Economía

Consejos del Consultor: Migración, crecimiento y demanda de tierra

La tierra siempre ha estado allí. A medida que las personas se asientan en algún sitio, se les obliga a la utilización máxima del recurso más escaso de que disponen: La Tierra Urbana.

Un asentamiento humano crece básicamente por dos razones: Desarrollo económico y crecimiento demográfico.

El desarrollo económico de un asentamiento implica el crecimiento de los sectores secundario y terciario de la economía. Un asentamiento primitivo desarrolla fundamentalmente el sector primario (agricultura, caza, pesca). La industria (sector secundario) el comercio y los servicios (terciario) deben desarrollarse en las ciudades para tener eficiencia económica. Allí están la demanda de productos y servicios y la oferta de empleo.

La industria pasa a un segundo término y evoluciona el sector de los servicios: finanzas, seguros, servicios profesionales, gobierno, finca raíz y todas las necesidades que requiere un habitante urbano.

Demanda de espacio

El crecimiento de las actividades económicas demanda entonces sitio para trabajar, producir y vender.

La industria de la construcción acude a ofrecer bodegas, locales y oficinas, demandando el uso intensivo de la tierra urbana.

A su vez, el aumento económico demanda más empleo. La población inmigrante llega a la ciudad por empleo, mejores ingresos, educación, mejor nivel de vida y vivienda.

Las dos primeras razones son económicas y dependen del desarrollo que una ciudad tenga en sus sectores secundario y terciario, altamente generadores del empleo. Otros migran por estudiar en la universidad y luego se quedan trabajando.

Mejor nivel de vida

Un cuarto grupo, llega por mejorar el nivel de vida en el campo o su pueblo. Y sólo en quinto lugar está el motivo vivienda. No es pues, cierta la afirmación de que construir viviendas acelera la migración.

Sin embargo, al migrar la población, se demanda sitio para vivir: la vivienda. Pero ésta resulta como subproducto de un proceso económico (empleo e ingresos) que permiten a su vez construir y comprar vivienda.

El inmigrante se instala en casa o cuarto de alquiler, según su estrato social. Puede estar de paso, puede que el empleo no dure: paga entonces renta. Al pasar el tiempo, acumula ahorros y mejora sus ingresos, lo que le permite acceder a un lote para construir o a la cuota inicial de una vivienda comercial, y pagar la cuota mensual que le permitirá amortizar y pagar los intereses de un crédito bancario a largo plazo.

Continuará.

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