“Empezamos con Q300. Eso es lo que teníamos. Fredy trabajaba en la Costa Sur y trajo unos troncos de árbol que encontró. El dinero sirvió para comprar materiales como cable, sóquet y focos.
Ahí hicimos las primeras lámparas”, cuenta Lissette y comenta que no han recibido financiamiento, sino que reinvierten los recursos de las ventas.
Los diseños fueron sencillos. Ahora los hacen más elaborados y personalizados, con productos reciclados como vidrio, botellas, metal y madera. También usan instrumentos musicales, filtros de aire, engranajes, aros de bicicleta, ejes, molinos de carne o de café, botes, coladores y bisutería.
Además están los diseños con objetos que los clientes desean conservar. Entre estos han incluido radios, máquinas de coser y planchas antiguas, así como utensilios de cobre, porcelana o peltre.
Otras personas tienen una botella o una colección de botellas y se les ha diseñado y elaborado lámparas.
La pareja cuenta el caso de una familia que tenía guardadas 31 botellas de vino y ahora lucen una lámpara en el comedor de su casa, con un diseño personalizado.
Nos encanta demostrarle a la gente que con objetos que muchos consideran basura se pueden obtener artículos de decoración hermosos. Lissette Galindo de Citalán, emprendedora de LAO Green.
Algunos clientes llevan sus botellas, otras se adquieren en restaurantes, recicladores o de personas que han celebrado una reunión. Así se combinan los colores del vidrio con los de los focos, así como de la madera y el metal.
Al inicio los esposos hacían todo el trabajo; ahora contratan servicios o compran material a otras personas, como a un electricista la elaboración de las pantallas; compran materiales a una señora que se dedica a reciclar en el relleno sanitario y a un encargado de mantenimiento de un centro comercial.
Los esposos diseñan juntos, aunque la mayoría de diseños provienen de Fredy, él también es el artesano, hace las lámparas, mientras que Lissette administra el negocio y las ventas, es quien representa a la empresa en distintos eventos, exposiciones y ferias.
Ha tomado varios cursos para emprendedores, además de uno para elaboración de mesas con diseños de ríos de resina, que es otro de los artículos que ofrece LAO Green.
Fredy y Lissette se conocieron cuando estudiaban artes plásticas en la Universidad Popular. Ella tenía 15 años y él, 18. Lissette se graduó de maestra y estudió Derecho en la Universidad de San Carlos de Guatemala y él se graduó de bachiller en Computación y trabajó en ventas. Posteriormente nació la idea del negocio, ya que ambos tienen el gusto por las artes gráficas, la carpintería y trabajos manuales.
Hace cinco años empezaron el negocio, pero no fue hasta en el 2017 que se lograron asentar. El nombre viene de las siglas Lámparas Artesanales Originales (LAO) y Green porque buscan proteger el medioambiente. “Pensamos que el planeta se está deteriorando y no hacíamos mucho. Luego vimos que hay personas que todo lo desechan y nosotros le damos una segunda oportunidad de uso”, expone Fredy.
Aparte de sus diseños, consideran que han tenido aceptación entre los clientes porque proveen repuestos y reparación, a diferencia de otros artículos en el mercado, que son desechables porque no hay repuestos en el país.
Abrieron una tienda en Antigua Guatemala, pero la tuvieron que cerrar por problemas de salud que ha afrontado Fredy. Ahora que ya se está recuperado se instalaron en una tienda en la zona 11 y actualmente buscan distribuidores para la provincia.
Lissette ha participado en cursos con Alterna, aceleradora de emprendimiento. Además compiten por financiamiento en la fase de propulsión del programa Alterna.
Para gustos diferentes
Los precios de las lámparas van desde Q250, por una de mesa, hasta unos Q5 mil, dependiendo del diseño, porque también se trabajan en forma personalizada y a la medida.
Han proveído a restaurantes, hoteles, bar café, y otros negocios, así como varios hogares. Entre sus clientes están Domisol, Kloster de Oakland Mall, Antigua Bistro, Entre Carnes Express y Cactús (Antigua Guatemala), Café Artesanal (San Lucas), Vikingos Bar y otros, en Tecpán y Cayalá.
Gracias a que muchos de sus clientes son de Antigua Guatemala turistas han llevado sus productos a Estados Unidos, Perú, Colombia, Panamá, El Salvador, Honduras o Canadá, comentan.
Su visión es ubicar distribuidores en varios departamentos del país, así como en El Salvador.
Las botellas de bebidas están entre las preferidas. Algunos clientes piden que en sus lámparas se observen las marcas y otros prefieren que se vea solo la forma que distingue alguna bebida en particular.
Los diseños de LAO Green se pueden adaptar a hogares, negocios, restaurantes.
Puede contactarlos por redes sociales, en Facebook puede encontrarlos como LAO GREEN, Lámparas Artesanales y la dirección de correo electrónico laogreengt@gmail.com
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