El ejecutivo precisó que la zafra será de 48.4 millones de quintales, una disminución de 5 por ciento a la de 2009/2010, que ascenderá a 50.9 millones de quintales. .
“El impacto lo tendremos para la zafra que iniciará en noviembre próximo, pero estamos preocupados por el comportamiento del final del invierno, el cual, según los análisis, será más severo”, añadió Boesche.
Los cultivos más afectados están ubicados en el departamento de Escuintla, aunque también hay daños en plantaciones de Santa Rosa, Retalhuleu y Suchitepéquez, según el resultado de la evaluación técnica de Asazgua.
La extensión total de cultivo de caña en la Costa Sur es de 235 mil hectáreas
Invierno catastrófico
Boesche calificó los estragos generados por las lluvias como los más serios, incluso superan a las pérdidas causadas por las tormentas Mitch (1998), Stan (2005) y Ághata (2010).
“Los daños por esas tormentas no fueron de la magnitud de las recientes lluvias, porque las inundaciones no se han podido drenar y al mantenerse estancada el agua daña la siembra”, declaró.
Otro impacto sería la reducción de los rendimientos por hectárea, surgimientos de plagas y hongos, por la humedad y la falta de lumosidad —poco sol—, explicó Boesche.
Añadió que estas pérdidas afectarán las exportaciones del edulcorante, mientras que para el suministro local se mantendrá la reserva para su abastecimiento. Además, prevén un retraso por tres semanas del ciclo de cultivo, el cual iniciaría a finales de noviembre.
Las exportaciones de azúcar del 1 de noviembre del 2009 al 10 de septiembre de 2010 es de US$668 millones.
“Hay daños serios y fuertes en el sector agroindustrial”, manifestó José Oribe, director ejecutivo de Azucareros del Istmo Centroamericano, al referirse que el exceso de lluvias también generó pérdidas en plantaciones de caña en Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica.
Oribe refirió que estos efectos se medirán con exactitud en la producción de azúcar en la región para la siguiente zafra por cada país, pero los mayores problemas fueron para Guatemala.
“No podemos decir cuál será la proporción del impacto, pero sí va a haber efecto en la producción de azúcar”, añadió.
Diego Joachín, analista del Central American Business Intelligence, indicó que el azúcar es un comodities —materias primas— que en los últimas semanas su precio ha ido en aumento a nivel internacional y al conocerse el impacto de estas lluvias elevaría su costo para entregas en el futuro.
Los contratos de futuros de azúcar, de 112 mil libras cada uno, subieron el viernes último y cerraron para entrega en octubre a US$22.73 y para marzo, US$21.71.