Esta es la primera de seis pilas comunitarias que se construyen en la Mancomunidad Copanch’orti’, Chiquimula, en el marco del proyecto Mesoamérica sin Hambre, que cuenta con el apoyo de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID), de la FAO y del proyecto Agricultura Climáticamente Inteligente (ACI).
Jorge Espinoza, vicealcalde de Jocotán, destacó el apoyo y la coordinación del Ministerio, de las autoridades locales y de la FAO para lograr construir esta pila comunitaria que permite a las familias de la localidad contar con agua sin tener que caminar una o dos horas desde el manantial.
Por su parte, David de Paz, presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo (Cocode), agradeció que se estuviera colaborando con una comunidad tan lejana, ya que para llegar a la misma se requiere caminar más de media hora.
“Contar con esta nueva pila, nos evitará tener que caminar más de dos horas cargando baldes de agua”, agregó María de la Cruz García, lideresa de la comunidad, quien destacó la importancia que tendrá para las familias beneficiadas por Mesoamérica sin Hambre, un programa de cooperación Sur-Sur triangular, firmado entre el Gobierno de México y la FAO, a través de AMEXCID, que promueve acciones de cooperación en los países de Centroamérica, República Dominicana y Colombia, para fortalecer las políticas públicas y los marcos normativos para la seguridad alimentaria y nutricional.
Reutilización del recurso hídrico
Como apoyo a las comunidades participantes en los proyectos mencionados, las instituciones identificaron nacimientos de agua, la cual es almacenada en el repositorio de la pila que es utilizada por la comunidad, primordialmente para lavar la ropa. Un total de 37 familias se verán beneficiadas por la nueva infraestructura.
La pila tiene incorporado el sistema de filtro de aguas grises, cuyo objetivo es hacer un tratamiento de agua para reutilización del líquido residual proveniente del lavado de prendas de vestir o del servicio doméstico.
Esta agua es tratada por un filtro que separa los detergentes y otros productos químicos que pueden dañar las siembras, y se reutiliza en riego para producción agrícola. Con esta obra, además, 34 familias que se benefician producirán unos 1 mil almácigos de café como resultado de la reutilización del recurso hídrico. Los almácigos se producirán con fines comerciales, y sus ganancias fortalecerán la economía familiar y con ello la seguridad alimentaria y nutricional de las familias productoras.
La práctica de reutilización de aguas grises para riego y producción agrícola tiene como objetivo implementar prácticas de adaptación al cambio climático, así como la optimización del recurso hídrico en la zona del Corredor Seco, afectado por el fenómeno de El Niño.
