Paulo De León, director de Cabi compartió con los participantes los principales efectos y explicó que en el caso de Guatemala la firma hizo un ajuste a la baja en las estimaciones de crecimiento económico y son más pesimistas que las del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La firma proyecta un crecimiento negativo del Producto Interno Bruto (PIB), que se ubicaría entre -2.8 y -3.2%, un golpe del más del 4% del PIB para Guatemala.
Para el sector agrícola también hay un recorte para la producción y proyectan que la expectativa del PIB agrícola será entre -1.5 y -1.8% para el 2020 y en términos de facturación se prevé una caída de un -3.5% para este año.
“En el segundo trimestre del 2020 se empiezan a evidenciar las caídas y en el tercero se percibirá más el golpe, luego se mantendrá una baja en el cuarto trimestre, y se empezará a recuperar el sector agrícola en el primer trimestre del 2021”, comentó el analista económico.
A pesar del panorama poco alentador, De León dijo que de los 17 sectores que miden el PIB, el agrícola es uno de los mejores en sus proyecciones.
Daño colateral
Ricardo Rodríguez, economista de Cabi presentó los resultados de la encuesta: Impacto general covid-19, que confirman las proyecciones al evidenciar entre las 123 empresas encuestadas una baja en las demandas, en las ventas y la productividad.
La encuesta se llevó a cabo durante la semana del 3 al 17 de abril, y posee una representatividad de los 22 departamentos del país.
Entre los principales retos de las empresas por medidas adoptadas por el gobierno se encuentran en primer lugar, la restricción de horarios, por el lado de (proveedores/compradores) con un 64% y en la restricción de horarios para operar de un 56%.
“El efecto no solo es a lo interno de la empresa, sino con el tema de proveedores, y poder llegar a sus compradores, entonces son en ambas vías”, refirió Rodríguez.
El 80% de los encuestados ha percibido una disminución en las ventas o cancelación de contratos a causa de la crisis.
De ese 80%, el 63% indicó que la caída ha sido más del 20%, por lo tanto, el impacto es generalizado y es fuerte, “pero es coyuntural, al medirlo más adelante hay que observar si estos porcentajes cambian”, señaló el economista.
Carla Caballeros, directora ejecutiva de Camagro aseguró que la encuesta confirmó varios puntos, el primero que todas las actividades agrícolas están operando, el segundo que la demanda cambió y tercero que las ventas están bajando.
“Especialmente bajaron las ventas relacionadas a hoteles, restaurantes y sector turístico, a quienes se les venden vegetales especializados como tomate manzano, espárrago, carne de cerdo y res”, afirmó Caballeros.
Como consecuencia de la caída en las ventas se genera un problema de liquidez en las empresas y un 73% de los consultados afirmaron que no recibieron ingresos normales y algunas empresas se han visto en la necesidad de recurrir al sector financiero.
En ese sentido, un 34% ha acudido a créditos para obtener recursos, préstamos desde pequeños para cubrir planillas y otros de largo plazo con desembolsos más fuertes.
Entre los problemas que manifestaron con proveedores se encuentran la entrega tarde de insumos (27%), otro 25% están cerrados y no pueden obtener materia prima, y otro 23% no tiene problemas, un 77% tiene problemas con proveedores de índole cualitativo y administrativo.
Otro eslabón son los insumos que vienen de Asia o Europa por la falta de existencia de materias primas importadas y otro 10% en el cambio de procesos de cobros, donde las empresas han pasado a la digitalización de cobros, pero han tenido problemas.
En el tema de compradores solo un 23% no ha tenido problemas y el 77% sí los tiene, por un lado, con los clientes locales -el 33%- y por otro, los internacionales con un -74%-.
“Por la fecha hay que tomar en cuenta que varios de los países ya llevaban semanas o meses con el problema del covid-19”, recordó Rodríguez.
El 36% de los participantes indicó que tienen problemas de logística, otro 24% manifestó dificultades en mercados cantonales, por la restricción de horario.
Diferentes escenarios
Al consultar a los productores si las medidas sanitarias continúan por uno o dos meses más cuál sería el impacto para su empresa:
- 50% dijo que tendrían pérdidas en ventas.
- 8% dijo que la consecuencia sería no sembrar en la siguiente cosecha.
- 17% tendría dificultad en la disponibilidad de materia prima.
- 13% despedirá más trabajadores.
- 20% incrementará costos.
- Y el 16% los llevaría a la quiebra.
Sobre la expectativa a mediano plazo, los encuestados revelaron que el 52% espera que las ventas se reduzcan, el 27% espera que se incrementen y el 21% espera que se mantengan igual.
Para el 57.3% de los consultados sus costos se incrementaron en las últimas tres semanas, y va subiendo conforme avanza el tiempo, para los próximos tres meses, un 65.3% espera que se incrementen y de aquí a finales del 2020 casi un 70% esperan que se incrementen los costos, un alto porcentaje ya lo ha experimentado y sino ya lo percibirán.
Entre los costos qué más les preocupa al sector agrícola son: El costo laboral, es decir, los pagos de planillas en un 85%, y en un 22% en el costo de insumos agrícolas, el resto al empresario agrícola no le resulta relevante, sino mantener su planilla de empleados y tener los insumos para producir.
En las últimas tres semanas un 41.9% ha tenido que reducir la planilla, en los próximos 3 meses un 56.5% reducirá y un 51.6% en los siguientes meses.
Según los productores las medidas que debe tomar el gobierno en el tema económico para aliviar el impacto de la crisis en los agricultores se ubican en un 40% en medidas relativas a impuestos como eliminar el IVA a los alimentos, reducción del USI, el 18% en medidas sobre fuerza laboral y un 35% en facilidad de préstamos.
En auge el contrabando
Julio Orozco, de la Gremial de Alimentos de la Cámara de Industria de Guatemala comentó que existe una preocupación por el tipo de cambio mexicano y el aumento del contrabando.
“Previo a la crisis en fronteras, de cada 10 productos que ingresan de contrabando al menos 6 y 7 son de contrabando. La preocupación es alta no solo por tema comercial sino por los efectos que tienen en la salud, el consumidor se encuentra en una situación vulnerable”, expresó Orozco.
Según análisis más del 80% de los productos de contrabando corresponden a la canasta básica, por lo tanto, el riesgo es evidente si ingresan en malas condiciones y “este tema le compete a todos los integrantes del sector de alimentos”, enfatizó el empresario.
En opinión de Rodolfo Orozco, miembro de la Coordinación de Organizaciones No Gubernamentales y Cooperativas (Congecoop) el contrabando debe ser atendido con mayor atención por parte de las autoridades encargadas para evitar y prevenir este flagelo y así minimizar el impacto que el sector ya está resintiendo.