Concentración
“Alimentar a una creciente población mundial es un desafío a largo plazo al que queremos contribuir”, anunció el martes el consejero delegado de Bayer, Werner Baumann, en el diario Handelsblatt.
Al lanzar la operación de compra, Bayer detalló su visión del planeta para wl 2050: un mundo con 10.000 millones de personas que alimentar y tierras cultivables limitadas y perturbadas por el calentamiento global.
Con 115 mil empleados, unos ingresos anuales combinados de 45 mil millones de euros -US$53 mil 050 millones-, incluidos 19.700 millones de euros solamente para la actividad agroquímica, el futuro Bayer encabezará un sector en pleno proceso de concentración empresarial.
Francia prohíbe venta de herbicida de Monsanto
El año pasado, la compañía estadounidense Dow Chemical se fusionó con su compatriota DuPont, y la china ChemChina compró la empresa suiza Syngenta por US$43 mil millones, dos operaciones que preocuparon a los defensores del medioambiente.
“Los tres nuevos conglomerados”, DowDupont, ChemChina-Syngenta y Bayer “controlarán más del 60 por ciento del mercado de las semillas y la agroquímica”, “suministrarán casi todos los OGM (organismos genéticamente modificados)” y “tendrán la mayoría de las patentes sobre las plantas”, señalaba el año pasado la Fundación Heinrich Böll, cercana a los ecologistas alemanes.
Preocupación
“El modelo de desarrollo” que encarna el futuro grupo “está en las antípodas de la transición (…) hacia un modelo sostenible y respetuoso del medio ambiente”, lamentó por su parte el eurodiputado socialista Eric Andrieu en Twitter.
Bayer responde prometiendo “escuchar” y “trabajar juntos” con sus detractores, pero reitera que la agricultura “es un tema demasiado importante para que divergencias ideológicas impidan el progreso”.
Desde el futuro del glifosato, un herbicida muy cuestionado en Europa, hasta el de los OGM, el porvenir del sector depende en gran medida de las futuras políticas medioambientales y de seguridad alimentaria.
“Los continentes en pleno auge son África y América Latina“, mientras que Estados Unidos y Asia “siguen desarrollando su agricultura con preocupaciones medioambientales”, y Europa se distingue por su hostilidad hacia los OGM, resumía el lunes el presidente de Bayer Francia, Frank Garnier.