Fue entonces cuando se le ocurrió ofrecer un bono de US$300 para el puesto de cocinero y uno de US$150 para los camareros, además de otros incentivos monetarios según el desempeño laboral.
BBC NEWS MUNDO
Qué hay realmente detrás de la falta de trabajadores en Estados Unidos
Cuando aumentó el flujo de clientes al restaurante familiar Pineapple Grill en Texas, Pomai Uyehara se encontró en serios aprietos: no podía conseguir suficientes trabajadores.
Ese mismo tipo de ofertas para atraer empleados están por todas partes.
No solo han tenido que subir los salarios, sino que además las compañías están ofreciendo el pago de carreras universitarias, seguros médicos, horarios más flexibles, bonos y hasta dinero solo por asistir a una entrevista.
Es que a medida que avanza la recuperación económica, los negocios necesitan más trabajadores.
Tanto es así que las vacantes de empleo en junio alcanzaron un récord de 10,1 millones, según cifras del Departamento de Trabajo.
Los que tienen más urgencia de conseguir mano de obra son los restaurantes, hoteles, cadenas de comida, supermercados, negocios de comercio minorista y la industria del esparcimiento.
Adiós al viejo empleo
A sus 21 años, Addison Bueide, dice que no volverá a su empleo como camarera en un club privado en la ciudad de Austin.
“La pandemia fue realmente dura, especialmente porque mis jefes no se tomaban muy en serio el uso de mascarillas y dejaban que la gente fuera sin ellas”.
Como ella, hay muchas otras personas cuyo oficio las obliga a trabajar en lugares cerrados o en contacto permanente con clientes, dejándolas expuestas a un mayor nivel de contagio.
Y como ahora la variante delta del coronavirus ha provocado un repunte de los casos en el país, el mercado laboral se está moviendo en un terreno bastante impredecible.
“Todos mis empleados están trabajando 6 ó 7 días a la semana porque nos falta personal”, le contó a BBC Mundo Carlos Gazitua, presidente de la cadena de restaurantes Sergio’s en Florida.
A los lavaplatos que ha logrado contratar para las cocinas de sus restaurantes les está pagando US$19 por hora, cuando antes de la pandemia los empleados con esa función no solían percibir más de US$12.
El fenómeno tiene a las autoridades con el radar encendido.
“Ahora estamos rezagados respecto a nuestros pares en la participación de la fuerza laboral, que no es donde queremos estar como país”, dijo el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en una audiencia del comité bancario del Senado a mediados del julio.
“Necesitamos trabajar como sociedad para asegurarnos de que las personas encuentren el camino de regreso a la fuerza laboral”.
En el centro del debate sobre las razones que explican el fenómeno hay dos grandes posturas.
Los que creen que las personas no quieren trabajar porque prefieren vivir de los beneficios sociales que entrega el gobierno a los desempleados a raíz de la pandemia (US$300 a la semana).
Y los que plantean que el tema es mucho más complejo.
Aunque la mayor parte de los empleos vacantes son aquellos que tradicionalmente han pagado los salarios más bajos, ciertamente la escasez de trabajadores ha permeado sectores más amplios de la sociedad.
Precisamente porque no es una masa homogénea de personas, las razones para entender este fenómeno son tan distintas, como las personas que lo están viviendo.
Estas son algunas de las claves detrás de la pronunciada escasez de empleados en Estados Unidos, según los expertos consultados por BBC Mundo.
1. Salarios y condiciones de trabajo
Con tantas vacantes disponibles los trabajadores tienen claro que este es el momento de conseguir un mejor salario por el mismo tipo de trabajo que realizaban antes.
Aunque no hay una ley federal que establezca un pago mínimo de US$15 la hora, cada vez más empresas se están acercando a ese umbral ante la falta de mano de obra.
Pero el dinero no lo es todo.
“La escasez se debe principalmente a que los trabajadores no quieren regresar a lugares de trabajo donde no los respetan, no les brindan seguridad, no les dan ningún beneficio y les pagan bajos salarios”, le dice a BBC Mundo Victor Narro, director de Proyectos y profesor del centro de Estudios Laborales de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA).
“Esto tiene más que ver con escasez de buenos trabajos que con escasez de trabajadores”.
2. Beneficios por desempleo
Muchos empresarios reclaman que no pueden llenar sus vacantes porque los US$300 que recibe un desempleado a la semana como beneficio del gobierno para enfrentar la pandemia lo incentivan a vivir de la ayuda social en vez de trabajar.
Es por eso que algunos estados republicanos han comenzado a detener el pago del beneficio con miras a estimular el regreso al trabajo.
Como es una medida reciente, aún no hay datos para evaluar los efectos de esa política en las últimas semanas.
Con todo, un estudio realizado por los economistas del Banco de la Reserva Federal de San Francisco, Nicolas Petrosky-Nadeau y Robert G. Valletta, señala que las ayudas entregadas a partir del año pasado han tenido un efecto disuasorio mínimo en la búsqueda de empleo, excepto en los puestos peor pagados (US$11,12 la hora), como los servicios de alimentación.
Más allá del debate político que genera el tema de las ayudas sociales, la mayor parte de los economistas coincide en que es uno de los factores en juego.
“No se puede desconocer que los beneficios han contribuido, aunque también es cierto que influye la percepción de riesgo sobre la pandemia o la situación del cuidado de los niños”, dice Timothy Bond, profesor del Departamento de Economía de la Universidad de Purdue en diálogo con BBC Mundo.
3. El cuidado infantil
La falta de una adecuada red de cuidado infantil es una de las razones mencionadas por todos los expertos a la hora de resolver el puzzle de los trabajadores ausentes.
“El distanciamiento físico interrumpió completamente las rutinas y estructuras, cerrando escuelas y guarderías. Esto limitó las opciones de cuidado infantil“, le comenta a BBC Mundo Kent Mahoney, vicepresidente ejecutivo de la firma de análisis y consultoría Proxima.
Muchas mujeres salieron de la fuerza laboral y no han vuelto a reintegrarse.
En junio su participación laboral llegó al 56,2%, muy por debajo del 60% que solían tener en las últimas dos décadas.
A diferencia de otros países del mundo desarrollado, EE. UU. no tiene un sistema de cuidado infantil con amplios subsidios fiscales.
Se espera que cuando comience el año escolar a fines de agosto o comienzos de septiembre más mujeres se reintegren al empleo, siempre que la variante delta no cambie demasiado la situación sanitaria actual.
4. Miedo al contagio
La preocupación por nuevos contagios en industrias donde los empleados están más expuestos como restaurantes, hotelería y otros servicios relacionados con turismo y entretención, hace que muchos no quieran volver a sus antiguos trabajos.
Las cosas se han complicado aún más ahora que la variante delta se expande por el país y se han registrado más contagios en niños que en los meses anteriores.
Muchos empleados que consideran que no recibieron las medidas de protección necesarias durante las primeras olas de la pandemia, no desean volver a sus antiguos trabajos.
Por otro lado, si la remuneración y las condiciones de trabajo no son lo suficientemente atractivas, hay desempleados que prefieren perder los ingresos antes que infectarse.
5. Un deseo de mayor flexibilidad laboral
Aquellos profesionales cuya presencia física no es fundamental para el tipo de trabajo que realizan, están expresando su deseo de tener mayor flexibilidad laboral.
Pese a que muchas de las grandes empresas tenían previsto regresar al sistema laboral desde la oficina, las cosas no han sido tan fáciles.
La pandemia le demostró a muchos empleados que podían hacer su trabajo desde casa y ahora, que ha llegado el momento de regresar, algunos prefieren buscar un empleo en otro lado que les entregue una mayor flexibilidad.
Es decir, una empresa que permita el teletrabajo o el sistema de trabajo híbrido, donde los empleados deben asistir a la oficina solo algunos días a la semana.
Es que los gigantescos cambios que ha vivido la sociedad con la pandemia, también han generado otras transformaciones.
Algunos, al estar más tiempo en casa, han cambiado sus prioridades y buscan empleos que les permitan pasar más tiempo con la familia, le dijo a BBC Mundo Anthony Klotz, profesor asociado de gerencia en la Escuela de Negocios Mays de la Texas A&M University.
Y otros han tomado la decisión de aventurarse a cambiar de rubro o iniciar un emprendimiento.
6. Boom de jubilaciones
La población en edad de trabajar, definida como aquellos que tienen entre 15 y 64 años, disminuyó en 2019 por primera vez en décadas, y luego cayó nuevamente el año pasado.
Las jubilaciones de los llamados baby boomers (aquellos que nacieron después de la II Guerra Mundial) se duplicaron en 2020 con respecto al año anterior, según un análisis del Pew Research Center.
Algunos decidieron retirarse antes de lo planeado, porque habían perdido el empleo y veían pocas perspectivas de conseguir uno nuevo. O porque no querían estar expuestos al virus en condiciones laborales de alto riesgo.
Y un segmento menor decidió retirarse antes de lo planeado aprovechando el buen desempeño de las inversiones en la bolsa o la venta de sus casas.
El problema con el retiro anticipado de la fuerza laboral es que la economía pierde trabajadores calificados con gran experiencia, algo difícil de suplir rápidamente.
De todos modos, para algunos economistas no se trata de un factor tan crucial.
“Las jubilaciones podrían reforzar la sensación de escasez, aunque la automatización la aliviará”, le dice a BBC Mundo Harry Holzer, profesor de Políticas Públicas de la Universidad de Georgetown.
Son tantos los elementos en juego al momento de descifrar el misterio de la escasez de trabajadores que Holzer advierte que aún no existe la evidencia necesaria para saber cuál de todas las causas tiene más peso ni por cuánto tiempo podría extenderse esta situación.
A estas claves también se suman otras causas que pueden ayudar a explicar el fenómeno, como la falta de habilidades requeridas para ciertos tipos de trabajos, la frustración y el agotamiento de quienes experimentaron demasiada carga laboral durante la pandemia y un aumento de 30% en las muertes por sobredosis en 2020 en medio de la crisis de los opioides.
Los problemas económicos, el aislamiento y la dificultad para acceder a los servicios de salud contribuyeron a que esta situación empeorara y, algunos estudios señalan que a mayores niveles de adicción, menor es la permanencia de los jóvenes en la fuerza laboral.
¿Qué nos dice la historia?
Desde una mirada histórica, Guido Menzio, profesor del Departamento de Economía de la Universidad de Nueva York e investigador asociado de la Oficina Nacional de Investigaciones Económicas (NBER, por sus siglas en inglés), sostiene que esta no es la primera vez que ocurre una situación con estas características.
“No es un fenómeno exclusivo de la recuperación (económica) actual, sino de las recuperaciones más recientes”, le dice a BBC Mundo, como las ocurridas después de la recesión de 1991 o la de 2008-2009.
Según sus investigaciones, una causa constante de la escasez laboral después de una recesión se relaciona con que existe un grupo de trabajadores (alrededor del 15% de la población activa) que resulta desproporcionadamente afectado por la situación económica.
Para este grupo, explica Menzio, “el proceso de reincorporación al empleo es lento y lleno de tropiezos”.
Por ahora, el futuro del mercado laboral continúa transitando por un terreno pedregoso.
“La variante delta, altamente contagiosa, proyecta una sombra sobre la recuperación del mercado laboral en los próximos meses, amenazando con retrasar el regreso de los trabajadores que aún están al margen debido a problemas de cuidado infantil o problemas de salud“, dijo hace unos días Kathy Bostjancic, economista financiera en jefe de Oxford Economics en EE.UU.