Los ministros hicieron además un llamado a “reforzar el diálogo” para “mejorar la confianza”, en medio de una suba generalizada de aranceles aduaneros tras la decisión del gobierno de Donald Trump de imponer gravámenes adicionales a importaciones de acero y aluminio.
“Reconocemos la necesidad de reforzar el diálogo y las acciones para mitigar riesgos y mejorar la confianza”, señalan.
“El comercio internacional y la inversión son importantes motores del crecimiento, la productividad, la innovación, la creación de empleo y el desarrollo”, aseguran. “Estamos trabajando para fortalecer el aporte del comercio a nuestras economías”, concluyen.
El texto, en tono conciliador, no hace referencia directa a la guerra comercial, y se acerca más a las declaraciones europeas que buscan tender puentes para evitar una escalada, que a la postura más dura exhibida por Estados Unidos el fin de semana.
Impacto en eI PIB mundial
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, reiteró el sábado que el PIB global podría sufrir un recorte de 0.5 puntos porcentuales en 2020 por la guerra comercial en curso, antes del inicio del G20 en Buenos Aires.
“En el peor escenario, las medidas (comerciales) actuales pueden tener un impacto en el entorno de 0.5 puntos (de caída) del PIB global” en 2020, señaló Lagarde en rueda de prensa conjunta con el ministro de Hacienda de Argentina, Nicolás Dujovne.
Antes del inicio de las deliberaciones del G20 financiero, que reúne a ministros de Economía y Finanzas y presidentes de bancos centrales este fin de semana en la capital argentina, la número uno del Fondo Monetario Internacional (FMI) insistió en que el organismo toma en cuenta para su valoración las “medidas anunciadas y en proceso” y no “especula” sobre “lo que pueda venir”.
El FMI sigue previendo un crecimiento sólido de 3.9% de la economía mundial en 2019 pero viene advirtiendo sobre el efecto negativo que las medidas arancelarias iniciadas por Estados Unidos y sus recíprocas adoptadas por China, la Unión Europea, Canadá o México pueden tener en el crecimiento a nivel global.
El G20 se concentrará en la preocupación existente por el incremento de aranceles adoptado por el gobierno de Donald Trump sobre acero y aluminio, que apuntan sobre todo a China y la UE y que sacudieron el tablero del multilateralismo comercial, al punto de llevar a Pekín y Bruselas a anunciar la creación de un grupo de trabajo para estudiar una reforma de la paralizada Organización Mundial del Comercio (OMC).
El futuro de la economía
Los responsables de política económica del G20, integrado por naciones ricas y otras en desarrollo como Brasil, Argentina, México o India, abordarán mecanismos para capear los potenciales impactos en la economía mundial de la escalada de tensiones comerciales, así como reforzar la protección del multilateralismo que encarna una paralizada Organización Mundial de Comercio (OMC).
Trump se encargó de echar leña al fuego el viernes al declarar que está “listo para llegar a los 500”, en referencia a la posibilidad de aplicar aranceles sobre la totalidad de los más de US$500 mil millones que Estados Unidos importa desde China, luego de anunciar aranceles adicionales de 25% equivalentes a US$34 mil millones sobre acero y aluminio.
La semana pasada Estados Unidos anunció además gravámenes de 10% desde setiembre a productos cuya importación totaliza 200.000 millones de dólares desde China.
“Hemos sido estafados por China por mucho tiempo”, expresó Trump, cuyas posiciones serán defendidas en Buenos Aires por su secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
El déficit comercial de Estados Unidos con el gigante asiático superó los US$370 mil millones en 2017.
Pekín acusa a Estados Unidos de propiciar “la mayor guerra comercial de la historia económica” y respondió con aranceles retaliatorios a productos norteamericanos.
Tensión monetaria y petróleo
Trump agregó otro tema difícil a una ya desbordada agenda del G20. Si la presidencia argentina del grupo pretendía abordar cuestiones como el futuro del trabajo, el financiamiento de la infraestructura, o la transparencia fiscal, ahora deberá abocarse también a la espinosa cuestión de las monedas y tipos de cambio.
“China, la Unión Europea y otros han estado manipulando sus monedas y tasas de interés”, dijo Trump en Twitter el viernes, quejándose de la fortaleza del dólar que perjudica la “ventaja competitiva” de su país.
Trump atacaba así nuevamente a la propia Reserva Federal (banco central estadounidense), que sube sus tasas para evitar el recalentamiento de la economía norteamericana y evitar cualquier brote inflacionario. En Buenos Aires, Lagarde respaldó la independencia de los bancos centrales.
Para los países emergentes, será una reunión clave, en un escenario de gran incertidumbre.
Lagarde advirtió en un artículo publicado en el blog del FMI que “en los mercados emergentes, el crecimiento es hoy más improbable de lo que era en abril”.
La retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán a principios de mayo y su impacto sobre el precio del crudo, el alza del dólar y el incremento de las tasas de interés norteamericanas que potencia la retracción de capitales de las economías menos desarrolladas -US$14 mil millones entre mayo y junio de 2018-, está golpeando duramente a países como Brasil o Argentina, que siguen apostando al G20 para hacer oír la voz de los emergentes.
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