EE. UU. del Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, Panamá y Colombia, dijo que la mejor manera de contrarrestar cualquiera de las medidas de proteccionismo mundial es la integración de las economías en la región.
Propuesta
El informe Perspectivas Económicas de 2017, de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), marca una hoja de ruta para la región y se anticipa a las decisiones que adoptó el presidente estadounidense, Donald Trump.
El documento señala que se debe fortalecer e impulsar el comercio intrarregional, que durante el 2016 registró una caída del 5%.
En otro capítulo, indica que la transformación de China podría no solo estimular el crecimiento en momentos de desaceleración económica en América Latina, sino también ayudar a la región a enfrentar sus retos tradicionales.
Lacs Palomo dice que, en ese contexto, ni Guatemala ni Centroamérica están bajo una amenaza, como sí lo están México, Brasil, Argentina, Perú y Colombia, que por el tamaño de su economía y participación son más dependientes en la industria manufacturera y el despacho de materia primas.
“Centroamérica, por el momento, se encuentra en una zona de confort, y el balance negativo pudiera ser para México. En general, la región deberá incrementar su comercio intrarregional, aunque dependa en una buena parte de EE. UU”, señaló.
En 2016, la Cepal informó que de 23 economías latinoamericanas, siete estuvieron en terreno negativo —sobre todo en América del Sur— y otras se desaceleraron.
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Socio silencioso
Los vínculos comerciales entre América Latina y China se han disparado, convirtiéndose en el principal socio comercial de Brasil, Chile y Perú, señala la Cepal.
Humberto López, director del Banco Mundial (BM) para Centroamérica, dijo que en efecto, algunos de los países de América del Sur, han tenido más acercamiento con China, y que han desplazado a Estados Unidos como socio comercial.
Explicó que el factor de bajos precios de commodities (materias primas) fue la causa que impactó en sus economías el año pasado, con respecto a otra regiones.
“Centroamérica tuvo crecimiento positivo en 2016, en comparación con Sudamérica que fue la más castigada por bajos precios y una menor demanda de China”, afirmó.
En todo caso, dijo el diplomático se deben dar las condiciones para bajar costos en Latinoamérica y fomentar un comercio más agresivo, así como diversificar la transacción de las mercancías.
Empresarios como el magnate Carlos Slim Helú, anunció hace algunos días la construcción de una planta automotriz China en México.
Lacs Palomo, indicó que en este momento, la integración de Latinoamérica es más política que económica por la construcción en EE. UU. de un muro para frenar la migración.