De la década de 1990 a la actualidad invirtieron US$850 millones en instalación de generadoras y otros equipos asociados, indicó Ortiz.
Sin embargo, de este monto la mayor inversión de alrededor del 76%, se concentró en los años 2012 al 2016 cuando el país estaba llevando a cabo varios de los procesos de ampliación de su capacidad de generación y de la diversificación de la matriz energética para lograr más tecnología con recursos naturales, además de contratos de largo plazo (de hasta 15 años).
La capacidad instalada de generación de los ingenios es de alrededor de 1 mil 020 megavatios (MW). Dicha generación la dividen tanto para uso propio de sus procesos de producción usando alrededor del 37%, y el restante 63% que representa alrededor de 647 MW lo venden al Sistema Nacional Interconectado (SNI) para cubrir la demanda de energía en el país. Algunos ingenios también exportan.
Los ingenios tenían en el año 2000 una capacidad instalada de aporte de 160 MW, y fueron instalando nuevas inversiones hasta llegar a los 647 MW mencionados, concentrados en especial en el período en mención, y que fueron entrando en operación de forma paulatina.
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En la actualidad no tienen previstas inversiones para el 2021 y están la expectativa de los términos de referencia (TDR) que tenga la licitación de 400 MW que ha anunciado el Ministerio de Energía y Minas (MEM). El proceso ya había iniciado luego de varios meses de preparación por parte de las distribuidoras de energía y la Comisión Nacional de Energía Eléctrica (CNEE) ya había aprobado los TDR sin embargo posteriormente los suspendió indicando que no había las condiciones necesarias para atracción de inversión internacional y generar competencia debido a la pandemia del coronavirus.
No hay inversiones previstas pero el sector está abierto y a la expectativa a lo que ocurra tanto en el proceso de licitación anunciada y de las condiciones de mercado ya que como inversionistas también se analizan la estabilidad y certeza jurídica, las condiciones económicas del país, entre otras aristas.
En tiempo de zafra la generación se hace con biomasa proveniente de la caña de azúcar y en el resto del año generan con carbón y algunos con búnker. Durante la zafra 2020-2021 el sector generó 1 mil 844 Gigavatios hora (GWh), esto es equivalente a dos veces el consumo de todas las Empresas Eléctricas Municipales (EMM) de Guatemala durante un año o a toda la energía que consumen los más 1.1 millón de usuarios de DEOCSA durante un año, añadió Ortiz.
Además, en el plazo en mención, la potencia máxima disponible para entregar a la red durante la época de zafra fue de 562 (MW) que equivale a dos veces la capacidad máxima de la hidroeléctrica Chixoy, comentó.
Se usaron más de 6.4 millones de toneladas de biomasa de caña, resultantes del proceso de elaboración de azúcar y con esta generación de energía renovable se evita que cada año lleguen al ambiente hasta 4 millones de toneladas de CO2eq, según estudio de la Huella de Carbono del Azúcar de Guatemala, realizado por el Instituto Privado de Investigación sobre Cambio Climático de Guatemala (ICC), mencionó el ejecutivo.,
El mayor aporte de energía al sistema nacional lo hacen las hidroeléctricas que cubren más del 40% de la demanda anual del país.