El banco que por razón de cierre ya no tuvo billetes en circulación fue el Banco de Colombia.
Primera Emisión de Billetes
El Banco Central de Guatemala contrató para la primera emisión de billetes, en 1927, a la Casa Thomas de la Rue & Co., Ltd., de Londres. Su obligación era principiar la entrega de las piezas de un quetzal el 28 de febrero de 1927, pero no fue sino hasta en la segunda quincena del mes de abril que dio principio a sus remesas. El banco recibió de la denominación de billetes de un quetzal un millón de unidades, y de cinco quetzales, cuatrocientos mil unidades.
El banco informó: “El retardo de un mes quince días en principiar a recibir los billetes no ha ocasionado la más pequeña pérdida ni tropiezo en las operaciones del mismo banco”… “El costo de cada pieza puesta en las cajas del banco es de un centavo y diez centésimas de quetzal, costo que dada la buena calidad de los billetes y sus seguridades, está muy por debajo del costo de cualquiera otra emisión hecha en el país hasta la fecha”.
“El gobierno, de entera conformidad con la ley bancaria, ha autorizado la emisión de 1.000,000 de billetes del valor de Q1.00 y 150,000 billetes de Q5.00, que en conjunto representan Q1.750,000.00”.
Durante 1927, la circulación de billetes en el país aumentó considerablemente por la emisión de papel moneda. Añade el Banco: “El 31 de diciembre de 1927 el banco recibió autorización para emitir billetes, para un total de Q3.750,000.00. Se pusieron en circulación Q2.350,000.00”. De esta última, “la distribución fue la siguiente: billetes de a Q1, Q550,000.00; billetes de a 5, 1.000,000.00; y billetes de a 20, Q800,000.00”.
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Los antiguos billetes se convierten en cenizas
El banco también informó lo siguiente: “Los antiguos billetes se convierten en cenizas”.
A partir de entonces, el banco empezó la emisión de billetes en forma creciente. Al 30 de junio de 1928 la cifra llegaba a 5.2 millones. Al 30 de junio de 1931 ascendía a 6.7 millones. Mientras tanto, continuaba el retiro de la circulación de billetes de las emisiones antiguas, mientras que los billetes nuevos en quetzales seguían creciendo.
A inicios de 1934, el diario El lmparcial informó que se hizo una reforma al reglamento interior del banco, estableciéndose que las emisiones se hagan en porciones de diez mil piezas cada una; que el número de registro de los billetes sea arbitrario, pero, desde luego, correlativa; la numeración de cada porción de diez mil piezas, así como que cada porción lleve la firma de distinto director del banco y la fecha del acuerdo que autoriza su emisión, agregando que en Libro Especial de Emisiones se destine una página a cada porción de diez mil piezas que se emita.
La misma reforma al mencionado reglamento indica que los billetes deteriorados del propio banco central se incinerarán cada vez que así lo acuerde la Junta Directiva, perforándose previamente y observándose las formalidades para su incineración que se establecen en el artículo 28 del mismo reglamento.
Al 31 de diciembre de 1937 el monto de billetes emitidos fue por 11.5 millones. Al 31 de diciembre de 1942 la emisión alcanzaba 15.5 millones, y al 30 de junio de 1944, coincidiendo con la renuncia del presidente Jorge Ubico, 20.3 millones. Los billetes que se emitieron fueron de 0.50, 1, 2, 5, 10 y 20 quetzales, aun cuando hubo autorizaciones para otras denominaciones: 100, 500 y 1,000 quetzales.