Las pérdidas sufridas por las acciones europeas desde el viernes pasado –en torno al 12%-13%– son las más importantes desde la crisis financiera de 2008-2009, cuando la economía entró en recesión
Otras señales son igualmente preocupantes, como el nivel del índice de volatilidad VIX (o “índice del miedo”), el más alto desde 2011, año de la crisis de la deuda pública en la zona euro.
“En un contexto de mercados muy sobreevaluados, se ha producido lo que nos temíamos: la conmoción financiera causada por la propagación del virus fuera de China es muy fuerte, lo que da una nueva dimensión a la crisis”, subraya en una nota la analista Véronique Riches-Flores.
Se trata de una crisis financiera, “durante mucho tiempo temida que, si se prolonga, tendría consecuencias potencialmente más dañinas que la propia epidemia del COVID-19”, agrega.
Caída en picado
Tras el derrumbe el jueves de Wall Street (-4.42% para el Dow Jones y el S&P 500, -4,61% el Nasdaq), los mercados asiáticos también cayeron (-4% para Tokio y Shanghái, -5% Shenzhen) y las plazas europeas abrieron el viernes con fuertes pérdidas, en torno al 3%. Wall Street abrió con caída de su índice Dow Jones del 3%, mientras que el S&P 500 bajaba un 3.1%.
Con ello, “se borra la casi totalidad del movimiento alcista desde el verano (boreal) pasado, y ello en solo una semana”, destaca en una nota Tangi Le Liboux, estratega de Aurel BGC.
De cara al futuro, “el riesgo es importante, porque la epidemia sigue propagándose, amenazando a un creciente número de regiones en todo el mundo, incluso Estados Unidos”, primera economía del planeta delante de China, según Riches-Flores.
China era hasta ahora el único foco de la epidemia, pero el riesgo se ha multiplicado con la emergencia de nuevos brotes, como Corea del Sur, Irán e Italia. Hasta la fecha, entre los últimos países que se han sumado a la funesta lista figuran Holanda, Bielorrusia, Nueva Zelanda y Nigeria, primera nación con personas contagiadas en África subsahariana.
Según varios analistas, no es tanto la gravedad de la epidemia lo que preocupa sino las medidas tomadas para contenerla, especialmente dañinas para la economía.
“El impacto económico es totalmente imprevisible. Y es esta situación lo que hace que las bolsas caigan”, asegura Le Liboux.
Por ello, los inversores están acudiendo a los valores-refugio, en primer lugar las obligaciones de Estado o el oro.
Cae el precio del petróleo
Por su parte, las cotizaciones del petróleo seguían cayendo este viernes, por las posibles consecuencias de la epidemia del coronavirus sobre la demanda mundial de crudo.
El viernes a las 10H30 GMT el barril de Brent del mar del Norte para entrega en abril perdía en Londres 2,84% respecto al jueves, a 50.70 dólares el barril.
En Nueva York, el barril de WTI caía 2.59% a 45,40 dólares. Las cotizaciones del petróleo llevan ya cinco sesiones consecutivas de pérdidas, y en una semana suman ya una pérdida en torno al 15%.
La situación plantea un reto para la OPEP y sus aliados, que se reúnen el jueves y viernes próximos en Viena, sede del cártel exportador.