La comercialización de los productos se hace en el mercado local y les ayuda a mejorar sus ingresos, y en el programa en mención se les proporcionó asistencia técnica y capacitaciones para mejorar las prácticas de producción y poscosecha
informó IICA uno de los organismos que impulsan los programas.
El programa es un proyecto piloto del PMA que se ha implementado en 23 países de América Latina, Asia y África, en este caso el IICA apoyó el diseño de la fase inicial del proyecto en Centroamérica, informó esa entidad en un boletín.
¿Cuáles son las buenas prácticas?
Entre las buenas prácticas promovidas en los cultivos de maíz y frijol se pueden mencionar el uso de semillas con alto potencial de rendimiento, la siembra en labranza mínima.
Además la conservación del suelo y el agua y el cambio de la fecha de siembra del maíz en la región norte (para evitar la enfermedad conocida como mancha de asfalto), detalló el IICA por medio del experto en tecnología e innovación del IICA, Abelardo Viana.
Entre otros mecanismos se recurrió a la fertilización incorporada al suelo, la utilización adecuada de fertilizantes, el control integrado de plagas, la dobla del maíz bajo el criterio de punto negro, la siembra de frijol bajo riego en la región sur y buenas prácticas para el secado y el almacenamiento de los cultivos.