Tenacidad y convicción
En entrevista exclusiva con Prensa Libre, McChesney compartió cómo fueron sus primeros pasos por alcanzar uno de sus mayores sueños, y recordó que era un gran fanático del doctor Stephen Covey y de Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva.
Relató que fue a la universidad en el mismo estado donde Covey trabajaba y con pesar expresó que no le daban entrevistas de trabajo. Entonces se hizo pasar como periodista y dijo que redactaría un artículo para el periódico, lo cual fue cierto, porque en efecto fue publicado. “Gracias a eso no fui un mentiroso”, compartió.
Después de ese episodio les preguntó si podía convertirse en pasante y trabajar gratis para ellos a través de la universidad, “pero eso también me lo inventé y trabajé gratis durante cuatro meses”, relató, sonriente.
Pasó el tiempo y los directivos de la empresa empezaron a notar su presencia y se dieron cuenta de que “ese joven” que llegaba a trabajar todos los días no se encontraba en la planilla, y no tenían corazón para despedirlo porque prácticamente no era su empleado. Fue así como se quedó en el lugar que tanto anhelaba.
Anticiparse al resultado
McChesney enfatizó que fue “gravitando más en los resultados de la organización que en los personales”. Añade que, en su organización, el doctor Covey había atraído talento especializado, quienes se convirtieron también en sus mentores.
Su trabajo consistía en ofrecer los servicios de estos consultores a las empresas; por lo tanto, tenía que hacer un análisis de sus necesidades y esto le exigía “pensar por encima de su propio criterio personal”.
“No tenía educación formal para el trabajo que estaba haciendo, pero me habían enseñado cómo hacer preguntas difíciles y uno de estos mentores en particular tenía un especial talento en ayudar a ejecutivos a simplificar y ejecutar sus planes, por lo que empecé a aprender de él hace unos 18 años”, comentó.
A manera personal
“Profundizar y aprender más de la ejecución” Chris McChesney, autor de Las 4 disciplinas de la ejecución y conferencista internacional expone su lado más íntimo. ¿Cuál es su comida favorita?
Acabo de descubrir la entraña (parte de la carne de res) y me encantó. ¿Su pasatiempo favorito?
El esquí acuático. Si tuviera que decir solo una frase, ¿cuál sería?
“A través de cosas pequeñas y simples es como se logran cosas grandiosas”. ¿Cómo se visualiza en dos años?
Quiero profundizar más en la aplicación de la ejecución en diferentes industrias, para aplicar los principios en diferentes entornos y que el aprendizaje se vuelva muy rico. ¿Cuál es el potencial de los jóvenes?
Tengo siete hijos, son fabulosos y cada uno es diferente. Creo que hay una luz en la juventud y si se les enseñan buenos principios, esa luz crece, pero si se vuelven negativos o resentidos, esa luz se apaga, pero no se muere. Hay que trabajar mucho con ellos y apoyarlos. ¿Qué opina de Guatemala?
He viajado a muchos países, —pero— es primera vez que mi esposa me acompaña y decidimos que fuera aquí.
Después se formó un pequeño grupo que empezó a desarrollar “la solución”. El grupo creció, ellos maduraron, y después de 10 años, aunque el mentor principal había fallecido, tenían un libro maravilloso, que luego le dedicaron.
Fue así como unieron los cientos de ejemplos de clientes con las enseñanzas del doctor Covey, efectuaron investigaciones durante años antes de escribir un libro. Esta no es la forma como se escribe la mayoría de libros empresariales, que surgen de una buena idea, pero que no se redefinieron durante una década, como lo fue con Los 7 hábitos, y siguieron ese ejemplo.
Diez años después de haber empezado, publicaron en el 2012 el libro que se convirtió en el más leído en el mundo. “Hemos tenido muy buena suerte de trabajar con clientes que nos ayudaban a perfeccionar la metodología, somos firmes creyentes de que un discernimiento veraz proviene del prueba y error. Continuamente aprendemos de ellos y los nuevos clientes aprecian la experiencia de otros”, señala. Las 4 disciplinas de la ejecución ha sido traducido a 12 idiomas y en cada uno ha incluido un nuevo autor. En español fue José Gabriel Miralles.
Ejecución no son números
Para Chris McChesney, líder de la práctica de la ejecución en Franklin Covey, esta no son solo “números”, sino cuestión de “personas”, incluso si se trabaja en organizaciones muy grandes. El experto aseguró que la “magia” ocurre en equipos muy pequeños e hizo la analogía con la magia de la vida que ocurre en la celda.
“No importa si es una empresa grande o pequeña, siempre se requieren celdas y el libro es pertinente para compañías grandes con grupos pequeños. Cuando lo entendimos empezó a cobrar relevancia”, refiere.
Por ejemplo, una tienda en Atlanta, Georgia, EE. UU., ejecutó su estrategia y pasó de ser la “peor” a la “mejor”, en una división de 250 tiendas. Ese éxito dispersó la metodología a nueve divisiones en más de mil 500 supermercados, y ocho hoteles Marriot crearon el éxito que ahora se replica en todas las propiedades hoteleras manejadas en Norte y Suramérica.
En el caso de Guatemala, contó el caso de una compañía que empezó con valor cero y adoptó la metodología, pero sobre todo se apropió de ella, y en cuestión de cinco años pasó de ese valor cero a venderla en US$4.5 millones. “Esos son los casos de éxito que nos gusta compartir”, manifiesta McChesney.
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