De acuerdo con Ivanova Ancheta, directora ejecutiva de la Asociación de Productores de Alcohol de Guatemala (APAG), el alcohol para usos industriales se denomina alcohol potable y se caracteriza por tener 96% de pureza (o 96 grados alcohol), y se usa en bebidas alcohólicas, fermentación de alimentos, extracción de olores y aromas, solvente en pinturas e ingrediente para cosméticos y perfumes. Mientras que el alcohol carburante etanol (con 99.6% de pureza), se emplea como aditivo para gasolinas o como combustible alternativo.
En Guatemala, aunque la Ley del Alcohol Carburante data de 1985 y establece que la gasolina debe tener al menos 5% de etanol, esta disposición no ha resultado operativa, por lo que la totalidad del etanol que se produce se exporta. El mercado local únicamente consume alcohol potable, según Aída Lorenzo, gerente general de la Asociación de Combustibles Renovables (ACR).
Existen varios mitos en torno a la producción de alcohol, entre los que destacan que su producción puede incidir en la disminución de bosques por más área cultivable; que genera más contaminación; o que podría impactar en los precios de los alimentos, en especial del maíz, debido al uso de este como materia prima.
Pero Lorenzo aclaró que en Guatemala, el alcohol se produce con la melaza, un subproducto del azúcar, por lo que no afecta la seguridad alimentaria, y que tampoco se requieren más plantaciones para abastecer la demanda nacional, en caso de que se aplicara una mezcla de 10% en las gasolinas.
Paso a paso
Prensa Libre realizó un recorrido por la planta Magalcoholes, parte del Ingenio Magdalena, en La Democracia, Escuintla, para conocer el proceso de producción de alcohol.
Esta destiladora tiene capacidad de producir unos 110 mil galones por día y exporta aproximadamente 20 millones de galones al año, principalmente a Europa, Asia, México, Centroamérica y el Caribe, según Carlos Beteta, gerente de comercialización de alcohol de Magalcoholes, quien explicó que el proceso de producción de alcohol en las otras destilerías que funcionan en Guatemala es similar a la de Magalcoholes:
La materia prima para la producción de alcohol en Guatemala es la melaza, una sustancia viscosa que se genera como residuo de la producción de azúcar de caña, por parte de los ingenios del país.
En una primera etapa, la melaza es mezclada con levadura diseñada especialmente para el proceso de fermentación. Se bombea a reactores para el proceso de reproducción de la levadura y posteriormente se envía hacia los tanques de fermentación, donde se produce el proceso de reacciones bioquímicas de transformación de los azúcares. O sea, que la fermentación cosiste en la degradación de materia orgánica por acción de la levadura.
De aquí se obtiene un vino, líquido menos denso que la melaza, con un grado de alcohol de entre 8% y 10%. En este proceso de conversión de la glucosa también se obtiene como subproducto el dióxido de carbono, que en algunos casos se comercializa para la producción de gases médicos e industriales.
El siguiente paso es llevar el vino a destilación, que consiste en un proceso de purificación y separación de líquidos a través de columnas destiladoras. De ahí se obtiene alcohol potable, por ostentar un 96% de pureza, y es la base para la producción de diversos productos industriales, desde bebidas alcohólicas, medicinales, cosméticos y alimenticios.
En el proceso de destilación se obtienen otro subproducto denominado vinaza, que se trasforma en biogás para la generación de energía eléctrica o se usa como fertilizante para los mismos cultivos de caña de azúcar.
Debido a que el alcohol con agua no puede utilizarse como combustible o aditivo para estos, el alcohol entra a otros procesos para su deshidratación y obtener alcohol carburante o etanol, que se caracteriza por ostentar 99.6% de pureza.
El producto final es enviado a tanques de almacenamiento, desde donde pueden ser embarcados hacia los mercados de exportación vía marítima o terrestre.
Obligatoriedad
En noviembre de 2022, el ministro de Energía y Minas, Alberto Pimentel, informó que, a partir del 1 de enero de 2024, las gasolinas que se consumen en el país deberán contener un 10% por ciento del etanol, tras la reactivación de la Ley de Alcohol Carburante.
Según el funcionario, se trabaja en una reglamentación para que la mezcla de etanol con gasolinas se convierta en obligatoria, con miras a recibir los beneficios ambientales y económicos asociados con la disminución de la generación de gases de efecto invernadero y la dependencia de los combustibles fósiles.
De acuerdo con datos de la ACR, la factura de gasolinas súper y regular de Guatemala en 2021 fue de US$1 mil 495 millones. El país tiene capacidad para producir la cantidad equivalente a una mezcla del 10% en las gasolinas que podría requerirse, por lo que al no importar ese porcentaje de gasolinas y usar combustible renovable, le permitiría al país ahorrar el equivalente a US$149.5 millones.