¿Cuál es el monto de la inversión y qué tipo de operación adquirieron?
Ayer (29 de diciembre) al final del día se realizó y formalizó una transacción de compra de las operaciones de Cemex en Costa Rica que consiste en una planta de cemento y otras operaciones de concreto y agregados, mientras que en El Salvador se está adquiriendo la empresa que maneja la distribución en ese país. La adquisición tuvo un valor de US$335 millones por ambas operaciones
Sin embargo, aún se debe pasar por aspectos regulatorios, por lo que se espera que durante el primer semestre del año entrante las autoridades respectivas de competencia de Costa Rica y de El Salvador conozcan la transacción y den su beneplácito, lo que nos permitirá concluir la adquisición y hasta ese momento, nosotros podríamos tomar control de las operaciones.
¿Qué los motivó a realizar esta compra?
La adquisición forma parte de una aspiración que tenemos en Cementos Progreso de poder crecer fuera de las fronteras de Guatemala. Ya tenemos operación en Honduras; en diciembre del 2019 adquirimos los activos de un molino de cemento en Panamá; el año pasado inauguramos una operación de molienda en Belice y también tenemos operación de distribución de cemento en Colombia.
En caso de Guatemala ¿aún opera Cemex o Cementos Progreso adquirió esa operación?
Cemex mantiene todavía sus operaciones tanto en Panamá como en Nicaragua y en Guatemala. Esta (la nueva transacción) fue una desinversión específica que ellos hicieron.
¿Cuáles son los planes tienen, luego de esta compra?
En el caso de Costa Rica y El Salvador, una vez que se complete toda la regulación, la intención es poder incorporar tanto a los activos, pero especialmente a los colaboradores, a todo el sistema que ya tenemos montado en Centroamérica a través de Progreso. Lo que buscamos es continuar expandiéndonos en la región.
Los planes en el caso de Guatemala son continuar abasteciendo el mercado, la planta de San Gabriel está operando exitosamente al igual que la planta de San Miguel, las cuales satisfacen tanto el mercado local, como ciertas exportaciones. Además, la operación en Belice tiene que consolidarse y apenas llevamos dos años de estar operando en Panamá.
¿Cuál es el monto de producción nacional y en la región, y cuánto ascenderá con la nueva adquisición?
Guatemala un aproximado de 3.6 millones de toneladas de cemento al cierre del 2021. Tenemos en Centroamérica una capacidad actual de 5.3 millones de toneladas al año, que incluye Guatemala, Honduras, Belice, Panamá y Colombia.
Las operaciones de Costa Rica y El Salvador vendrían a incrementar ese volumen de venta en toneladas de cemento en aproximadamente un 15% y se estaría llegando a unos 6 millones de toneladas, y eso nos pondría, sin duda, como la compañía número uno de cemento en Centroamérica.
Representa un crecimiento significativo para nosotros y estamos muy entusiasmados, esperando que esto se pueda resolver favorablemente y entonces comenzar a operar en esos dos países.
¿Qué porcentaje del mercado tiene en Guatemala y en la región?
En el caso de Panamá tenemos una participación del 15%. En Honduras es cercana al 40%; en Guatemala, es más o menos un 70%; y Belice alrededor del 40% y 45%. Las cifras sobre los mercados de Costa Rica y El Salvador no las puedo proporcionar en este momento porque no me corresponde todavía, dadas las restricciones legales.
Hay compañías que han apostado a colocación de bonos verdes ¿en el caso de Cementos Progreso ya lo analizaron?
En el pasado hemos emitido también bonos en los mercados financieros internacionales. Lo hicimos en su momento para darnos la flexibilidad financiera que necesitábamos para la finalización de la planta de San Gabriel.
En este momento, los recursos que estamos utilizando son propios y de fuentes de financiamiento bancario tradicional. Sin embargo, coincido en que la emisión de bonos verdes es una opción para poder utilizar cuando sea necesario, pero es un medio y no tanto un fin. En el tema ecológico y ambiental, llevamos unos 30 millones de árboles sembrados en los últimos años.
Recientemente mencionó que en Guatemala todavía había que trabajar mucho en el tema de la certeza jurídica para invertir. ¿Cuál es la situación y qué hace falta para seguir ampliando la inversión en el país?
En la medida en que fortalezcamos la certeza jurídica a todo nivel y específicamente en el campo de la infraestructura, vamos a ver en el corto plazo resultados económicos mejores de los que tenemos.
Obviamente el tema de la infraestructura es de los más importantes para nosotros, pero a la vez es un tema que corre transversalmente a todos los sectores de la economía y beneficia a todos porque necesitamos usar logística, carreteras, puertos y aeropuertos. Necesitamos una infraestructura en buenas condiciones para aspirar a ser un país desarrollado.
¿Cómo le fue al sector de construcción y materiales de construcción en el 2021 y qué expectativas tienen para el próximo año?
El sector de materiales de construcción dio un rebote muy importante en el 2021, y efectivamente la recaudación del impuesto a la distribución de cemento está arriba del 20%. Eso demuestra cómo la industria fue resiliente, cómo las remesas fueron utilizadas por muchos guatemaltecos para mejorar, remodelar, ampliar o construir sus viviendas, ya que por la pandemia pasaron mucho tiempo en casa y vieron la necesidad de realizar mejoras.
Vimos un crecimiento importantísimo en la industria de construcción en general y en la de los materiales de construcción en particular y esperamos que ese crecimiento se mantenga, pero que regrese a los niveles normales. Esperamos que las cifras de crecimiento que muestra el Banco de Guatemala se pueda materializar y podamos seguir impulsando la infraestructura, la vivienda digna y todo el efecto multiplicador que trae la construcción.