Desde 1997, Guatemala entregó a pobladores locales 40% de las 2.2 millones de hectáreas que abarca la Reserva de la Biosfera Maya para la explotación controlada de madera, que ha propiciado una reducción significativa, a “casi cero”, en la tasa de deforestación del área.
Además, el informe señaló que las nueve concesiones vigentes han logrado frenar el avance de cultivos que talan el bosque, al tiempo que protegen los ecosistemas, controlan los incendios forestales, generan 3 mil puestos de empleo y unos 10 millones de dólares al año por la venta de madera.
El Consejo Nacional de Áreas Protegidas espera ampliar el modelo de concesiones que es utilizado en Petén, para lograr mayor protección de las reservas naturales en el resto del país.
“El modelo de manejo forestal en la zona de usos múltiples de la Reserva de la Biosfera Maya es un modelo exitoso y probablemente ha sido la herramienta de conservación más efectiva a que el gobierno apostó”, señaló José Román, director para América Latina de la no gubernamental Rainforest Alliance.
Román explicó que el modelo guatemalteco de concesiones por 25 años es un ejemplo a nivel mundial sobre conservación de bosques debido a que los resultados obtenidos señalan que “va por el camino correcto”.
De su lado, autoridades del estatal Consejo Nacional de Áreas Protegidas explicaron que planean replicar el sistema en otras áreas del país para frenar la deforestación.