Esa situación ocasionó que algunas se acogieran a programas como el de Protección al Empleo, otras despidieran a trabajadores o bien lo necesitaban para el giro del negocio.
“Todavía hay problemas de liquidez. Algunas empresas se quedaron sin flujo de caja y tuvieron que recurrir a préstamos, y la banca reaccionó bastante bien y financió durante la crisis a un número significativo de estas”, comentó el representante empresarial.
En cambio, para el sector turístico y en opinión de Diego Díaz, presidente de la Cámara de Turismo (Camtur), no hay optimismo en las proyecciones financieras porque consieran que no será sino hasta el primer trimestre del 2021 que se refleje una mejora, porque actualmente lo que impulsa al sector es el turismo interno, pero este solo se activa los fines de semana.
El representante de Camtur indicó que la mayoría de los empresarios del sector de turismo no logró acceder a un crédito porque no llenaba las condiciones de estabilidad que solicitan las entidades bancarias.
“Cuando llega a solicitar créditos, el segmento turístico no califica para tener acceso”, lamentó Díaz.
Las previsiones financieras para los próximos seis y 12 meses no son halagadoras, y el sector del turismo se ha apoyado con el Fondo de Protección al Empleo porque la activación no se verá en el corto plazo.
“Aún tenemos colaboradores que necesitan ponerse a trabajar; por ejemplo, rangos medios y bajos, pilotos, guías de turismo, personal de limpieza, pero aún se necesita el apoyo financiero para poder llegar a marzo del 2021, cuando ya se pueda empezar a operar de una forma regular”, resaltó Díaz.
En cuanto a los préstamos para apoyar a las pequeñas y medianas empresas, Leporowski ve poca capacidad del Crédito Hipotecario Nacional (CHN) para atender esa necesidad. Además, dijo tener conocimiento de que a algunos empresarios pequeños y medianos no se les otorgaron, aunque desconoce las razones.
Según el presidente del Cacif los programas que más ayudaron a la población son el del apoyo a la economía informal y el de protección al empleo, aunque reconoció que llegó un poco tarde, pero ayudó a mantener un porcentaje del empleo, dado que alcanzó a aproximadamente 180 mil trabajadores que recibieron el beneficio de los Q75 diarios.
Mejora la confianza
La mejora en el índice de confianza de la actividad económica (Icae) en septiembre es la primera señal de la recuperación tras la reapertura gradual de actividades económicas.
La función del Icae es medir la percepción de los agentes económicos en cuanto a decisiones de inversión, el clima de negocios y el desempeño de la economía, y se consulta a un panel de analistas privados por parte de la banca central.
En septiembre recién pasado, el Icae se situó en 53.38 puntos, superior en 11.49 por ciento al registrado en agosto (47.88 puntos), y en comparación con el obtenido en septiembre del 2019 (47.08), mostró un 13.38% más.
En abril último, el indicador tocó el peldaño más bajo, con 32.64 puntos; en mayo, 38.84 puntos; en junio, 36.40; y en julio 38.68, según el reporte del Banco de Guatemala (Banguat).
Estas señales de recuperación de la confianza obedecen a la liberación de restricciones en los últimos dos meses.
Leporowski dijo que estos efectos se reflejan con rezagos, debido a la reapertura gradual de la actividad económica en esos meses, acompañada de una mayor movilidad de los agentes económicos.
La pandemia ha tenido un alto impacto en el mundo e incrementó la incertidumbre en todos los ámbitos, por lo que precisa reconstruir la confianza perdida, opina el empresario.
Los protocolos implementados por los sectores económicos y el compromiso de las empresas de garantizar la salud y seguridad en el trabajo han propiciado las primeras señales de recuperación de la confianza de los agentes económicos.
Otro de los factores que dependen de la mejora de la confianza ha sido la capacidad de respuesta y adaptación frente a los consumidores poscovid. También obedece a la adaptación del mercado al nuevo comportamiento de consumo derivado de la pandemia.
Altas expectativas
Luego de la reapertura total de las actividades económicas en el país se esperaría una movilidad mayor, lo que anticipa más confianza de los agentes económicos e incluso mayores planes de inversión por parte de los empresarios.
Se esperaría que esto impulse el consumo tras el efecto estacional de las festividades de fin de año, al cuarto trimestre del año.
Otro de los sectores que se espera pueda reactivarse es el turismo, que ha sido fuertemente afectado.
Díaz agregó que el turismo internacional se activará el próximo año, pero en este “nuevo normal” el turismo internacional será complicado y aún hay desconfianza para viajar. Para venir a Guatemala, con excepción de México, se tienen que hacer escalas y las personas están tratando de evitar estas y desembarcar en lugares de alto riesgo.
En general, los países están apostando por el turismo nacional, afirmó Díaz, quien señaló que este ha dado un breve repunte y se está programado para el próximo año.
Para Leporowski la recuperación de la confianza es buena señal. Sin embargo, dijo, el país requiere cambios estructurales para atraer más inversión y recuperar los más de cien mil empleos formales perdidos y las más de tres mil empresas fuera del Seguro Social como consecuencia de la pandemia.
Los planes de reactivación económica deben ponerse en marcha en el corto plazo, para evidenciar esta recuperación gradual. De lo contrario, los efectos serán más fuertes en materia del clima de negocios en el país para la creación de empleo formal, enfatizó Leporowski.