316 empresas respondieron 28 preguntas de la encuesta que se llevó a cabo del 18 al 22 de mayo, con el objetivo de poder determinar si están preparados para reactivar la actividad económica.
Leporowski resaltó que el estudio sirvió como un termómetro para medir las condiciones de las empresas desde que empezó la crisis sanitaria del nuevo coronavirus hasta abril.
También, agregaron algunos datos nuevos de cómo está impactando la pandemia en el sector para poder conocer y analizar la situación de la economía desde el punto de vista de los empresarios.
Entre los hallazgos más relevantes se encuentra que 8 de cada 10 empresas está lista para reactivarse, y el 15% aún no lo sabe.
“Esto significa que aún hay incertidumbre sobre qué sucederá con las limitaciones y restricciones, qué sucederá con temas de créditos, a pesar de que el número es alto de las que están preparadas, todavía hay un número importante en la que la incertidumbre domina el panorama”, explicó Ardón.
En el tema de la reactivación económica al consultar a las organizaciones si necesitan capacitación para poder abrir, la mayoría respondió que no (71%), pero el (29%) dijo que sí es necesario recibir orientación.
En ese sentido, 8 de cada 10 empresas han invertido en equipos de prevención.
Estos son los temas en que necesitan capacitarse las empresas:
- Bioseguridad
- Nuevos sistemas de producción
- Mercado digital
- Protocolos
- La nueva normalidad
- Manejo de limpieza y desinfección
- Teletrabajo
- Atención al cliente
El 94% de los que respondieron afirmaron que no han reportado casos de covid-19 y el resto dijo que sí, es decir, el 76%.
Ardón comentó que los sectores más afectados son aquellos que prácticamente por el tipo de negocio están en paro total y una buena parte pertenece a hotelería, restaurantes, y todos los servicios turísticos, y comercio formal que se encuentran en centros comerciales y que aún no han podido abrir.
5 de cada 10 empresas en Guatemala están operando de forma parcial, 13% paro total y 18% están en teletrabajo.
“No hay un impacto extremadamente grave en el aparato productivo del país, son empresas de actividades esenciales, por ejemplo, alimentos, farmacéutica, higiene y limpieza, se hubiera esperado un efecto negativo, pero no es así”, resaltó el director ejecutivo de Cacif.
Optan por suspensión de contratos
El 46% de las empresas consultadas suspendieron contratos laborales, en caso de suspensión total es porque está paralizada y el 64% de las empresas dijo que la suspensión fue parcial y el 36% suspensión total.
6 de cada 10 empresas ha recurrido a la suspensión parcial de contratos laborales, y se duplicó el número de empresas que recurrió a la suspensión a comparación de la encuesta anterior, cuando 4 de cada 10 suspendieron contratos laborales. Más del 40% suspendió a su planilla laboral.
Solo el 34% ha recibido una respuesta positiva por parte del Ministerio de Trabajo y el 66% no ha recibido una respuesta favorable. “Es alarmante porque cumplieron con los requisitos y no reciben atención por parte de las autoridades”, enfatizó Ardón.
En el tema de despidos el 61% de las empresas dijo que no recurrió a ese extremo y el 39% dijo que sí.
“Hay esfuerzo por tratar de mantener los empleos, al modificar el tipo de trabajo, del 1 al 10% de la planilla tuvieron que despedir, llama la atención que en algunos casos han tenido que recurrir a despedir a más del 40% de su mano de obra”, resaltó el director ejecutivo del Cacif.
Caída en las ventas afecta en liquidez
Se reporta una caída considerable en las ventas, solo un 2% de las empresas lograron vender un 100%, casi el 10% vendió un 100% menos de lo que vendieron en marzo y el 25.90% más del 50% en la caída de ventas.
Es decir, más de 1 de cada 3 empresas vendieron menos de abril a marzo, y esto enciende la alarmas por la liquidez que puede causar a las empresas.
6 de cada 10 empresas está teniendo problemas de liquidez financiera y las expectativas para los próximos dos meses es que el 43% de las empresas piensa que seguirá igual su condición, y el 44% afirmó que empeorará, por la prolongación de la pandemia y lo poco claro de la reapertura económica y el nuevo normal.
“Vemos que si se prolonga la emergencia, la situación será más grave, no solo en el empleo sino que algunas empresas se verán obligadas a cerrar, para evitarlo se han venido preparando con protocolos y ya se presentaron en el Consejo Nacional de Salud, es necesario buscar una reapertura por etapas”, expresó Leporowski.
En promedio se dejan de facturar Q100 millones diarios por el estado de calamidad prolongado, según datos de Cabi, indicó el presidente del Cacif.