En McKinsey lo comparamos con subir el pico más alto del mundo, ya que los desafíos de la escalada se agravan cuanto más cerca se está de la cima, y los que logran esta hazaña se preparan durante años con disciplina y conocimiento de su cuerpo y mente.
Desde la década de los 50, menos personas han logrado llegar a la cima de alguna de las 500 empresas en la lista Fortune, que las que han escalado el Monte Everest, y eso demuestra que no es una ruta fácil. Hoy les comparto cuatro claves para que el viaje a una posición de CEO sea un éxito:
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¿Cuál es tu motivación?
Si el ego es la razón principal por la cual quieres ser un CEO, es poco probable que sea un motivador sostenible en el tiempo, ya que la mentalidad como futuro líder de la compañía debe inclinarse hacia tener la pasión y visión de ayudar a otros a escalar más rápido, a efecto de alcanzar nuevos objetivos.
Sin las motivaciones y expectativas correctas, no solo encontrarás que el esfuerzo requerido para ser CEO supera cualquier ganancia personal, sino que también habrá menos probabilidades de tener éxito.
Adicionalmente al igual que los deportistas de élite, se exige un sacrificio y esfuerzo constante en momentos de poca gloria que la gente no ve, equivalente a las horas de entrenamiento que pasan solos en el gimnasio.
Un factor importante a tomar en cuenta al hacer una revisión de las motivaciones y expectativas es considerar el impacto que tendrá el nuevo trabajo en los miembros de tu familia. De hecho, prácticamente, todos los directores ejecutivos exitosos con los que hemos trabajado han compartido que es esencial tener un cónyuge o pareja que comprenda y apoye la naturaleza del trabajo.
Por estas razones, recomiendo que cualquier ejecutivo que esté interesado en avanzar a esta posición haga un verdadero examen de conciencia, ya que, si sus motivaciones son insostenibles a largo plazo, es poco probable que encuentre que el trabajo de CEO valga la pena.
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Balancear el corto y largo plazo
Según los profesores de la Escuela Kennedy de Harvard, Ronald Heifetz y Marty Linsky, los líderes más efectivos son los más capaces de estar inmersos en el trabajo del día a día y, al mismo tiempo, poder dar un paso atrás y evaluar la situación desde una perspectiva más amplia. Por esto es importante mirar hacia el futuro de la industria.
Las maneras más confiables de ampliar esta mentalidad es involucrarse en proyectos, comités y programas de desarrollo a nivel empresarial e invertir tiempo en educarse en otras áreas. Además, tener un punto de vista sobre una amplia variedad de temas sociales y ambientales también será importante.
Es tremendamente demandante poder mantener el timonel viendo hacia la meta macro mientras se solucionan los problemas del día a día.
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Busca humildad
Como aspirante a director ejecutivo, es importante tener la humildad de reconocer el sesgo que pueda existir por la posición. Por ello, es importante evaluar objetivamente las capacidades frente a lo que se necesita y entender cuáles son las necesidades de la empresa a futuro.
Para comprender hasta qué punto tienes lo que la empresa necesita, evalúa estas cuatro dimensiones: amplitud de experiencia y registro; conocimiento y experiencia; habilidad de liderazgo y finalmente, ¿qué tan fuertes son tus relaciones y cuál es tu reputación?
Con base en estas características, es importante medir el progreso en el camino y llenar las áreas débiles. Es como embarcarse en un viaje de aprendizaje que implica ciclos de acción y luego reflexionar con un grupo cercano de asesores sobre el progreso realizado. Hasta los mejores atletas tienen coaches y asesores que les permiten sacar lo mejor de si mismos.
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Comprender el proceso de selección
Cuando sea elegido formalmente para participar en el proceso de selección de CEO, es probable que reconozca una mezcla similar de entusiasmo y temor. Si bien el proceso de cada junta es único, la mayoría involucrará una reclutadora de primer nivel para identificar a los mejores candidatos; las características para su próximo CEO; y qué partes interesadas desempeñarán un papel en el proceso, entre otros parámetros.
La buena noticia es que si has seguido los consejos que hemos compartido, estás preparado para muchas de las consultas de la junta, ya que tendrá una visión audaz de hacia dónde debe ir la empresa y cómo crear valor en toda la cartera.
Por último, quiero recalcar la importancia de disfrutar la experiencia, ya que podemos tener éxito o no, pero la clave está en que el aprendizaje de ese viaje será invaluable y, lo más probable, es que te pondrá en una buena posición para alcanzar la cima de otras montañas.
Santiago Carbonell es socio y office manager de McKinsey Guatemala.