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Zumba: Beto Pérez, el colombiano cuyo olvido le permitió crear un negocio millonario

El colombiano Beto Pérez nunca imaginó que olvidarse una grabación en su casa lo llevaría a convertirse en copropietario de un negocio global de US$500 millones.

Beto Pérez es el fundador y uno de los dueños de Zumba, un negocio global de US$500 millones. (Foto Prensa Libre: Zumba)

Beto Pérez es el fundador y uno de los dueños de Zumba, un negocio global de US$500 millones. (Foto Prensa Libre: Zumba)

En 1986, Pérez, que por entonces tenía 16 años, enseñaba gimnasia aeróbica en su ciudad natal Cali, en el suroeste de Colombia.

Para sus clases, tenía que usar una lista de canciones elegidas por su jefe que incluía éxitos del pop estadounidense de cantantes como Madonna y Michael Jackson.

Pero un día, por error, olvidó el casete en su casa. Así que tuvo que inventar sobre la marcha.

“No tuve más remedio que usar una grabación que tenía en mi auto e improvisar”, le dice a la BBC Pérez, que ahora tiene 49 años.

Clase de Zumba.
(Foto Prensa Libre: Zumba Fitness)
Zumba Fitness
Unas 15 millones de personas en todo el mundo asisten regularmente a clases de zumba, dice la empresa.

¿Qué tenía la grabación?

El casete que tenía en su vehículo estaba lleno de canciones latinas, específicamente canciones de salsa y merengue que había grabado de la radio.

Así que fingió ante sus alumnos que había planeado una clase especial y durante los 30 minutos improvisó movimientos que acompañaban a la música.

La clase fue un éxito inmediato, dice, y todos se divirtieron mucho más de lo habitual. Entonces decidió seguir sus clases al ritmo de sonidos latinos.

“Creció bastante rápido”, describe. “Cada vez que enseñaba, aparecían más personas y tomaban una clase. Había filas de personas en la puerta que esperaban entrar. Se corrió la voz rápidamente. Este fue el comienzo del zumba”.

Con el tiempo, Beto Pérez lanzó su negocio bajo el nombre Zumba Fitness.

En la actualidad, la compañía con sede en Miami es un nombre conocido. Y la empresa asegura que 15 millones de personas en 186 países asisten a clases de ejercicio de zumba cada semana.

La empresa tiene un valor de al menos US$500 millones, según el diario The New York Times, mientras que la fortuna personal de Pérez se estima en US$30 millones, muy diferente de su humilde infancia.

Beto Pérez en un evento en España.
(Foto Prensa Libre: Getty Images)
Getty Images
Beto Pérez viaja por el mundo para asistir a eventos de zumba.

Primeros pasos

Nacido y criado en Cali, Pérez empezó a trabajar cuando tenía 14 años para ayudar a su madre soltera.

Un año después, ella se mudó sola a Estados Unidos para comenzar una nueva vida después de resultar herida al ser víctima de una bala perdida. Pérez no la volvió a ver en 10 años.

En un principio, él realizó una amplia gama de trabajos: desde empacar comestibles, vender helados, trabajar en una cafetería hasta empleos en la construcción.

Sin embargo, su amor siempre fue la música y el baile, por lo que decidió convertirse en profesor de aeróbicos.

“En el momento en que vi a (la película) Grease(“Brillantina” o “Vaselina” en algunos países de América Latina) cuando tenía 8 años, mi pasión por el baile se despertó“, cuenta.

“Crecí bailando en las calles y en los clubes de música latina, pero también me encantaba el baile estadounidense”.

A medida que las clases de Pérez crecieron en popularidad, decidió mudarse a la capital colombiana, Bogotá, y allí siguió acumulando seguidores en los siguientes 13 años.

Incluso fue contratado por la estrella del pop colombiano Shakira para coreografiar los movimientos de baile de algunas de sus canciones.

Sin embargo, el nombre “zumba” no existía en ese momento, y él llamaba a sus clases “rumba”, que en muchos países es sinónimo de “fiesta”.

Una gigantesca clase de Zumba a orillas de Sena en París.
(Foto Prensa Libre: Getty Images)
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El zumba se practica en más de 180 países. afirma la empresa.

“El sueño americano”

Aunque Beto Pérez había tenido éxito en su vida en Colombia, quería vivir el “sueño americano”.

Entonces, en 1999 se mudó ilegalmente a Miami. Dijo que el comienzo de su vida en Estados Unidos no fue fácil porque no hablaba bien inglés y no tenía suficiente dinero.

“No sabía inglés con fluidez y estaba solo”, recuerda.

Dormí en un banco del parque hasta que me pude mudar a un departamento, así que la vida fue difícil”.

Pero las cosas mejoraron cuando comenzó a enseñar sus clases de ejercicios con música latina.

“¡A la gente le encantó! Era muy diferente a cualquier otra cosa que existía en ese momento”, dice Pérez.

Mientras sus clases se llenaban, él no tenía idea de que podía convertir lo que creó en un negocio más amplio.

Afortunadamente, uno de sus alumnos le presentó a su hijo Alberto Perlman y a su amigo Alberto Aghion.

Ambos colombiano-estadounidenses vieron el potencial comercial de lo que Beto Pérez estaba haciendo, por lo que los tres comenzaron a trabajar juntos.

La marca Zumba, una palabra inventada, se creó en 2001.

Clase de Zumba en un crucero.
(Foto Prensa Libre: Zumba Fitness)
Zumba Fitness
Zumba incluso organiza un crucero anual.

El negocio

Al principio, los tres hombres querían vender videos de ejercicios para hacer en casa con Pérez como entrenador. Pero, a falta de efectivo, tenían que ser creativos.

“¡No teníamos dinero!”, cuenta Beto. “Trabajamos en nuestro departamento y nuestra primera grabación fue en el garaje de Alberto Aghion con una sábana de su cama” detrás.

Pronto, la gente comenzó a contactarlos para saber cómo podrían convertirse en instructores capacitados de zumba. En 2003 se inscribieron 150 personas. Esto aumentó a 700 un año después, y luego los números se dispararon.

Hoy, el zumba tiene más de 100.000 instructores en todo el mundo. Para obtener la certificación oficial, cada uno debe pagar a partir de US$225 para hacer un curso de capacitación.

Una mujer lleva una camiseta con el nombre Zumba.
(Foto Prensa Libre: Getty Images)
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Zumba es exitoso por su “modelo de negocios” divertido y consciente de la salud.

Luego, los instructores tienen que pagar una tarifa mensual de alrededor de US$30, por lo que reciben capacitación continua, CD, DVD y orientación para las coreografías.

Con otras fuentes de ingresos provenientes de la venta de ropa, compilaciones de música e incluso juegos de computadora que permiten a los usuarios practicar los movimientos de zumba, la compañía dice que cuenta con ingresos anuales de cientos de millones, aunque no revela la cifra exacta.

El experto en emprendimiento Jay Maharjan dice que la marca sigue siendo tan popular porque su “modelo de negocios” divertido y consciente de la salud “trascendió culturas y llegó a más de 180 países”.

Beto Pérez, que ahora es el director creativo de Zumba, dice que la compañía seguirá expandiéndose y que actualmente “crece a gran velocidad en países como Corea del Sur e Indonesia”.

“El movimiento global es más fuerte que nunca”, agrega.

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