El sábado, los principales museos, entre ellos el Louvre y el palacio de Versalles, varios lugares de espectáculo, como la ópera, así como el parque de atracciones Eurodisney permanecieron cerrados. La Torre Eiffel, símbolo de París, no abrirá hasta nueva orden.
Las grandes tiendas, por su parte, abrieron sus puertas. Pero algunas de ellas decidieron cerrar finalmente unas horas después.
Después de haber manifestado su “voluntad de resistencia” , las Galeries Lafayette anunciaron en un comunicado que renunciaban ante “las dificultades para asegurar una calidad de servicio óptima” .
Delante de las vitrinas, ya engalanadas para Navidad, nadie se detenía. Los muñecos animados se movían sin que nadie los mirara. Los guerreros del próximo episodio de La Guerra de las Galaxias se veían muy solos, firmes con sus armaduras blancas.
En el bulevar Haussmann, gran arteria comercial patrullada ahora por policías, una mujer pasa con el celular en el oído: “No vayas a las grandes tiendas, uno nunca sabe, no sirve para nada correr el riesgo de ir a un posible blanco” , aconseja la mujer a su interlocutor.
Delante de Printemps, otra célebre gran tienda, sólo las entradas adyacentes dan una leve impresión de afluencia, gracias a un grupo de chinos que esperan encabezados por una guía. El viernes “estaban en Berlín y el domingo estarán en Roma, no están al tanto de nada” , afirma la mujer.
“Durante tres semanas, después (del atentado de enero contra) Charlie Hebdo, no había nadie en la tienda, los clientes volvieron después para los saldos, pero ahora lo que llega ya son las fiestas de fin de año” , dice, preocupada, una vendedora.
El café Starbucks del bulevar está vacío. Brian, uno de los camareros, contó solamente tres clientes, que no tardaron en irse, desde la apertura, una hora y media antes.
En el mismo momento, vendedoras de la tienda H&M ponen precipitadamente carteles que advierten: “para seguridad de nuestros equipos y de nuestros clientes, estaremos cerrados excepcionalmente hoy” .
“Son unos cobardes, eso es todo” , protesta un cliente mientras se aleja.