Centros de pensamiento cuestionan falta de información sobre el Presupuesto 2025

Las cifras del proyecto del presupuesto de ingresos y egresos 2025, que deberá presentará Ministerio de Finanzas (Minfin) al Congreso el próximo 2 de septiembre aún no son conocidas ni reveladas, lo que ha llamado la atención de los representantes de los centros de investigación económica que acompañan el proceso de formulación.

Las asignaciones específicas para cada uno de los ministerios y otras dependencias, cuánto será el déficit fiscal, el monto del nuevo endeudamiento y la recaudación, no se conocen. Hasta el momento, la Dirección Técnica del Presupuesto (DTP) y la Comisión Técnica de Finanzas Públicas (CTFP), la Secretaría General de Planificación y Programación (Segeplán), no han proporcionado ninguna cifra.  

Además, tampoco se conoce ningún adelanto de las diferentes reuniones que ha llevado a cabo el Gabinete Económico (Gabeco) que coordina la vicepresidenta Karin Herrera Aguilar.

Falta información

El Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien) no ha recibido, a la fecha, información por parte del Ministerio de Finanzas Públicas referente al proyecto de presupuesto para el ejercicio fiscal 2025, respondió el analista Jorge Lavarreda, al preguntarle sin conocen información referente a la propuesta de gasto 2025, y las asignaciones específicas.

De igual manera, Abelardo Medina Bermejo, analista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), indicó que lamentablemente no se cuenta con información sobre techos indicativos y otras variables, aunque se participó en algunos de los talleres de presupuesto que organizó el Minfin, aunque estuvieron presentes representantes del Banco de Guatemala y la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT). 

En esa misma línea, Érick Coyoy, consultor de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes) resaltó que, en los talleres realizados en junio pasado, el Minfin omitió presentar los techos indicativos del proyecto de presupuesto del Estado para 2025. “Esta es una información que sí se ha presentado en las anteriores ediciones del presupuesto abierto, por lo que se extraña ahora no contar con esa información indicativa”, remarcó.

Sin horizonte  

A inicios de junio, el Ejecutivo trasladó una iniciativa de ampliación presupuestaria al Congreso de la República por Q14 mil millones, para cubrir las necesidades en un primer año de gobierno de la actual administración.

Para los consultados, hay una coincidencia en que esta solicitud de la ampliación es la razón de la falta de avance en la discusión o socialización presupuestaria para el siguiente año y del resultado que se podría esperar.

“El principal problema que ha prevalecido en el actual proceso de formulación presupuestaria es la incertidumbre que ha causado la falta de un presupuesto 2024 ordenado para el desempeño de la gestión financiera del Gobierno, y que se ha reflejado en la carencia de una expectativa real de lo que sucederá con la readecuación presupuestaria solicitada al Congreso de la República”, remarcó Medina Bermejo.  

Agregó que falta un Marco Fiscal de Mediano Plazo revisado, porque el esquema desarrollado en la pasada administración de gobierno, “todavía disponía de una planificación tributaria (metas de la SAT) bastante subestimada y no se dispone de un esquema fiscal ordenado que defina la estrategia de corto y mediano plazo”.  

Lo anterior, aunado al cambio, posiblemente en forma prematura y no deseada, de algunos de los cuadros técnicos en la cartera del Tesoro, ha dificultado plantear un horizonte concreto, “y lo que es difícil es la composición de las asignaciones específicas para cada dependencia, debido a que no se conoce realmente que sucederá con la readecuación de 2024 solicitada, pero a estas alturas ya debería existir por lo menos un planteamiento preliminar”.

Lavarreda apuntó que durante el proceso denominado “Planificación y Presupuesto Abierto 2025” se tuvo la oportunidad de presentar una propuesta en torno a la estimación de los ingresos tributarios “y tenemos entendido que nos darán una respuesta sobre si la consideran factible o no”.

Qué se esperaría

En cuanto a la formulación del anteproyecto del presupuesto 2025, los analistas también expusieron sus expectativas, dada la ausencia de datos que lo sustentaran.

El representante del Cien precisó que lo ideal es que se esperaría una propuesta para el 2025 que supere algunas de las debilidades de años anteriores como, por ejemplo: una estimación de los ingresos tributarios mejor fundamentada o por el lado de los egresos, mayor avance en la gestión por resultados.

Por su parte, Asíes señala que la Ley Orgánica del Presupuesto establece un proceso de presupuesto por resultados porque siempre se cumple con la definición de indicadores y metas de los programas, pero nunca con el seguimiento y la evaluación de los resultados logrados con los recursos ejecutados, por lo que se espera que el nuevo gobierno cumpla con este mandato legal.

Finalmente, el Icefi espera que el presupuesto para 2025 persiga el avance en la atención real de las necesidades de la población y deje de ser “un esquema acomodaticio de recursos, con el que básicamente se financian los niveles operativos de los ministerios, sin tener claro cuáles son los resultados que se obtendrán con los recursos públicos”.  

“El primer aspecto que debe quedar claro es el horizonte de recaudación, que ha sido fuertemente subestimado en los últimos cuatro años, así como que deben plantearse realmente los resultados esperados en los indicadores sociales; para ello, y posiblemente eso ha hecho un poco difícil el avance actual, debe plantearse una evaluación efectiva del gasto público de cada dependencia, para establecer si vale la pena las asignaciones”.

También, que el presupuesto debe dar certeza sobre el cumplimiento de las obligaciones financieras del Estado y de un manejo apropiado de las finanzas públicas, no solo en el ámbito de lograr un déficit fiscal manejable, sino también que el uso de los recursos públicos mejora.

Al margen de ello, y dado el tiempo de gestión del actual Gobierno, así como de los valores reales de la recaudación esperada, asumiendo un déficit fiscal para 2025 en torno al 2% del Producto Interno Bruto (PIB), el techo presupuestario se calcula que estará en torno a Q130 mil a Q132 mil millones”.