El Departamento de Justicia anunció ayer que había presentado una demanda para bloquear la compra del grupo Time Warner por parte de AT&T, anunciada el 22 de octubre de 2016, en una operación por unos US$85 mil 400 millones.
Según las autoridades, esta fusión puede generar un aumento de precios de los servicios que prestan y potencialmente bloquear a los creadores de contenidos para que los distribuyan sin pagar costes adicionales.
Ya desde el día siguiente a la fecha de la fusión, las autoridades anunciaron que la operación sería examinada “cuidadosamente”.
Y el entonces candidato presidencial republicano, Donald Trump, se opuso claramente a esa fusión asegurando que el acuerdo podría “destruir la democracia”.
En una entrevista con el canal financiero CNBC, Petrocelli insistió hoy en que “no hay una evidencia creíble” sobre las advertencias de las autoridades.
“Si algo, esta fusión derivará en que bajen los precios de las facturas de cable o de televisión”, agregó el letrado, quien llegó a defender a Trump en varias demandas sobre los seminarios que ofrecía una universidad que lleva su nombre.
AT&T ha venido insistiendo de que se trata de una “fusión vertical”, que une a dos compañías que no compiten directamente en sus áreas de negocios.
Petrocelli recordó que la última vez que las autoridades estadounidenses recurrieron ante la justicia por una fusión vertical fue durante la Administración de Richard Nixon (1969-1974).
Nada más conocerse el anuncio del Departamento de Justicia, el máximo directivo de AT&T, Randall Stephenson, se presentó en una rueda de prensa, acompañado de Petrocelli, para defender su posición.
“Vamos a meternos en esto para ganar”, afirmó Stephenson. “Desafía cualquier lógica y no tiene precedentes”, agregó el presidente y director ejecutivo del mayor grupo de telecomunicaciones de Estados Unidos.
AT&T ha venido insistiendo en que ha habido tantos cambios en el sector que es difícil que una oferta se concentre en pocas manos, y ha puesto como ejemplo la irrupción de firmas como Netflix, Amazon o YouTube, filial de Google.
“Lo que estamos intentando hacer es construir una plataforma que nos permita competir con ellos”, afirmó Stephenson a comienzos de este mes.
Desde que se anunció la demanda, los analistas parecen estar dando la razón a la empresa. “Creemos que el caso legal y los precedentes legales en este tema están profundamente a favor de AT&T”, opinó el analista del sector Frank Louthan.
De momento, la demanda no está teniendo un especial impacto en el mercado bursátil. Cerca de la media sesión, los títulos de AT&T sólo bajaban un 0.35 %, una cantidad baja teniendo en cuenta que en lo que va de año han las acciones de la firma han perdido un 19%.
Y en el caso de Time Warner, sus acciones estaban subiendo un 2,05 %, frente a un descenso acumulado durante este año del 7.26 %.